El impacto negativo de los cambios en salud pública, según una especialista del área
Ante la reciente decisión del Ejecutivo nacional de degradar el rango del Ministerio de Salud a una secretaría dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, diferentes actores involucrados en la temática advirtieron sobre las consecuencias de esta determinación. La médica sanitarista y docente Martina Iparraguirre explicó en qué consiste esta medida que implica mucho más que un cambio de nombre.
Martina Iparraguirre es médica clínica por la Universidad de Buenos Aires, posee una maestría en Salud Pública y se desempeña como docente en la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Universidad Nacional del Centro. Además, coordina el eje Tandil Saludable del Acuerdo del Bicentenario, junto a Graciela Rodríguez.
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El Eco de Tandil conversó con ella para obtener un panorama certero sobre los cambios propuestos en materia de salud pública. La profesional de la salud calificó como “grave” la decisión del Ejecutivo nacional de degradar el rango del Ministerio de Salud a una secretaría dependiente de Desarrollo Social, cartera a cargo de la ministra Carolina Stanley.
Las críticas por el cambio no tardaron en llegar provenientes de diversos sectores. “Muestra la jerarquía que le da este Gobierno a la salud. La manda al descenso”, aseguró Ginés González García, ministro de Salud durante el gobierno de Néstor Kirchner.
Leandro Cahn, director de la Fundación Huésped, también manifestó su preocupación. “Es un retroceso porque podría afectar la independencia de las partidas presupuestarias y la continuidad de los programas. Es una luz de alerta a la que le vamos a prestar especial atención”, dijo.
Los ministros de salud provinciales emitieron también un comunicado alertando sobre las consecuencias de esta determinación.
Los propósitos del Ministerio de Salud
En el año 1949, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón, el médico sanitarista Ramón Carrillo se convirtió en el primer ministro de Salud Pública que tuvo la Argentina, luego de haber ocupado durante tres años el cargo de secretario del área, que desde entonces se jerarquizó.
“Cuando se piensa con Carillo un Ministerio de Salud se piensa para que todo el territorio tuviera una equidad en el acceso a la salud, ese es el rol fundamental. Que las políticas públicas puedan ser monitoreadas en cualquier lugar de la misma manera. En los años 90, lo que se hizo fue un poco esto, sacarle responsabilidad y rol rector al ministerio y traspasar a las provincias como diciendo ‘hagan lo que puedan’. Y las provincias lo traspasaron a los municipios en muchos casos. Para mí es un engendro que haya hospitales municipales, que haya distritos que tengan que consumir más de la mitad de su presupuesto en mantener un hospital me parece inviable, nosotros lo podemos hacer, pero ¿qué pasa con otros?”, argumentó Iparraguirre en diálogo con este Diario.
La médica sanitarista, además, manifestó que detrás de esta decisión hay un claro trasfondo presupuestario y sostuvo que “si bien ahora se hizo público a través de un decreto que el ministerio ya no lo es más y pasa al rango de secretaría, la degradación empezó hace un montón de tiempo. La ejecución de los programas a esta altura del año en términos presupuestarios fue degradada hace mucho. Ahora sólo lo explicitaron, pero ya se veía que la salud no es prioridad para ellos”.
La reducción del presupuesto para salud y sus consecuencias
La especialista explicó que la manera de evidenciar las prioridades es ver la partida presupuestaria que se le asigna a cada cartera ministerial. “Cuando se subejecuta el presupuesto, al año siguiente tiene menos dinero”, aclaró, a la vez que expresó que los reclamos que se efectúen a la nueva esfera de salud tendrán menos respuestas que antes.
“A los gobernantes lo que les importa es que no se nos prenda fuego la calle, por eso queda Santley y no Rubinstein a cargo del área. Pero si tienen que sacar el refuerzo de meningococo a los 11 años, lo hacen, porque es una vacuna cara”, señaló.
Cabe consignar que estos últimos días se tomó conocimiento público acerca del faltante de vacunas destinadas a prevenir la meningitis. El comunicado oficial emitido por las autoridades nacionales sanitarias y replicado a nivel local, informó que “se acordó la estrategia de priorizar a los grupos más vulnerables de 3, 5 y 15 meses de vida y posponer la dosis de los 11 años hasta contar con la disponibilidad necesaria. Esto es a causa de las dificultades en la adquisición y entrega desde su incorporación al Calendario Nacional de Vacunación”.
El Calendario Nacional de Vacunación argentino es de los más completos de Latinoamérica y uno de los flancos poderosos de la salud pública en el país.
“Cambió el orden de prioridades, hace algunos años se abrió el programa nacional de cardiopatías congénitas, por ejemplo. Eso te colocaba en términos sanitarios en una posición, y unos años más tarde descabezan el ministerio, para mí es muy grave. Vamos a ver las consecuencias sociosanitarias”, afirmó la médica y docente.
“Si vos desfinanciás el sector público e instalás una cuestión social de que la salud pública es mala, si se deteriora la calidad de atención en los centros estatales, la gente de clase media va a tener que salir a buscar unos mangos para costearse la salud privada. El colectivo de salud tiene que estar atento, levantar la guardia y denunciar, porque los programas se van a empezar a vaciar. El discurso de la emergencia es peligroso, parece que estamos puestos a elegir entre el calendario de vacunación y que los pibes coman”, advirtió Iparraguirre con preocupación sobre la nueva realidad que se cierne sobre el sector.
El Sistema Integrado de Salud Pública de Tandil
El Eco de Tandil se comunicó con el presidente del SISP, Gastón Morando, para conocer su posicionamiento al respecto, pero fue muy medido a la hora de abordar el tema.
“Solo voy a dar una opinión sobre la decisión, que básicamente me parece inconveniente. De Salud, sobre este tema, si se va a hacer alguna declaración, va a ser de Presidencia del SISP. Todavía no se sabe cómo se van a adaptar los programas y las acciones en vigencia con la nueva restructuración. Es muy aventurado decir algo por el momento. Lo único que podría decir es que no comparto la decisión, pero no mucho más”, manifestó el funcionario municipal.
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