El responsable del proyecto abordó con concejales detalles de la propuesta comercial para Don Bosco
El proyecto que contempla un pedido de excepción y convenio urbanístico para la construcción de un paseo de compras en la zona de la avenida Don Bosco, sigue en tratamiento en el Concejo Deliberante.
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La Comisión de Obras Públicas mantiene un análisis del expediente mediante el cual se solicitó una excepción para asimilar los indicadores urbanísticos del sector aledaño, que le permitirán al desarrollador construir unos 30 locales comerciales, entre otros servicios.
Esta circunstancia incorpora la suscripción a un convenio urbanístico por la renta extraordinaria, que se traduce en una suma que ronda los 3,6 millones de pesos.
A la espera de nuevas consultas que permitan enriquecer la mirada de los concejales con vistas a la votación en el recinto, el responsable del proyecto del centro comercial mantuvo ayer un encuentro con María Eugenia Poumé (FPV – PJ) y Pablo Bossio (bloque Justicialista), acompañado por la profesional que elaboró el informe de impacto ambiental.
El desarrollador abordó detalles de la idea que pretende llevar adelante y amplió los aspectos técnicos del informe de impacto ambiental que se incorporó al expediente a instancias de lo solicitado oportunamente por los integrantes del espacio legislativo en un primer abordaje de la propuesta, presentada por la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas y avalada por los integrantes de la Comisión Municipal de Gestión Territorial.
“Falta de políticas
claras para Don Bosco”
Por su parte el presidente del Bloque Justicialista, Pablo Bossio, se mostró cauto en torno al tratamiento del expediente y compartió una mirada más amplia al reclamar un debate sobre la proyección que se pretende para ese sector de la ciudad.
En efecto, consideró que “el Ejecutivo está cometiendo un grave error en no definir cuál es la política de desarrollo que pretende para Don Bosco”, y justificó que, hasta tanto no exista una visión integral en torno al corredor turístico, “surgirán este tipo de situaciones”.
Así, planteó que la propuesta resulta objeto de polémicas que “se generan por falta de previsibilidad, de desarrollo sustentable”, por lo que enfatizó que “cando hablamos que la cuidad crece de manera planificada, evidentemente es un cliché que no se está dando”.
A ello incorporó la “falencia” que señaló la Comisión de Gestión Territorial en el expediente elevado por la Secretaría de Planeamiento de Obras Públicas, que si bien avaló la iniciativa, sugirió un plan integral de desarrollo para la zona.
“Es un emprendimiento interesante”, que implica un desarrollo comercial “atípico” para la ciudad, destacó pero puso el foco en la “falta de políticas claras para Don Bosco”.
También sumó cuestionamientos ante la “falta de transparencia y claridad” por parte del gobierno de Miguel Lunghi en la aplicación de los convenios urbanísticos, en alusión al caso del hotel Howard Johnson.
Por último, Bossio expresó que los expedientes se tratan con “profundidad, seriedad, que no hay ningún interés oculto detrás de las decisiones”, que se toman “pensando en el bienestar de la ciudad”.
“Seguridad y certeza”
En representación del FPV – PJ, María Eugenia Poumé, repasó detalles del encuentro y argumentó que las razones de la dilación en el tratamiento del expediente fueron a partir del pedido por obtener un análisis más profundo del estudio de impacto ambiental. “Queremos tener la seguridad y la certeza”, justificó.
En concreto, ratificó que consultarán a especialistas para obtener otra perspectiva de los aspectos técnicos de la propuesta y que, en función de ello sustentarán su postura.
De todos modos valoró el acercamiento del particular que lleva adelante el proyecto, que explicó en qué consistía la propuesta y “se ofreció a evacuar dudas y ampliar” otros detalles.
“No tenemos nada en contra del proyecto siempre y cuando el informe que obtengamos determine que no se afecta el medioambiente”, remarcó Poumé.
Análisis en
profundidad
Desde su perspectiva el concejal del PRO, Claudio Ersinger, sostuvo que el proyecto resulta de especial interés ya que se encuentra ubicado en una zona “muy sensible” en función del “debate y controversia” que causó en los últimos años el desarrollo urbanístico en un lugar, que además cuenta con algunas “restricciones” en cuanto a las posibilidades de uso de la tierra.
En esa contextualización marcó el desarrollo de emprendimientos comerciales vinculados a la actividad turística por lo que sugirió tener una “visión equilibrada” desde ese punto de vista.
También citó como componente “a analizar” que la parcela donde se pretende llevar adelante la iniciativa cuenta con indicadores urbanísticos dentro del Plan de Desarrollo Territorial (PDT) diferentes a los de su entorno.
En diálogo con El Eco Multimedios el concejal macrista consideró necesario estudiar en profundidad los distintos factores que intervienen en el pedido de excepción para elaborar un criterio en función de ello.
“Hay que tener una visión de ser permisivo si se busca el desarrollo turístico y ser contemplativos” frente a la diferencia entre los indicadores de la chacra respecto a los de su entorno.
Ante lo expuesto precisó que el bloque no tiene una postura definida y dijo que dependerá de la consulta a otros especialistas que aporten otra mirada desde el punto de vista técnico. “Hay que hacerlo con tranquilidad, escuchar a todas las voces, analizarlo con criterio y a partir de ahí tomaremos una determinación”, resaltó.
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