Funcionario de Bullrich dijo que buscan un Estado que “vuelva a servirle a la gente”
Damián Arabia, joven funcionario de la cartera de Seguridad nacional que dirige Patricia Bullrich, pasó por Tandil a brindar un taller de formación política para jóvenes PRO. Enfatizó la determinación del Gobierno de acabar con la corrupción para garantizar un Estado transparente, al servicio de la gente.
Damián Arabia posee experiencia política para sus jóvenes 27 años. Desde hace mucho tiempo milita en el PRO, al lado de la ministra Patricia Bullrich, quien lo puso a cargo de la Dirección de Prevención de la Corrupción y Ejecución de Pruebas de Integridad del Ministerio de Seguridad de la Nación, y se apasiona al hablar de los temas que le preocupan y lo llevaron a ocupar el lugar que detenta hoy.
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El funcionario estuvo en Tandil, a donde llegó para participar una serie de capacitaciones que se llevan adelante en todo el país, a través de un programa llamado Decisiones, de la Secretaría de Formación Política de Jóvenes PRO, para trabajar sobre los procesos de toma de decisiones desde la lógica del trabajo en equipo, resolución de conflictos y cómo eso impacta en la capacidad de gestión. Estuvo acompañado por Juan Leonardo Manazzoni, oriundo de la ciudad, quien se desempeña como director general de Relaciones Institucionales de la Legislatura Porteña.
“La idea nuestra es cómo vamos transformando jóvenes con experiencia y cómo esto se convierte en liderazgo político para la toma de decisiones. La idea es llegar lo más formado posible, tenemos una dinámica del siglo XXI que hay que impregnar a todos los ámbitos”, precisaron.
-Constituyen un partido de conformación reciente, con respecto a otros de larga trayectoria. ¿Cómo llevan adelante la formación política y de cuadros dirigentes con perspectivas a largo plazo?
-Nuestro gobierno llega a cambiar el paradigma de una lógica política que viene desde hace más de 70 años, en todos los niveles está la situación donde tenés un acostumbramiento que hay que cambiar. No permitir que el sistema te tuerza a vos, sino vos torcer el sistema para que funcione con la dinámica que queremos. El problema más fuerte que tenemos es de una lógica institucional instalada, cómo llega gente de distintos partidos políticos, el sistema te acostumbra o te expulsa, pasan los gobiernos y sigue siendo lo mismo. Nosotros pasamos del puesto 54 a 17 en materia de transparencia institucional, eso es un cambio tremendo.
El caso concreto de la obra pública, a un 40 por ciento de lo que se hacía antes, no hay magia, es la transparencia del sistema, para que el sistema vuelva a servirle a la gente y deje de ser un sistema de privilegios para unos pocos. Porque la política se había trasformado en este elemento de privilegios donde cada espacio era un kiosquito. Vamos a ser capaces de devolver a los argentinos un Estado eficiente, que trabaje para ellos y no para la política. Hay que tener mucho cuidado también, porque el sistema nos puede ir transformando en eso que vinimos a cambiar.
-¿Qué les responderías a quienes dicen que el Gobierno anterior se robó todo pero estábamos mejor?
-Estamos atravesando un momento complejo, pero no creo que estuviéramos mejor antes. También es cierto que lo estamos abordando diciendo la verdad. Antes tenías una presidenta que te decía que teníamos menos pobres que en Alemania, nosotros sinceramos la cifra. Si uno mira los estándares de los indicadores económicos, puede ver rápidamente que hemos mejorado en muchas cosas. Muchas de las cosas que nos pasan tienen que ver con esa corrupción, que se robe no es solamente un problema ético, tiene un impacto real. Las rutas y los muertos tienen que ver con las obras que no se hacen, las inundaciones, el costo agregado del sistema corrupto impacta en un menor presupuesto. Ningún sistema en el mundo funciona con un sistema corrompido, que no significa que no haya corruptos, hay corruptos en todas partes; pero hay una diferencia entre que haya corruptos y que haya un sistema que garantice la impunidad, las instituciones son sus hombres y mujeres.
-Además del cambio cultural propuesto, cuyos efectos podrán apreciarse a futuro, ¿qué acciones concretas están implementado en el corto plazo para combatir la corrupción?
-Si bien es cierto que hay diferencias entre lo nacional y municipal, creo que hay herramientas que atraviesan los diferentes estamentos del Estado, hay demostraciones concretas que se vienen haciendo. La investigación que está llevando adelante la Justicia con el caso de los cuadernos de Centeno, probablemente eso no hubiera existido si no hubiéramos logrado sacar en el Congreso nacional la Ley del Arrepentido, es una figura valiosísima en materia de corrupción y narcotráfico. No te quedás con el perejil y vas al fondo de la cuestión, podés desbaratar todo. Insistimos con la extinción de dominio (instituto jurídico dirigido contra los bienes de origen o destinación ilícita), queremos que ese dinero vuelva a los argentinos. Por ejemplo, el yate de Ricardo Jaime ahora lo tiene la Prefectura Naval Argentina. Tenemos la plataforma Comprar y Contratar, se duplicaron la cantidad de oferentes por licitación porque transparentaste el sistema, es información pública, todos pueden ver qué licitaciones se están llevando a cabo.
En las fuerzas de seguridad, logramos que presenten su declaración jurada patrimonial todos los años, tenemos 96 mil declaraciones juradas, es la base más grande de la Argentina, digitalizada. Desde el ministerio llevamos adelante controles toxicológicos en fuerzas federales, caemos sorpresivamente y hacemos los controles para seis drogas diferentes. Realizamos operativos ficticios, pruebas de integridad para ver cómo reaccionan los agentes, sin saber que están siendo filmados y no hemos tenido ningún problema en estos operativos.
Hay que permitirle a la Justicia investigar. El Presidente ha sido muy claro, ha dejado que lo investiguen y ha presentado sus cosas. La expresidenta me apenaba mucho lo que trató de hacer con el allanamiento. Si no tenés nada que ocultar, permitís que te allanen, si no hay ninguna gravedad. Arrinconada sigue queriendo ejercer el poder y disponer cómo se realiza el allanamiento.
-¿Cómo se previenen los hechos corruptos en el financiamiento de los partidos políticos y campañas electorales para garantizar la transparencia?
-Es fundamental que tengamos una ley de financiamiento de partidos políticos, nosotros tuvimos un proyecto de ley que tuvo media sanción en Diputados y el justicialismo la bloqueó en el Senado, que regulaba muchas cosas. La Gobernadora está por enviar un nuevo proyecto. Hace falta que esto sea una discusión legal porque es un problema del sistema, porque la forma en la que está diseñado es imposible que haya transparencia, hay que cambiar la ley y le sistema. De lo que estoy seguro es de que tiene que ser transparente para que todos podamos acceder a esa información. Es fundamental también que los aportes sean bancarizados, hay que eliminar completamente el efectivo, porque si no no hay forma, pero sin una nueva ley es imposible. Esperemos que el bloque justicialista acepte tratarlo.
-¿Por qué la expresidenta no va presa por las causas de corrupción? Los fueros pueden quitarse (N.d.R. tiene un pedido de captura por el memorándum con Irán, pero el bloque que preside Pichetto aclaró que no va a votar un desafuero hasta que no haya una sentencia firme).
-Tiene los fueros que la protegen y tampoco lo ha dispuesto la Justicia. Conozco mucho a la Justicia y lo que siempre te dicen los fiscales y jueces, es que nadie del gobierno los llama para hacer ni dejar de hacer nada. Después es como todo, los hombres y mujeres que integran las instituciones tienen que explicar sus acciones llegado el caso.
Lo que no puede hacer la política con la Justicia es influenciarla, hemos dado muestras de eso. El primo del presidente (Ángelo Calcaterra) está siendo investigado, hay intendentes puestos a disposición de la Justicia por situaciones que tienen que explicar en connivencia con el narcotráfico, porque si no volvemos al sistema de excepciones. El que está con el narcotráfico está en la vereda de enfrente. El que es corrupto está en la vereda de enfrente.
-El Presidente de la Nación también está procesado en distintas causas. Además, cuando se habla de la transparencia del Estado y de recuperar el sentido de la función pública, ¿no habría una contradicción en eso cuando las sociedades del grupo Macri han negociado durante décadas con el Estado argentino?
-Yo no tengo que ver con lo que hace mi familia, por ejemplo. Hay circunstancias donde uno se cruza, pero la decisión del Presidente es muy clara y en cada caso que ha tenido la oportunidad ha puesto todo para explicar lo que le han pedido. Las decisiones de gestión son eso. Ahora lo acaban de imputar por el acuerdo con el FMI, podemos desacordar en materia de políticas económicas, pero de ahí a hacerle una denuncia penal es otra cosa. A Patricia Bullrich le ha pasado con diferentes causas. En la medida que uno avance sobre intereses, va a haber siempre sectores que no quieren que uno avance cuando toca a las corporaciones.
-¿Qué pasa con el rol de la fuerzas de seguridad en Argentina cuya imagen suele estar desprestigiada?
-Hay que generar una mística de ser agentes de la fuerza, porque eso no podrá corromperse. Tenemos que recuperar el orgullo de pertenecer a una fuerza de seguridad. En Argentina fueron denostadas, hay injusticias, debemos hacernos cargo como sociedad de nuestra historia. Soy el primero en repudiar las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar, y también tuvimos una sociedad que no tuvo una cultura democrática de paz y convivencia, no se puede pensar que las fuerzas de seguridad o armadas salen de un repollo, salen de esta misma sociedad, tenemos que madurar. Son las fuerzas que supimos construir entre todos, con los defectos y virtudes que tenemos como sociedad. No lo podemos llevar a ese lugar oscuro que se intentó. Revalorizarlas y ponerlas en el lugar que les corresponde. ¿Qué queremos que hagan, si no queremos que nos defiendan ante el delito y nos cuiden? ¿Las sacamos?
Están dando cuenta de un accionar muy legítimo, se ve claramente en la lucha contra el narcotráfico. Por otra parte, redujimos la tasa de homicidios fervientemente, en el año 2015 era de 6,6 por cada 100 mil habitantes. En 2017 de 5,2 , bajó más de un 20 por ciento. La estadística es injusta, no importa si es uno o cien, para los familiares es la totalidad, como política pública tenemos que ver esta estadística.
-¿Qué pasa con los casos de abuso de autoridad o gatillo fácil?
-Si hay algún caso de abuso de autoridad o corrupción, se aparta, como hicimos el otro día con el caso de los prefectos, a la ministra Bullrich no le interesó apartarlos al entender que había elementos suficientes para hacerlo.
En el interior del país, en pueblos inhóspitos, quieren a la gendarmería nacional, porque cuando cae nieve y se clausuran los caminos, los que abren rutas, llevan alimentos son los gendarmes. No hay otra cosa, son los que dan una mano y cumplen con su deber.
-¿Cómo afectó al trabajo de la gendarmería el caso de Santiago Maldonado?
-A mí me parece que hubo un plan armado para desprestigiar a la gendarmería, el trabajo de la ministra Bullrich, y yo te diría que fue un ataque directo al Presidente. No me olvido más de que el 7 de agosto del año pasado un diario muy conocido tituló ‘Macri ya tiene su desaparecido’. Necesitaban eso. Porque si no, ‘Macri gato’ no era la dictadura, sin el desaparecido no llegábamos ahí. Hubo una construcción. La Justicia está investigando y ha procesado a varios de los que mintieron ante los jueces, que brindaron falsos testimonios. Falsos abogados de la APDH (Asociación Provincial por los Derechos Humanos), que después salieron a decir que no eran de ellos, están procesados por falso testimonio.
El prefecto, el gendarme, el policía defienden al más débil, hay que entender eso. Cuando estás en una situación de vulnerabilidad y no te cuida nadie, ese también es el más débil. No hay que confundir el rol de las fuerzas de seguridad que es combatir el delito. Por qué le tiramos a jóvenes que tienen la ilusión de ser policías, gendarmes y que legítimamente quieren defender al ciudadano de pie, combatir el narcotráfico y el delito, el mote del pasado más oscuro de la Argentina.
La pasamos muy mal esos 78 días que transcurrieron hasta que apareció el cuerpo de Santiago Maldonado. Fue trágico en definitiva, la muerte de un chico siempre lo es. Y después, poder demostrar cómo se armó la operación, que la Justicia lo investigue y poder devolverle su lugar a la gendarmería. Me gustaría que les pidan perdón a los gendarmes cuyos hijos fueron escrachados en la escuela, diciéndoles que sus papás eran asesinos. Necesitamos reconciliarnos como sociedad y avanzar, sólo se llega a través de la verdad. Cómo nos reconciliamos con nuestra propia sociedad, no digo con culpables de hechos aberrantes, pero sí con la sociedad.
Vamos pudiendo acomodar algunas discusiones que son propias de una sociedad que intenta reconciliarse, que intenta decir “me pongo en el lugar del otro”, en qué podemos estar de acuerdo y en qué no, sacándonos los prejuicios, esa es la clave.
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