José Luis Labaroní rescató el aprendizaje para lograr consensos en torno al sentido común en el Concejo
El concejal de la UCR Cambiemos se despide con algunas materias pendientes, como el ordenamiento del tránsito y la nueva licitación del transporte. Puso en el haber, las defensas de los presupuestos y las rendiciones de cuentas, que logró transmitir que el problema del sistema de colectivos no es el costo sino de cómo se financia, y el proyecto para explorar y preservar los túneles históricos. Además, habló del vínculo con sus pares y se definió como “una espada del Ejecutivo”.
Es tiempo de balances para los nueve concejales que se alejan del Legislativo local desde el 10 de diciembre. Uno de los que se animó a reflexionar sobre sus cuatro años en la banca del Concejo Deliberante, por el bloque UCR Cambiemos, fue José Luis Labaroní. Hasta 2007 había ejercido el cargo de director Administrativo del Hospital y luego trabajó junto a Carlos Fernández en la Cámara de Senadores de la Provincia. Su próximo destino también será La Plata, en la Cámara de Diputados, como asesor de la legisladora electa Melisa Greco en temas de transporte y economía, aunque admitió que le hubiese gustado seguir otro período en el recinto de la planta alta de la Municipalidad.
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-¿Qué te dejan estos cuatro años como concejal?
-Aprendizaje. Cuando me pongo a revisar, hay muchísimas cosas que me quedan pendientes, porque uno cuando no tiene experiencia legislativa, entra y piensa que se va a comer el mundo, y al caminar, se va dando cuenta de los consensos que tiene que ir logrando. Justamente, lo más difícil de lograr en los cuerpos legislativos es la generación de consensos.
-En ese sentido el trabajo fue arduo, porque se debieron generar consensos hacia el interior del bloque y con la oposición…
-Sí, en ese sentido, creo que he tenido buenas respuestas. Los presupuestos que he defendido no sólo han sido votados por el oficialismo sino también, en algunas ocasiones, me ha acompañado la oposición.
Igual con el tema del aumento del boleto de colectivo. Unidad Ciudadana si bien muchas veces no compartía los aumentos totales, sí acompañaba la primera parte porque entendía el proceso.
-En el presupuesto, ¿el apoyo fue de Integrar?
-Sí, de Integrar, que de los dos últimos años, el primero nos acompañó con el voto. Estoy muy agradecido porque habla un poco de los entendimientos que tenemos que tener a la hora de legislar para la ciudad. En ese sentido, no tengo palabras de agradecimiento para mucha gente. Me llevo muchos recuerdos lindos de mucha gente, y un fuerte aprendizaje en lo que es generación del consenso y en lo que es la determinación del sentido común.
Muchas veces esto que se dice que el sentido común es el más común de los sentidos es realmente cierto, y buscarlo y generar consensos alrededor de ese sentido común es muy difícil. Es un arte. Entonces, en ese sentido, me llevo un fuerte aprendizaje, y el sabor de querer algún día volver al ruedo.
Temas en debate
En otro tramo de la entrevista, Labaroní adelantó que volverá a trabajar a La Plata, pero reservará espacio para la formación e incluso, ya se puso en contacto con el instituto bursátil donde estudió mercados financieros. “Estoy buscando seguir incorporando conocimientos en macroeconomía. No soy un economista, siempre lo he dicho, soy un político que entiende muy bien la economía, pero tengo algunas limitaciones que quiero ir aprovechando los tiempos para seguir estudiando”, expuso.
-¿Y en el debe qué queda? ¿Qué te hubiera gustado concretar?
-Creo que tenemos un problema a solucionar con el tránsito. Creo que hay que intervenir, que el Estado tiene que tomar la decisión de intervenir en el tránsito. Creo que son medidas difíciles de tomar porque siempre afectan intereses y que hay que buscar consensos. Ahora, el primer consenso básico es que el tránsito hoy es desordenado en Tandil y que hay que empezar a ordenar.
Me hubiese gustado participar en la cuestión legislativa de esto. Me hubiese gustado llegar a fin de este año con la licitación del transporte terminada y haber podido intervenir en la redefinición de los recorridos.
Pero bueno, en el haber me llevo que el Concejo empieza a entender algunas cuestiones básicas como que la discusión no es sobre el costo; la discusión es cómo se financia. No me voy a cansar de repetirlo.
-Es tu frase de cabecera…
-Sí, la discusión no es el costo, es cómo se financia. El costo es unívoco, porque no tiene color político. Guste o no, el costo es la suma de las actividades que hacen que se pueda brindar un servicio. Es unívoco. Ahora, el problema es cómo se financia.
-¿Qué proyecto te enorgullece? Más allá de los elevados por el Ejecutivo que deben tratarse y te tocó defender.
-Por los momentos que hemos vivido dentro de nuestro bloque, me tocó defender íntegramente alguna Rendición de Cuentas con el acompañamiento de Matilde (Vide), y eso me pone orgulloso porque me dio la capacidad para poder defender algo que es muy complejo. Que uno lo pueda entender y salir a rebotar cada una de las acusaciones que la oposición hace, con mucho criterio, eso me pone orgulloso.
La Comisión de Seguimiento del Costo del Transporte, que armé desde el Legislativo, me hace sentir orgulloso, me infla el pecho, porque es donde les hice entender que no era un problema de costos, que era un problema de financiamiento: de dónde sacábamos la plata para financiar el transporte. Es una comisión que en los dos últimos años tuvo bastante movimiento.
-¿Va a seguir operativa?
-Depende de los próximos integrantes… Me quedan deudas, por ejemplo el tema de Derechos de Construcción, que fue algo que peleé hace cuatro años y no lo logré por distintos intereses que hay. Una vez que logré que me mandaran el proyecto del Ejecutivo, en el Concejo no hubo unanimidad para votarlo tal cual como estaba. Se volvió y nunca más regresó.
Sí me pone orgulloso el haber sido un referente, que muchas veces me digan ‘con vos hemos logrado tal cosa o tal otra’.
-¿Referente de los propios, de los ajenos?
-El reconocimiento de los ajenos, de los pares, que me digan que nos podemos sentar a charlar, y referente del Ejecutivo, porque me siento una espada del Ejecutivo en el Concejo, o así lo sentí, y siempre ejercí esa posición.
Por eso digo que no tengo un tema específico, pero sí me voy, y sigo explorando, el tema de los túneles y buscándole pistas al arqueólogo Julio Merlo, que cada día me tiene más entusiasmado porque le pone mucha pasión a su trabajo. Me llevo con mucha alegría ese proyecto, que creo que me saca del eje de lo cotidiano, de lo tradicional, lo que hago día a día.
Los vínculos
-¿A quién vas a extrañar más de tu bloque?
-Si tuviera que elegir a alguno sería injusto. He tenido muy buen feeling desde la matriz ideológica con Matilde Vide. He tenido muy buena relación en el trabajo, en el día a día, en el sentarnos y estudiar un tema, con Marcela Vairo, y he tenido una identificación, obviamente, con Alejo Alguacil. Y con el que más he tenido un entendimiento y nos apreciamos mutuamente es con Mario Civalleri, quien tiene una capacidad de decirte lo que realmente piensa aunque a vos no te guste, sin ofenderte. La verdad es que es muy importante en alguien que se dedica a la política poder decir las cosas de frente pero sin generar rompimientos. Me llevo de ellos un lindo recuerdo en el trabajo cotidiano. Obviamente, me he relacionado con todos los pares.
-¿Quién te hizo renegar desde la oposición?
-El que me obligó a estudiar muchísimo y me enseñó que todo lo que no está en el expediente no existe y también que hay que tener un teléfono cibernético que te da los últimos ejemplares de la Ley Orgánica de las Municipalidades anticipados, antes de que salgan, es Facundo Llano, un concejal muy habilidoso, estudioso y responsable. Me ha obligado a estudiar mucho y es un tipo con el cual he tenido buen diálogo.
-También con quien se da el debate en el recinto hay un complemento y te obliga a ser mejor…
-Obviamente. Con el que he tenido muy buena relación es con Darío Méndez, un cerebrito; con Ariel Riso, que es un militante popular, y con Machu Poumé he trabajado en la Comisión de Cultura, una muy buena relación más allá también de la buena relación con Rogelio Iparraguirre. Con Nilda Fernández, una mujer de carácter difícil, de fuertes convicciones, he trabajado muy bien.
Y muy buen trato y muy buen diálogo con Marcos Nicolini, con el cual los dos primeros años, cuando él fue presidente de bloque, trabajamos muchos temas. Después, por las razones internas, uno va tomando distintos posicionamientos por distintas razones, pero nunca hemos estado alejados con Marcos, por ahí sí tenemos distintos criterios. Yo, más allá del criterio que tomó mi partido de acompañar al espacio Cambiemos y más allá de que yo interpretaba que teníamos que estar, siempre fui crítico de la cuestión económica o de la mirada económica que tuvo este Gobierno. Quizás eso haya sido un factor que nos distanció un poco, pero con Marcos nunca hemos dejado de tener un diálogo cordial y un buen trato, y siempre Marcos ha generado aportes a la comisión de forma tal de llegar a buen puerto. Esto también hay que rescatarlo.
-¿Te hubiera gustado quedarte?
-Sí, me hubiera gustado quedarme. Creo que un concejal con cuatro años tiene un aprendizaje muy fuerte para hacerlo explotar en los próximos cuatro años.
-Los dos primeros años son prácticamente de aprendizaje…
-Sí, creo que fue lo que le pasó a Llano. Facundo tuvo cuatro años de aprendizaje antes, salió, se fue y después volvió, y creo que en este período, fundamentalmente en los últimos dos años, tuvo un mayor protagonismo, producto de su mayor experiencia.
Me parece que cuatro años más me hubiesen gustado, pero no voy a juzgar los distintos caminos que se tomaron. Volcaré esa experiencia en otra actividad.
Logró sacar a Tandil del top del
ranking del boleto más caro
Uno de los temas que ocupó a José Luis Labaroní en estos cuatro años fue el transporte, donde se posicionó como un referente. “Es un tema que me gusta porque mi padre ha sido uno de los promotores del transporte en Tandil en su momento, cuando se fundaron. Cuando era estudiante manejé un colectivo, entonces entiendo el sistema, y es un tema que me gusta. He podido ver la cuestión legislativa y el andamiaje de cómo se estructura una concesión pública en este sentido, y la verdad es que le he dedicado tiempo, entendimiento, no es una cuestión compleja”, reseñó.
En ese sentido, enfatizó que “me llevo en el haber, haber sacado de la grilla a Tandil de los primeros puestos del boleto más caro. Me llevo esa discusión que para los que entienden es un logro porque hay que poner conocimiento y algunas cuestiones más, tuve la valentía de plantearlo, de que me entendieran y de que también la Cámara de Transporte entendiera que había que bajar las expectativas en su momento; como así también que hoy en día estamos pasando por una situación muy difícil y también hay que entenderlo”.
Al analizar ese debate, reiteró que “todo tiene que ver con el diálogo. Si tengo que resumir al Concejo Deliberante en una sola palabra es diálogo y si hay una segunda palabra, es consensos”.
En ese sentido, sostuvo que “siempre intenté con los pares y con los miembros de la oposición tener puentes de diálogo. Primero, porque uno es perfectible siempre. Creo que la verdad es una construcción colectiva y la sociedad es una construcción colectiva, y hay que tener buen diálogo porque en última instancia, como oficialismo necesitamos los votos; si no estás convencido, por lo menos hacelo de vivo”.
Para cerrar, expresó que “estoy convencido de que hay que generar diálogos y consensos, siempre hay que tener una puerta abierta para el diálogo. Nosotros no tenemos la verdad revelada, sí somos un grupo de gente que ha demostrado que trabaja mucho, y también en la oposición hay gente que piensa y que ha demostrado que trabaja mucho, y por eso están los que están”.