Reflotan el proyecto del paseo comercial en Don Bosco con miras a tratarlo en la sesión del lunes
El Concejo Deliberante retoma el proyecto que contempla un pedido de excepción y convenio urbanístico para el desarrollo de un paseo comercial en la zona de avenida Don Bosco, una iniciativa privada que durante varias semanas concentró el debate y sumó diversas opiniones durante el mes de septiembre.
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Como se informó, el expediente incorpora una solicitud para asimilar los indicadores urbanísticos del sector aledaño, que le permitirán al desarrollador ampliar la superficie y construir unos 30 locales comerciales, estacionamiento, un anfiteatro, entre otros servicios. Esta excepción demanda la suscripción a un convenio urbanístico por la renta extraordinaria, que se traduce en una suma que ronda los 3,6 millones de pesos.
Finalmente la Comisión de Obras Públicas reflotó el tema. Las miradas estarán puestas entonces en la reunión que se celebrará hoy, donde los integrantes del espacio legislativo presidido por Mario Civalleri (Cambiemos) darán tratamiento al expediente que contempla la iniciativa privada con la intención, al menos del oficialismo, de que llegue a la sesión especial que se celebrará el lunes.
La oposición, en tanto, marcó una serie de cuestionamientos en relación al informe de impacto ambiental y las garantías en torno al convenio urbanístico, entre otros aspectos, por lo que restará aguardar si los miembros de la comisión alcanzan a un acuerdo que permita contar con un dictamen a favor de la propuesta, paso que habilitaría su ingreso al recinto.
Una posición “más
o menos tomada”
En diálogo con El Eco Multimedios, Mario Civalleri compartió sus expectativas en cuanto al debate que generará el tema, con la predisposición a escuchar las distintas posturas y argumentaciones, pese a que “algunos tenemos una posición más o menos tomada”.
Respecto a la posibilidad de darle tratamiento el lunes, en el marco de la sesión especial y de la asamblea de mayores contribuyentes, dijo que “estamos apretados de tiempo pero trataremos de ver si en estas reuniones que tenemos pendientes podemos llegar a algún acuerdo”.
Independientemente del escenario que prevé aclaró que se trata de un proyecto que “intenta llevarse a cabo en un lugar donde el uso está permitido” y que “lo único” que plantea es una “modificación de indicadores” para contar con un mayor volumen para edificar, sobre la base de “una serie de argumentos que son los que hay que analizar”.
“Básicamente es un uso permitido; no estamos hablando de algo que se va a construir en un lugar prohibido”, defendió el exfuncionario en relación a uno de los puntos elementales para analizar la propuesta.
En efecto, reconoció que “podrá gustar más o menos”, pero el lugar elegido para el emplazamiento del centro comercial “permite ese tipo de uso”. Entonces, a partir de allí “habrá que hacer los análisis si los planteos y los argumentos que hace la gente que impulsa el proyecto son razonables como para convalidar un incremento de indicadores”.
“Ajustarnos a
la normativa”
Frente a la discusión, que ocupó buena parte de la agenda hace algunos meses, el presidente de la Comisión de Obras Públicas se diferenció de quienes tienen una “postura de oposición en general” a construcciones en determinados sectores de la ciudad “y lo que nosotros tenemos que hacer es ajustarnos a la normativa vigente”.
En ese sentido se respaldó en las reglamentaciones que definen las zonas donde pueden radicarse emprendimientos y le asigna indicadores. “La ampliación de indicadores en base a algún tipo de argumento, puede ser considerada por el Gobierno o por el Concejo Deliberante cuando son suficientes”.
Estudio de
impacto ambiental
En cuanto a las objeciones que planteó la oposición respecto del informe de impacto ambiental, Civalleri consideró que obedecen a un “cierto error o problema de interpretación” ya que los estudios de este tipo “siempre son presentados por el interesado”.
El proceso es “compartido”, donde el privado que tiene la iniciativa lleva al Municipio su informe “y después, a través de la Dirección de Medioambiente, empieza la evaluación y construcción conjunta con el profesional designado”.
En efecto, se analizan las eventuales cuestiones negativas que pueda tener el proyecto y se establecen las pautas de mitigación. “El profesional que representa al privado hace la evaluación, si hay algo que no consideró, cuando se presenta en la dependencia comunal se lo marca”, indicó Civalleri.
No obstante expresó que “por lo general” esta situación “no ocurre” dado que este tipo de estudios se efectúan en función de una serie de ítem incluidos en un listado. “Todos los impactos deben ser evaluados, entonces es difícil que un profesional pueda obviar referirse a esos temas”, enfatizó.
Algunos reparos
Por otro lado, el vicepresidente de la Comisión de Obras Públicas, Facundo Llano (bloque Justicialista) compartió sus reparos en torno a la iniciativa y la necesidad de avanzar hacia la generación de una evaluación integral del área Don Bosco para poder analizar desde esa perspectiva cada una de las iniciativas que se presenten a futuro.
En ese sentido hizo hincapié en la necesidad de contar con un informe de impacto ambiental de orden público y se enfocó en la confección del convenio urbanístico, que es de “mucho dinero”, para asegurar que el Municipio pueda cobrarlo para evitar que suceda lo mismo que ocurrió con el del hotel Howard Johnson.
En ese caso, alertó Llano, la comuna “no solo no cobró” el dinero estipulado por acceder a una excepción sino que además “el Ejecutivo unilateralmente le dio facilidades de pago”.
Dijo que el espíritu es de poder contribuir con el debate y dar solución a cada uno de los temas “viendo la parte pública pero también atendiendo a las necesidades del privado que quiere invertir”.
El concejal del bloque Justicialista consideró que la decisión aún no está tomada, por lo que aguardarán la reunión de hoy para conocer la postura del oficialismo frente a cada uno de los planteos.
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