Rogelio Iparraguirre se reunió con dirigentes de la Cámara Empresaria
En su sede de Mitre 856, la dirigencia empresarial tandilense escuchó ayer los tres ejes centrales del programa de gobierno que el Frente de Todos pretende desarrollar desde la Municipalidad de Tandil: trabajo y producción, acceso al suelo y a la vivienda, e integración social.
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Junto al candidato a intendente Rogelio Iparraguirre estuvieron los aspirantes al Concejo Deliberante Guadalupe Garriz, Juan Arrizabalaga y Daiana Esnaola y quienes pretenden un lugar en el Consejo Escolar, Florencia Mena y Federico Martínez.
A partir de una descripción que fue más allá del hilo conductor entre aquellos tres pilares, Iparraguirre postuló ante el empresariado la necesidad de que Tandil cuente con un jefe comunal que ya no pueda valerse de la frase “tal asunto no es responsabilidad del intendente” y señaló que hoy sucede en los tres aspectos ejes de su campaña.
Y con la misma intensidad que deslindó cualquier posibilidad de mala fe de parte de la gestión que conduce la ciudad desde 2003 respecto a las áreas que escapan a la potestad de un mandatario local, el candidato del Frente de Todos se preocupó en reiterar en varios pasajes de este encuentro la clave de una futura gestión: “comprarse el problema”, expresó y “asumir la responsabilidad también en esos asuntos donde las decisiones corren por cuenta de la Nación o la Provincia. Lo otro, la de decir no nos corresponde actuar, ya fue, no es algo propio de un intendente del siglo XXI. Es difícil comprarse el problema, por supuesto, es un dolor de cabeza, pero únicamente así se empiezan a generar las soluciones”.
Los ejemplos
La redefinición estratégica que plantea Iparraguirre no echa culpas al oficialismo por la pérdida de la energía transformadora que implica transitar por un cuarto mandato y 16 años de gestión ininterrumpida, pero tampoco deja afuera críticas puntuales ni promesas contundentes. En cambio, elogió al empresariado por ser generador de trabajo.
“Para nosotros los protagonistas más importantes son dos: los que generan trabajo y los que trabajan”, dijo.
Hecha la aclaración, anticipó que “vamos a desarticular Desarrollo Local y crearemos la Secretaría de Producción y Trabajo. Hace tiempo que el desarrollo no es local, ¡es regional!”, dijo con efusividad junto a una andanada de datos para describir la ineficacia de la dirección que planea dejar en el olvido.
Por otra parte, el dirigente peronista consideró indispensable despejar fantasmas y señalar que su espacio no vendrá “a sacar conejos de la galera” pero sí tomará en cuenta gestiones exitosas generadas en otras ciudades que ha corroborado que han encontrado su propia receta.
“No hay necesidad de irnos a Medellin u otros lugares, aquí cerca tenemos varias localidades con modelos exitosos que resolvieron sus propios desafíos en vez de resignarse a esperar que un día llegue la salvación de provincia o nación”, señaló.
Con ese mismo enfoque habló de “dar vuelta la página en lo referente a acceso al suelo y a la vivienda”, insistió con los “ejemplos exitosísimos” de otras ciudades, y evaluó que para eso no hacen falta nuevos instrumentos: de acuerdo a sus proyecciones, con el Plan de Desarrollo Territorial bastaría –regulación de la oferta mediante- para disparar un impulso que, en los números que analiza el Frente de Todos cambiaría para bien la situación de miles de tandilenses.
Tampoco anduvo con rodeos respecto a la integración social. En esta temática será también el Estado el que posibilite regresar al Tandil del “destino común”, con intervenciones en educación, deportes, salud y urbanismo que comiencen a revertir la fragmentación de una sociedad hoy más representada por “guetos” que por cualquier otra forma de confluencia social.