Sin los votos del Frente de Todos, el Concejo extendió la Emergencia Sanitaria hasta el 31 de marzo
El oficialismo ponderó que el Gobierno municipal debe seguir contando con diversas herramientas para gestionar la pandemia de Covid-19 y pidió prorrogar por tres meses más la Ordenanza 16.866 sancionada en marzo. La oposición adujo que no se cumplió con la norma, volvió a criticar la salida no consensuada del sistema de fases provincial, cuestionó los informes de gestión presentados y consideró que el manejo de la crisis por parte del Intendente fue un "fracaso".
En la última sesión del año del Concejo Deliberante, además de tratarse y aprobarse el Presupuesto 2021 y la prórroga de la concesión del transporte urbano de pasajeros, se decidió extender la declaración de la Emergencia Sanitaria en Tandil en el marco de la pandemia de Covid-19, que se vence hoy. La medida regirá por otros tres meses.
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La discusión presentó divisiones en el recinto porque el bloque del Frente de Todos se opuso a continuar con la emergencia, como ya lo había hecho en septiembre. No obstante, la prórroga se sancionó por mayoría, con los votos de Juntos por el Cambio y el bloque Integrar.
La negativa del espectro opositor a seguir avalando la prorrogación de la Emergencia Sanitaria sancionada en la Ordenanza 16.866 estuvo fundada en el incumplimiento de la norma consensuada el 17 de marzo pasado. En base a esto, la bancada del Frente de Todos reiteró sus cuestionamientos al Gobierno comunal por la salida inconsulta del sistema provincial de fases, y puso reparos a la veracidad de los informes de gestión y gastos de la emergencia elevados por el Ejecutivo.
Así, el edil de Juntos por el Cambio, Luciano Grasso, presidente de la Comisión de Salud, justificó este pedido en las extensiones del estado de emergencia tanto en el ámbito de la provincia de Buenos Aires como a nivel nacional, y en la incertidumbre que aún domina el escenario.
“Estamos ante una crisis social, sanitaria y económica inédita. En marzo el Gobierno municipal comenzó a planificar la gestión integral de la pandemia y gracias a las herramientas otorgadas por unanimidad por este cuerpo se pudieron gestionar los ejes estratégicos”, ponderó.
Grasso destacó la “coherencia” del Gobierno municipal en la asignación de los recursos destinados a salud, que superaron los 70 millones de pesos, y expuso que, conforme a lo que marca la norma sancionada por unanimidad en marzo último, se presentaron los informes de gastos pertinentes sobre la desafectación de fondos con estos fines.
“Nadie sabe cómo se va a seguir comportando el virus, se habla de un rebrote, se está empezando a vacunar tibiamente, entonces tenemos que seguir planificando estratégicamente porque los ejecutivos deben tener herramientas disponibles. A esto lo hacemos entre todos o fracasa; y no fracasó aunque no acompañaron desde la oposición la prórroga anterior. No va a fracasar porque no la apoyen, esto es un fracaso en la oportunidad de hacer algo distinto”, opinó, en tanto apuntó a dejar de lado el “rédito político” para caminar juntos las crisis.
La mirada disidente
Seguidamente, el presidente de la bancada del Frente de Todos, Rogelio Iparraguirre, recogió el guante y retrucó que “fracasó la oportunidad de hacer algo distinto porque en julio se empezaron a dar las primeras señales de fracaso en la gestión de la emergencia sanitaria, y cuando se tiró por la borda el sistema de administración de la pandemia se terminó de consolidar ese fracaso”.
El legislador consideró que “la política se antepuso al bien común” y que no debe compartirse la responsabilidad entre quienes son oposición y quienes tienen el deber de gobernar. Y redobló la apuesta al sustentar la postura disidente en que no “confían” en el jefe comunal para darle “carta blanca” en un año electoral con el objetivo de redireccionar fondos.
Como ha evidenciado en numerosas ocasiones, señaló que “la responsabilidad es del Intendente que, aún siendo médico, permitió que primasen otros intereses y le contagió a la sociedad un espíritu adverso”. Al respecto, refirió que el denominado “sistema del semáforo” fue un intento errático de gestionar la crisis y que sufrió seis cambios sobre la marcha porque “no sabían muy bien qué hacer”.
“La gestión fue cualquier cosa menos estratégica y los informes son papelones porque mienten. Y se olvidaron de agradecer las donaciones “, esgrimió.
Además, apoyándose en la recientemente iniciada campaña de vacunación, auguró un panorama más alentador en torno al combate del virus en el futuro cercano, lo que mitigaría el estado de emergencia y descomprimiría la crisis sanitaria.
Para concluir, Iparraguirre también calificó como una “pantomima” la votación de la prórroga dado que ni el Ejecutivo, ni los concejales lunghistas, atendieron los reclamos y observaciones del arco opositor en torno a la administración de los recursos en el marco de la crisis sanitaria. “Tienen los votos y no les importa nada”, lanzó.
Los que acompañan al “Capitán”
Por su parte, la concejal Nilda Fernández, del bloque Integrar, expresó que su espacio acompañaría la prórroga porque el Municipio debe estar preparado ante un posible rebrote.
“Quiero seguir en este barco y no quiero dejar solo al capitán –el intendente Lunghi- y porque estamos juntos en esto. Sostengo lo mismo que dije en marzo: seamos más solidarios y trabajemos para que el sistema de salud no se resienta”, comunicó.
Tras otros cruces y chicanas, finalmente la extensión de las facultades que otorga la Emergencia Sanitaria fue avalada por los votos del oficialismo e Integrar y continuará hasta el 31 de marzo próximo.