Unidad Ciudadana advirtió que sin subsidios el transporte público se encamina al colapso
El concejal Darío Méndez analizó el complejo escenario que enfrenta Tandil en relación al servicio concesionado. Al incremento del 17,5 por ciento que solicitaron las empresas, se suma la incertidumbre por los 144 millones de pesos en subsidios que reciben las cinco líneas. Si el boleto supera los 30 pesos, habrá menos pasajeros. Además, el año próximo vence la concesión y en este contexto económico, será muy difícil plantear mejoras en las prestaciones.
El complejo escenario que enfrenta el servicio público de transporte urbano de pasajeros aguarda por su debate en el Concejo Deliberante. Las empresas pidieron un 17,5 por ciento de aumento de las tarifas para terminar el año y poder afrontar los compromisos, sobre todo con los choferes. En simultáneo, hay gran preocupación por el traspaso del transporte de la Nación a las provincias y el futuro de los subsidios, que para Tandil representan 144 millones de pesos. Sumado a esto, en septiembre de 2019 vence la concesión, una oportunidad para exigir mejoras en las prestaciones que se verá opacada por el contexto de crisis.
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Más allá del pedido de otro ajuste que presentó la Cámara de Transporte, el concejal de Unidad Ciudadana Darío Méndez expresó su preocupación por lo que pueda ocurrir en enero ante el recorte de los subsidios y advirtió que el sistema podría colapsar.
En principio, mostró preocupación porque la quita de subsidios recaerá sobre los trabajadores, a partir de la decisión del Gobierno nacional de traspasar el transporte a las provincias pero sin garantizar los recursos.
En Tandil, los subsidios para las cinco líneas de colectivos representan 144 millones de pesos. “Obviamente, el Municipio no va a atajar eso, que es el 10 por ciento del presupuesto municipal del último año que votamos. ¿Qué municipio va a poder atajar eso?”, cuestionó.
El concejal indicó que “en el presupuesto provincial no está contemplado, y la única salida va a ser trasladarlo sobre el boleto plano, que se iría a entre 30 y 40 pesos. Va a hacer colapsar el sistema público de transporte, porque es insostenible con ese nivel de costos, porque la gente no se va a poder subir al colectivo”.
Frente a ese panorama, Méndez auguró que las empresas empezarán a reducir frecuencias, a retirar unidades, despedir gente y hasta podría cerrar alguna línea de colectivos.
De ese modo, remarcó que las políticas de Cambiemos “están generando un combo explosivo porque van a descargar todo sobre la gente, porque la primera etapa fue de transferencia de recursos y ahora viene la segunda que es de ajuste del Estado. Todo eso va a recaer sobre la primera línea del Estado que es el Municipio y que es el que menor capacidad de respuesta tiene en ese sentido. Sí puede dar un bolsón de comida, pagar una boleta de 200 ó 300 pesos de luz, pero no va a resolver nada. Va a ser una bola que va a seguir creciendo”.
Sin subsidios, el boleto plano superaría ampliamente los 30 pesos, lo que llevaría a que muchos pasajeros no utilicen más el servicio. El legislador informó que ya en septiembre hubo un 11,65 por ciento menos de corte de boletos y de continuar la tendencia a la baja, se modificará el índice de pasajero por kilómetro, es decir que subirá el costo del pasajero transportado.
Los números
Los subsidios se componen de dos elementos: la compensación tarifaria y el precio del gasoil diferenciado. A la provincia de Buenos Aires se le reducen 25.420 millones de pesos en subsidios. Para lograr suavizar el ajuste general, el Gobierno nacional incluyó un fondo de “compensación” que asciende a 6.500 millones para toda la Argentina a repartir por el Ministerio de Transporte (con excepción de la Provincia de Buenos Aires).
En la provincia los subsidios ascienden a 25.420.416.675 de pesos, entre las líneas de colectivos del AMBA y del interior bonaerense. Tandil perderá 144 millones de pesos, casi 400 millones Bahía Blanca y unos 848 General Pueyrredón.
Del total de subsidios, esta ciudad recibe 95 millones por compensación y casi 49 millones para abaratar el gasoil.
La concesión
Sumado a esto, en septiembre de 2019 vence la concesión del transporte y la confección de un nuevo pliego licitatorio se entiende como una oportunidad para exigir mejoras en el servicio, como nuevos recorridos o extensiones, el boleto combinado universal, la incorporación de una unidad por línea con acceso para discapacitados, etc.
“Discutir una nueva concesión para el transporte público de Tandil, cuando uno tiene un montón de requerimientos para plantear, en un contexto de país como el que estamos analizando, no quedan muchas condiciones por imponer”, lamentó el vicepresidente de la Comisión de Transporte.
“En el país de Macri no se puede discutir nada por la positiva, es todo en detrimento. El presupuesto nacional es de ajuste brutal, con un promedio de 20 por ciento en todas las áreas. Tenemos 40 por ciento de inflación de este año más 20 por ciento de ajuste más la inflación del año que viene. Es una cosa de locos”, concluyó.
La discusión del pedido de ajuste del boleto es “política”
Por otra parte, el concejal Darío Méndez refirió que hace unos 20 días, se reunió la Comisión de Seguimiento del Transporte del Legislativo, donde el contador Juan Bilbao, en representación de las empresas de colectivos, expuso los números sobre los mayores costos para el funcionamiento del sistema.
“No difieren mucho de lo que pasa en el surtidor, de cómo sube la nafta para cualquier vecino y los costos de toda la gente”, indicó el edil y agregó que “nadie desconoce que la situación sea real, porque para todos es igual. La escalada inflacionaria que han tenido este año todos los rubros, y ya estamos en alrededor del 40 por ciento de inflación”.
Así, las empresas solicitaron un incremento del 17,5 por ciento del boleto plano (representa alrededor de dos pesos), debido a “una situación de déficit creciente consecuencia de los efectos de la espiral inflacionaria, la devaluación y la disminución y/o congelamiento de los subsidios”.
En la nota, aclararon que “no nos guía en este pedido ningún interés en recomponer niveles de rentabilidad, ya que esta ha sido pulverizada y no existe desde hace muchos meses, más bien perseguimos el objetivo de poder cumplir con nuestras obligaciones, en primer lugar con nuestros trabajadores, tratando de no repetir escenarios como los de Río Paraná o Metalúrgica Tandil, y buscando sostener un servicio esencial para la comunidad”.
“No es un debate de costos”
“Entendemos que el servicio de transporte se tiene que sostener, que hay que solventarlo, que no sale gratis, pero también representamos a la ciudadanía de a pie, a aquellos que son los usuarios del transporte, y ellos están sufriendo en igual o mayor medida el impacto de la crisis que ha generado el Gobierno”, sostuvo Méndez.
Y anticipó que van a evaluar “cómo se movió el índice de variación salarial y el oficial del Indec está dando, para los últimos 12 meses, 22,8 por ciento y el boleto ya se aumentó 22 por ciento este año. Entonces si trasladamos cualquier costo por encima de eso sobre las espaldas de los trabajadores, seguimos descargando la crisis sobre los trabajadores, los jubilados y los desocupados, que es lo que ya viene haciendo el Gobierno con el incremento de tarifas, alimentos, combustibles, con todas las paritarias por debajo de la inflación. Ni hablar de los jubilados ni de los estatales”.
Y evaluó que “el problema termina siendo político, no una discusión de costos. Si nos agarramos simplemente de la discusión de costos, estaríamos incrementando el boleto todos los meses y sin fin. El problema es que hay un esquema político que deliberadamente ha determinado que sean los trabajadores, los jubilados, los pensionados y los comerciantes y los productores de las pymes los que paguen la transferencia de ingresos a los sectores concentrados, los sectores financieros, los agroexportadores y de servicios públicos”.