Unidad Ciudadana insiste con la urgencia de crear el protocolo de egreso de la Casa Martha Pelloni
Silvia Nosei, autora del proyecto, realizó modificaciones a pedido del oficialismo, pero la propuesta sigue “a las vueltas”. Mientras tanto, la mayoría de las víctimas que dejan la Casa de Abrigo, ante la falta de un apoyo integral, regresa al círculo de violencia. La iniciativa contempla una asignación económica, alojamiento con un banco de viviendas y otro de muebles, la atención integral para las mujeres y sus hijos, capacitación e inserción laboral, entre otros aspectos esenciales para evitar la reincidencia.
La violencia intrafamiliar y de género sigue entre los temas más relevantes de la agenda pública. El Concejo Deliberante, como caja de resonancia de las problemáticas de la sociedad, mantiene en tratamiento el proyecto de ordenanza para la creación del protocolo de egreso de la Casa de Abrigo Martha Pelloni para víctimas de violencia de género y sus hijos. Su autora, Silvia Nosei, expresó preocupación ante la falta de definiciones y clamó por resolver la necesidad de una atención integral a las mujeres para evitar la reincidencia, es decir, que vuelvan al círculo del cual intentaron salir.
Recibí las noticias en tu email
El año pasado, la concejal de Unidad Ciudadana presentó la propuesta que se trató en comisión “pocas veces”. Sin embargo, incorporó las modificaciones que le sugirieron desde el oficialismo y ahora aguarda oportunidades para continuar el debate.
Un mes después de que su proyecto tomara estado legislativo, las concejales de la UCR Cambiemos presentaron otra propuesta, el Fonevig -Fondo de Emergencia para Víctimas de Violencia de Género-, que tenía muchas coincidencias con el de Unidad Ciudadana. La iniciativa oficialista se aprobó en el recinto, empero no se puso en marcha.
Al comparar las dos propuestas, Nosei señaló que el Fonevig no trabaja de manera específica con el egreso de las víctimas de violencia de la Casa de Abrigo, sí apunta a cuestiones que necesitan las mujeres, como vivienda, trabajo, el abordaje multidisciplinario de los niños y que se garantice su acceso a la salud y a la escolarización.
“Se aprobó, pero todavía no lo pusieron en práctica. No se reglamentó ni se implementó”, dijo y bregó por brindar una solución para estas mujeres que vuelven a los círculos de violencia por no contar con posibilidades de reencausar sus vidas.
“La cuestión que esto está en vueltas. Ni aprueban el mío, ni implementan el Fonevig, ni se fijan en que hay felices coincidencias. Entiendo que, en definitiva, no les importa”, lamentó la exreferente de Red Solidaria.
En ese sentido, cuestionó las respuestas que recibió de las autoridades de Desarrollo Social, quienes a través de una nota le informaron que ya cuentan con un protocolo, y aclaró que esa herramienta tiene que ver con la estadía de las mujeres en el refugio. Sin embargo, “cuando salen, quedan a la deriva y acuden a las organizaciones sociales para conseguir ayuda” con alimentos, muebles, etc.
Los cambios
La concejal Nosei explicó que reformó el proyecto “cada vez que el oficialismo se lo ha pedido” y detalló los cambios.
En principio, la iniciativa delega en la Dirección de Políticas de Género y Diversidad Sexual la elaboración del protocolo de egreso de la Casa de Abrigo, que tendrá en cuenta la creación de un régimen de asignaciones económicas.
“Nosotros proponemos que una vez que sale la mujer de la Casa de Abrigo y hasta que se reinserte laboralmente, la asignación no pueda ser inferior al Salario Mínimo Vital y Móvil y que sea compatible con la Asignación Universal por Hijo”, manifestó y detalló que la ayuda se deberá otorgar al momento del egreso.
En ese aspecto, resaltó que la importancia de esta herramienta se ve corroborada con el proyecto oficialista del Fonevig, que tiene como finalidad brindar asistencia económica a víctimas de violencia de género que requieran intervención específica y menciona la agilidad en la tramitación. “Nosotros, con otras palabras, planteamos lo mismo: la inmediatez, que la mujer perciba las asignaciones en el momento del egreso”, evaluó.
Por otro lado, entre las modificaciones, quitó el acceso a terrenos fiscales para las víctimas e incorporó la creación de un banco de viviendas en condiciones de ser habitadas en forma inmediata, “hasta tanto ella pueda estar en condiciones y fortalecida para salir en la búsqueda de un alquiler”.
En ese punto, sumó que “el Estado municipal cuente con un banco de mobiliario para poder equipar las viviendas, además de garantizar la conexión de servicios de luz, gas y agua”, y advirtió que este punto coincide con un artículo del Fonevig que habla de un “ajuar indispensable de uso doméstico, cosas muebles, hospedaje y/o transporte de la víctima”.
Otro aspecto que remarcó fue el “acompañamiento psicológico a la víctima e hijos, después de su egreso de la Casa de Abrigo, hasta tanto la mujer pueda reinsertarse a una vida libre de violencia con las herramientas necesarias para seguir su vida de manera independiente”.
La relevancia del empleo
Además, propone asistir a la víctima en la búsqueda laboral y articular con personal capacitado para que pueda dejar a sus niños mientras busca trabajo o completa los trámites de su egreso. “El personal tiene que estar capacitado, no se puede poner a cualquiera a contener a niños que ya de por sí vienen de una vida difícil”, enfatizó la edil y agregó que va más allá de “tener perspectiva de género”.
Por último, consignó que el área municipal deberá “articular con jardines de infantes, escuelas primarias y secundarias cercanas a la zona de vivienda de la egresada para que sus hijos puedan asistir sin interrumpir la escolaridad y en un radio de cercanía que les facilite la asistencia a los establecimientos educativos”.
En la reforma incluyó un nuevo artículo que establece que la Oficina de Empleo creará un programa de formación e inserción laboral de las víctimas, para lo cual el Municipio podrá realizar convenios con empresas y organizaciones públicas o privadas.
Por último, impulsa incrementar la cantidad del personal con el objetivo de “dar continuidad al trabajo que se realiza dentro de la Casa de Abrigo una vez que la víctima egresa y así asegurar el acompañamiento permanente de ella y de sus hijos, garantizando la atención psicológica, el bienestar general y la articulación con el Sistema Integrado de Salud para la asistencia, si fuera necesaria”.
Un cuello de botella que deriva en la reincidencia
Al reseñar las modificaciones que efectuó en su proyecto, la concejal Silvia Nosei señaló que en los considerandos resumió que “para el Estado municipal es un gasto de recursos innecesario el no tener claras políticas de egreso, ya que se produce un cuello de botella, donde quedan estancadas las mujeres que, al no lograr la independencia económica, vuelven al circuito de pedido de ayuda que recae directamente en la Secretaría de Desarrollo Social”.
En ese sentido, reflexionó que este protocolo para asistir a la mujer en estado de vulnerabilidad demanda recursos, pero “si no sale de una vez por todas, después, el mismo Municipio tiene que afrontar más gastos, porque va a volver a caer en esos mismos circuitos. Hoy hay reincidencia y además, para las que están externadas no está resuelto nada, porque vuelven a deambular por la garrafa, el bolsón de comida, la tarjeta, por algún problema en la niñez que interviene el Servicio Local. Son los efectos colaterales de la falta de atención integral”.
Por otra parte, señaló que “siguiendo con la innegable necesidad que hay en materia de resolver la problemática de las víctimas de violencia de género, también se presentó el proyecto de ordenanza para la creación el Fonevig, emergencia que ya habían planteado los concejales del Frente para la Victoria en 2016. Es decir que resulta indispensable el tratamiento y resolución por medio de políticas públicas claras que consideren la integralidad de la persona y su grupo familiar”.
En ese sentido, indicó que “de la misma manera que existe un protocolo para las mujeres víctimas de violencia en la Casa de Abrigo, se reconoce la necesidad de que haya un protocolo de egreso, considerando un seguimiento de la mujer y sus hijos durante el tiempo necesario hasta que pueda rearmar su vida libre de violencia”.
Y agregó que la implementación del protocolo de egreso “permitirá fortalecer el autovalimiento de las mujeres que egresan en pos de que no vuelvan a entrar en los circuitos de violencia de los que intentan salir”.
Por último, planteó que por el tiempo que pasó entre la presentación de su proyecto y el tratamiento –está en comisión-, cambiaron los montos de la ayuda económica que les ofrecen a las mujeres para el pago del alquiler, pero “sigue siendo insuficiente”.