No entran los aviones grandes e idearon una curiosa solución
Con 73 metros de longitud, el Airbus 380 es el avión de pasajeros más grande del mundo. Todo un orgullo para la fabricante europea de aviones, pero también un problema para empresas y aeropuertos: el A380 suele no entrar en los hangares, habituados a aeronaves más pequeñas.
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Entonces, o se construyen hangares más grandes o se los guarda pero dejando las puertas abiertas, lo que acarrea inconvenientes con la lluvia, la nieve y el frío, sobre todo para el personal de mantenimiento.
Pero a estas dos opciones la línea aérea alemana Lufthansa le sumó una tercera posibilidad, poco ortodoxa quizás, pero muy efectiva: para sus instalaciones de Múnich (Alemania), encargó a la empresa Butzbach la construcción de unas puertas especiales, cuyas hojas tienen un “recorte” en cada lateral, de modo que pueden cerrarse adaptándose al fuselaje, dejando fuera del hangar solamente la cola del avión.
Las puertas especialmente diseñadas, que miden 22 metros de alto por 11 de ancho y pesan unas 20 toneladas, comenzaron a utilizarse en noviembre pasado, y ahora los trabajadores pueden operar con confort en los cinco A380 que Lufthansa tiene en Múnich, que hasta marzo pasado solían “dormir” en el aeropuerto de Frankfurt.
Estos aviones entraron en servicio en 2007, 25 años después de que se construyeron estos hangares.