Elecciones
Japón, la coalición del primer ministro mantendrá la mayoría, pero perderá bancas en el parlamento
La emisora pública NHK proyectó que el gobernante Partido Liberal Democrático y su socio de coalición, Komeito, obtuvieran entre 239 y 288 de los 465 escaños en la Cámara Baja, la más poderosa de las dos que confirman el Parlamento japonés.
La coalición del primer ministro Fumio Kishida mantendrá el poder en Japón con la mayoría en las elecciones generales de ayer, pero perderá algunas bancas en el parlamento, en un revés para su gobierno de semanas que lidia con una economía golpeada por el coronavirus y desafíos de seguridad regional, según encuestas a boca de urna.
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"Pienso que hemos conseguido una valiosa confianza" de los electores, dijo Kishida a periodistas, informó la agencia de noticias AFP.
La emisora pública NHK señaló que el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD) y su socio minoritario de coalición, Komeito, obtendrían cerca de 261 de los 465 escaños en la cámara baja, por debajo de los 305 que lograron en los pasados comicios.
De conseguir 261 bancas, la coalición alcanzaría una "mayoría absoluta estable", un escenario en el que todos los comités permanentes podrían estar presididos por un miembro del partido gobernante, lo que le permitiría aprobar proyectos de ley sin problemas.
Sin embargo, la NHK prevé que la formación logrará hoy tan solo 234, lo que representaría el peor resultado de este partido desde 2009.
Se esperaban resultados oficiales para la madrugada del lunes (la tarde del domingo en la Argentina).
El secretario general del PLD, Akira Amari, indicó en un programa de televisión poco después de cerrados los comicios que se trata de "un resultado severo".
"La gente estaba insatisfecha y preocupada por la pandemia de Covid-19 y eso se reflejó en el resultado de las elecciones", agregó Amari.
En tanto, Kishida consideró que la pérdida de bancas proyectada se debe en parte a la estrategia de los partidos de oposición de presentar candidatos unificados en muchos distritos electorales de un solo legislador, pero también al juicio de los votantes sobre sus predecesores durante los últimos cuatro años.
Kishida, de 64 años, fue elegido primer ministro el 4 de este mes, después de ganar la carrera por el liderazgo en su partido, y disolvió la cámara baja solo 10 días después de asumir el cargo.
Los líderes conservadores del partido lo vieron como un sucesor seguro del statu quo de Yoshihide Suga y su influyente predecesor Shinzo Abe.
Apoyo
La tarea inmediata de Kishida fue la de reunir apoyo para un partido debilitado por el enfoque que se percibe como prepotente de Suga hacia las medidas frente a la pandemia del coronavirus y su insistencia en celebrar los Juegos Olímpicos de Tokio a pesar de la oposición generalizada debido a una gran cantidad de infecciones, que desde entonces disminuyeron de forma drástica.
Kishida enfatizó repetidamente su determinación de escuchar a la gente y abordar las críticas que el liderazgo de Suga durante nueve años había avivado sobre la corrupción, domesticado a los burócratas y amordazado a las opiniones opuestas. La campaña se centró en gran medida en las medidas de respuesta ante la Covid-19 y en la revitalización de la economía.
Si bien el partido gobernante enfatizó la importancia de tener un ejército más fuerte en medio de las preocupaciones sobre la creciente influencia de China y la amenaza nuclear y de misiles de Corea del Norte, los partidos de oposición se centraron en cuestiones de diversidad y presionaron por la igualdad de género.
El PLD se opone a la legislación que garantiza la igualdad de las minorías sexuales y permite la separación de apellidos para las parejas casadas.
Los líderes de la oposición se quejan de que los gobiernos recientes del PLD ampliaron la brecha entre ricos y pobres, no apoyaron la economía durante la pandemia y estancaron las iniciativas de diversidad e igualdad de género.
De los 1.051 candidatos, solo el 17 por ciento son mujeres, a pesar de una ley de 2018 que promueve la igualdad de género en las elecciones, que es ineficaz porque no hay sanción. Las mujeres representan alrededor del 10 por ciento del Parlamento, una situación que los expertos en derechos de género denominan "democracia sin mujeres".
Dos horas antes del cierre de mesas, la participación se situó en el 31,6 por ciento, más alta que el 30,0 por ciento a la misma hora en las elecciones generales de 2017, cuando la presencia final alcanzó el 53 por ciento. (Télam).