Independiente fue vapuleado en su cancha y buscará la hazaña en Pergamino
Independiente sufrió anoche un durísimo golpe en su polideportivo Duggan Martignoni, donde abrió con una categórica derrota la serie de cuartos de final del Provincial de Clubes de básquetbol ante Gimnasia y Esgrima de Pergamino. La visita se impuso por 77-60 y tendrá dos oportunidades para sellar su clasificación al cuadrangular final, del que será organizador en caso de integrarlo.
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Más allá de tener frente a sí a un rival de altísima exigencia, el rojinegro estuvo muy lejos de su mejor versión. Su noche vino mal barajada y no logró tener a mano una reacción para al menos forzar un desenlace equilibrado que le permita encarar el resto del play off con otro semblante.
Gimnasia no le tuvo piedad, mantuvo su intensidad hasta el último sonido de la chicharra y le terminó asestando su derrota más categórica en casa desde su regreso al Provincial en 2015.
El principal déficit de los tandilenses decayó en una ofensiva nunca confiable, entre carencias propias y el mérito de un rival que desarrolló una notable faena en ese costado de la cancha.
Anotar apenas 9 puntos en cada uno de los cuartos centrales fue un hándicap demasiado grande otorgado por el dueño de casa, que ingresó al último capítulo habiendo acopiado apenas 34 tantos, cifra con la cual soñar con un triunfo se vuelve casi quimérico.
Leandro Mateo comenzó absorbiendo el ataque rojinegro, aportando 8 de los 9 primeros puntos de su equipo, con dos triples incluidos. Fue de los pocos que tuvo libertad para lanzar desde el perímetro. Tras realizar su scouting, el cuerpo técnico visitante mandó una marca asfixiante sobre el tándem Dilascio-Hartstock (de gran injerencia en el juego entre ambos en Tandil por la primera fase), impidiéndoles a ambos integrantes de la media cancha siquiera apuntar desde el perímetro, y una atención similar para Andrizzi, que se las ingenió para encestar un triple en las postrimerías del cuarto inicial. Por diseño, la “licencia” la tuvo “Juani” Mateo, afectado en la confianza en sus últimos tiempos, tendencia que quedó expuesta en un par de tiros desacertados, tomados más por obligación que por convicción.
Gimnasia contrastó esa dependencia de Leandro Mateo que mostraba su adversario con una ofensiva nutrida de variantes. Hubo juego interno con Chervo, un interno de respetable porte y al mismo tiempo hábil en sus movimientos de pies, y penetraciones con Renzi y Maffei, quienes también aportaron gol desde el perímetro. Todo ello, coronado con el brillante segundo cuarto de Marelli (10 puntos en el parcial), baluarte a la hora de establecer sociedades para dibujar el pick and roll y hacer estragos ante una defensa sin las herramientas para combatir esa movida.
El local, que se ilusionó con la remontada cuando clavó un parcial de 10-2 en el cierre del primer capítulo, lejos estuvo de apuntalar su reacción. Su rival lo secó y volvió a incrementar su diferencia, poniéndola en un techo de 14 (25-39) al momento del descanso largo.
El partido tendría apenas unos minutos más como tal, los que tardaría Independiente en terminar de desconfigurarse. La regularidad de un Gimnasia que nunca se apartó de su libreto hizo su parte.
Así fue que comenzó a forjarse una versión desdibujada del rojinegro, algo poco frecuente dada la jerarquía y experiencia de muchos de sus componentes, atributo que suele mantenerlo de pie en las más crudas adversidades.
Pero esta vez los pergaminenses quebraron también anímicamente al local, que encadenó una frustración tras otra. Pudo verse entonces un combo de apresuramientos, desatenciones y desprolijidad. Para colmo, por contagio llegaron otras pálidas poco habituales como lanzamientos abiertos que no llegaron a destino y falta de puntería desde la línea de libres de jugadores habitualmente seguros como Andrizzi y Hartstock.
Procurando evitar cualquier atisbo de reacción, Gimnasia canalizó para bien su momento de gracia y de a ratos brindó la sensación de que sería capaz de hacer lo que fuese con solo proponérselo.
De ese modo, el último cuarto fue solo para cumplir, con un equipo que desde mucho antes se sabía ganador y otro cuyo único deseo, a esa altura, era terminar cuanto antes con semejante suplicio.
Dos triunfos locales
Sportivo Pilar y Estrella de Bahía Blanca fueron los locales que se impusieron ayer en el arranque de los cuartos de final del Provincial.
Los pilarenses derrotaron a Atenas de La Plata por 73-69, mientras que Estrella dio cuenta de Regatas de San Nicolás por 82-71.
Por su parte, Sarmiento de Coronel Suárez festejó en su visita a Los Indios de Junín por 82-67.
Los equipos que anoche fueron visitantes disponen de la ventaja de localía, con lo cual jugarán el viernes como anfitriones, al igual que el sábado en caso de necesitarse un tercer y decisivo encuentro.
INDEPENDIENTE 60-GIMNASIA 77
INDEPENDIENTE DE TANDIL
Santiago Dilascio 9
Emmanuel Hartstock 7
Valerio Andrizzi 5
Juan I. Mateo 3
Leandro Mateo 12
Matías Gutkin (x) 3
Lautaro Lanusse 14
Gustavo Argüeso 2
Alvaro Yarza 5
Jonathan Carabajal 0
DT: Nicolás Rusconi
GIMNASIA Y ESGRIMA DE PERGAMINO
Nicolás Maffei 12
Franco Cionco 10
Andrés Renzi (x) 12
Giuliano Marelli 16
Martín Chervo 19
Eugenio Lavezzo 0
Pablo Danloy 0
Federico Andereggen 8
Federico Gabetti 0
DT: Guillermo Bargiano
Cancha: Independiente.
Arbitros: Sebastián Giannino (Bahía Blanca), Noel Leguizamón (Mar del Plata) y Mauro Pereyra (Mar del Plata).
Parciales: 16-20, 25-39 y 34-61.
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