EL DEBUT, ANTE MÓNACO
Los siete escalones rumbo a la gloria
Del Potro redondeó una consagración brillante, con triunfos ante Nadal y Federer. En su estreno, vapuleó a “Pico” en el duelo entre tandilenses.
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Camino a la obtención de su primer título de Grand Slam, Juan Martín Del Potro acumuló siete triunfos, cediendo apenas cuatro sets, dos de ellos en la final.
El sorteo del cuadro principal del último “grande” de 2009 deparó un choque entre tandilenses en primera ronda.
“Delpo”, en ese entonces sexto en el ranking mundial, comenzaba su recorrido en Nueva York con el segundo enfrentamiento en torneos de orden ATP frente a Juan Mónaco.
“Pico” no tendría chances ante un adversario inspirado, consiguiendo apenas siete games. El luego campeón se impuso por 6-3, 6-3 y 6-1, poniendo 1-1 el historial entre ambos en el que sería el último enfrentamiento.
Con sendas victorias ante tenistas austríacos, el por entonces pupilo de Franco Davín se ubicó en octavos de final sin sobresaltos. Primero despachó a Jurgen Melzer por 7-6, 6-3 y 6-3, y luego a Daniel Koellerer (6-1, 3-6, 6-3 y 6-3).
Un triple 6-3 sobre el español Juan Carlos Ferrero puso a Del Potro por segunda temporada consecutiva entre los ocho mejores del US Open.
El choque ante el croata Marin Cilic, con quien a través de su carrera mantuvo un “clásico generacional”, no comenzó bien para el tandilense, que terminó reponiéndose para redondear su triunfo por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-1.
La “víctima” en semifinales sería nada menos que el español Rafael Nadal, en ese momento número 3 del ranking. “Delpo” fue contundente y, con un triple 6-2, consumó la tercera de sus seis victorias sobre “Rafa”.
Semejante triunfo lo depositó en la final ante otra leyenda, el suizo Roger Federer, ante quien Del Potro lograría uno de los triunfos más notables de su carrera. Consumarlo no le resultaría sencillo. La inolvidable final en Flushing Meadows, se extendió durante unas cuatro horas y llegó al quinto set.
El 3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 6-2 de la primera de sus siete victorias sobre “Su Majestad” significó un sueño cumplido para el tenista formado en las canchas del club Independiente, que desde pequeño se ilusionaba con consagrarse en el certamen estadounidense.
Coronarse en el escenario elegido, que sea recién en el quinto set, y doblegar al número 1 del mundo fueron condimentos que volvieron ideal esa conquista.
Así, con apenas 20 años, “Delpo” escribió una página gloriosa en la historia del tenis argentino, sumándose a Guillermo Vilas y Gastón Gaudio como únicos argentinos ganadores de Grand Slam.