BÁSQUETBOL
Nocioni: “Es injusto comparar a la ‘generación dorada’ con el equipo actual”
De visita en Tandil, “Chapu” se refirió al presente del seleccionado. Descartó la chance de ser entrenador y avizoró un futuro NBA para Luca Vildoza.
Andrés Nocioni es una de las figuras ilustres en la historia del básquetbol argentino. Parte fundamental de la “generación dorada”, campeón olímpico en Atenas 2004 y subcampeón mundial en Indianápolis 20002.
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Su jerarquía y entrega dentro del rectángulo lo transforman en un referente no sólo en la selección sino también en los clubes que ha integrado.
Además de los mencionados logros con la albiceleste, fue campeón europeo con Real Madrid y es uno de los pocos argentinos que llegó a la NBA, la liga por excelencia del básquetbol mundial.
Convocado para ser parte de una clínica solidaria, Nocioni visitó Tandil ayer.
En Época de Quesos, el exalero del seleccionado nacional brindó una conferencia de prensa, a través de la cual abarcó distintos temas, entre ellos la actuación de Argentina en el Mundial que se disputa en China.
-“No conocía Tandil, es un honor llegar a esta ciudad. Mi visita responde a una colaboración, quiero dar una mano, mientras tengo tiempo no me molesta para nada hacerlo, es por una linda causa. Empezamos a hablar de mi visita hace tres o cuatros meses y busqué la fecha para poder estar. Está bueno ayudar a los chicos que necesitan un tratamiento ante una enfermedad indeseada”, comenzó contando “Chapu”.
-Se está jugando el Mundial y, después de mucho tiempo, te toca verlo desde afuera.
-Sí, pero no siento nostalgia. Estoy tranquilo, contento con mi retiro, creo que tomé una buena decisión, en el momento en que creí que debía hacerlo. No tengo la necesidad de volver a jugar ni me dan ganas de hacerlo cuando veo los partidos. Sí me gusta mirar los juegos, apoyar al equipo, no viajé a China por cuestiones personales y de distancia, pero sigo desde muy cerca a la selección argentina. Me pone orgulloso ver al equipo en tan alto nivel.
-Una selección que atraviesa una nueva etapa.
-Sí, creo que se cerró un ciclo muy bueno, que tuvo un equipo muy competitivo, con muchos triunfos, mucho éxito. Se abre otra etapa y está muy bien, el equipo hoy es igualmente competitivo. Es complicado volver a la posición que se ocupó en algún momento, no va a ser algo rápido, Argentina nunca fue una potencia en el básquetbol, siempre fuimos, más o menos, lo que somos ahora, estar entre los ocho mejores del mundo. Pero es positivo que no se haya dado un cambio drástico, el equipo sigue a un buen nivel. Sigue siendo una selección que no cualquiera se quiere cruzar. La gente está prendida con este grupo, yo sigo los movimientos en las redes y en los medios, y encuentro, por ejemplo, que en radios que no suelen hablar de básquetbol hoy lo están haciendo.
-La comparación de este equipo con la “generación dorada” se ha vuelto inevitable. ¿Estimula o perjudica a los jugadores actuales?
-A mí, las comparaciones no me gustan para nada, ellos deben ser ellos mismos. Es injusto para los jugadores actuales comparar la “generación dorada” con lo que viene. Ellos lo han sufrido, más que nada, al principio, cuando había más jugadores de aquella camada, como “Manu”, Luis Scola, yo y alguno más. Ahora, los actuales son ellos mismos y es lo más importante, que tengan su propia personalidad, su propia carrera. Es bueno que la selección siga creciendo, trayendo nuevos jóvenes. Las comparaciones son normales, van a suceder, pero vienen más por el lado de la prensa que por el nuestro, nosotros no nos comparamos porque no tiene ningún tipo de importancia.
-Otra comparación que ha surgido, por características, es Nocioni-Garino.
-Garino es Garino. Es un jugador de altísimo nivel, tiene su juego, su personalidad. Varias veces me ha dicho que he sido un espejo para él cuando era chico y que jugar conmigo le significaba un orgullo, obviamente que se lo agradezco, pero tengo claro que él es un jugador con estilo propio.
-¿Serbia es el rival a vencer en el Mundial, el que debería evitar Argentina en cuartos de final?
-En cuartos de final, cualquier cruce es complicado. Podemos pensar que el eslabón débil de ese grupo es España, que no deja de ser un equipazo, con grandes jugadores, grandes, atléticos y con mucha experiencia. Me parece que Serbia está por encima y es el candidato número 1 a salir campeón. Creo que se llevará el torneo de no mediar alguna sorpresa. España es un equipo de los que podría estar en semifinales. Argentina está haciendo lo que tiene que hacer, seguir los pasos que tenía previstos, y ganarse un lugar entre los ocho mejores.
-¿Cuán importante es la continuidad de “Oveja” Hernández como entrenador a través de los años?
-Es un entrenador muy capaz, de altísimo nivel, conoce muy bien a todos los jugadores, como también la Liga Nacional y el básquetbol europeo. “Mamó” un poquito lo que fue el equipo anterior, entonces puede transmitir algún tipo de experiencia dentro del actual. Es un buen líder, es bueno que haya tenido una continuidad. A futuro, se verá si es la mejor opción o no, de acuerdo con lo que decida la CABB. Yo siempre estuve de acuerdo con su presencia, es un gran entrenador.
-Hernández viene utilizando poco a determinados jugadores, como Gallizzi, Redivo o Fjellerup. ¿Podría pagarlo caro en algún momento del torneo?
-Es una decisión de alguien que siempre se caracterizó por eso. Siempre eligió darle confianza a un núcleo de jugadores fuerte para que crezcan y se potencien jugando muchos minutos. También ha sabido administrar los minutos de los jugadores y hacerlos entrar en el momento justo y sacarles mucho rendimiento. Por ejemplo, a Paolo Quinteros en Beijing 2008. El otro día, Máximo (Fjellerup) ingresó y rindió muy bien. A él le gusta jugar con un núcleo cerrado, pero no necesariamente es algo que le vaya a jugar en contra o a favor. Es una manera de ver el básquetbol y de manejar un equipo.
-¿Cuál es el aporte intangible de Scola?
-Su factor fundamental, más allá de lo que es obvio y está “tirado sobre la mesa”, pasa por su capacidad de auto exigencia y el deseo de progreso que tiene. A los 40 años, sus ganas de prepararse a un nivel altísimo son las mismas que las de un chico de 20. Luis cambió su dieta, su forma de entrenar, de ver el básquetbol, todo en función de perdurar y mantenerse en la élite. Es un ejemplo, no sólo para un deportista, para cualquier persona en el día a día. Fue a China y habla mandarín, fue a Estados Unidos y habla inglés. Él no es sólo deporte, en lo global tiene un contenido muy positivo.
El mundo NBA
-¿Que Campazzo no esté en la NBA es porque ésta no es tan perfecta?
-Pienso que sí, que debería estar. A veces, no se dan las circunstancias o el momento. Hubo muchos equipos interesados, pero ninguno serio. Facundo decidió renovar en Real Madrid, que es un equipo de NBA fuera de ella, entonces no está tan mal. Pero me gustaría verlo jugar en la NBA, compitiendo con grandes bases del mundo, ya demostró que puede hacerlo.
-¿Al margen de su jerarquía, qué otro factor necesita un argentino para llegar a la NBA?
-Hay condiciones de contratos, intereses económicos, muchas cosas, no sé… Está claro que la calidad y la personalidad son fundamentales, y Campazzo las tiene. Es cuestión de estar en el momento justo, en el lugar correcto. Él está en Real Madrid, que le ofreció una renovación de cinco años con un muy buen dinero, la NBA no se decidía y él optó por quedarse en Europa, es totalmente lógico. En ningún momento, la NBA vino desesperada por él. Pero, tarde o temprano, algún argentino va a llegar a la NBA. Para mí, Luca Vildoza es un candidato, sobre todo porque le queda un año de contrato en el Baskonia y tendrá la posibilidad de quedar libre el año próximo, justo en el draft.
-¿La brecha NBA-FIBA se está acortando?
-Sí. Hace unos años, Estados Unidos competía con equipos sin jugadores NBA y tenía chances de ser campeón. Hoy, ya no le alcanza. La NBA consume muchos jugadores europeos, se lleva los mejores talentos. Hay jugadores griegos que dominan la NBA, algo impensado años atrás. Jokic es uno de los mejores pivotes de esa liga y es serbio.
A futuro
-¿Te ves dirigiendo?
-No. Puedo llegar a estar en alguna institución desde otra función, o tener algún campus, preparar a algún chico porque alguien me lo pida o algo así. Como entrenador no me veo, que haya sido jugador no significa que en el futuro deba dirigir. Algunos, por naturaleza, eligen ese camino, como Pablo Prigioni. Es respetable, pero yo no estoy en ese grupo.
-¿Te seduce ocupar una función similar a la de “Pancho” Jasen, que recluta jugadores de Argentina y Brasil para una franquicia NBA?
-Hoy estoy muy tranquilo con lo que hago. Manejo mi propio negocio y no estoy ligado al básquetbol. No tengo la necesidad de hacer algo así, pero si se da la oportunidad y tengo ganas, lo veré. Hoy, no tengo intenciones de meterme con algo vinculado al básquetbol, lo cual no quiere decir que con el tiempo no lo haga.
-¿Cómo ves la Liga Nacional?
-Como siempre, está competitiva y linda de ver. Algo desordenada, difícil de seguir, entiendo la filosofía de querer darle más protagonismo al básquetbol desde los medios en el día a día. Pero tampoco la prensa puede seguirte de lunes a lunes. No somos la NBA, que tiene la capacidad de hacer esas cosas. Somos otro país, otra sociedad, el calendario de la Liga Nacional debería reajustarse, revisar la cantidad de equipos, algo que no es tan sencillo. También entiendo que subiendo la cifra, se les ha dado mucho trabajo a los jugadores, pero a costa de sacarle un poco de calidad a la competencia. Para mí, hay que reverlo.