Tandil estuvo a la altura pero no pudo festejar
La selección tandilense intervino el fin de semana en el Zonal de Mayores de básquetbol, buscando la única plaza para el Provincial que organizará Olavarría a mediados del mes próximo. Los dirigidos por la dupla Carlos Zulberti-Nicolás Rusconi estuvieron a la altura del torneo aunque no pudieron conseguir el boleto para la instancia superadora.
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Los tres partidos del certamen mostraron la paridad como factor en común. El paso de los tandilenses por la ciudad balnearia dejó algunas aristas positivas. Desde lo colectivo, un equipo que de a ratos funcionó bien pese al escaso tiempo de trabajo. En cuanto a lo individual, lo sobresaliente pasó por Emmanuel Hartstock en el perímetro y por Ignacio Zulberti en la zona interior. El primero mantuvo el altísimo nivel que mostró con Independiente en Pilar, durante el cuadrangular final del Provincial de Clubes, mostrando capacidad de liderazgo, manejo de los tiempos y oportunismo para responder en momentos cúlmines, algo que resultó determinante en el choque ante los tresarroyenses. Por su parte, el hijo de uno de los entrenadores marcó diferencias en la pintura, no solo anotando sino también aburriéndose de bajar rebotes pese a tener que luchar por momentos con jugadores de mayor talla. Ambas figuras, bien rodeadas por esa garantía de rendimiento llamada Valerio Andrizzi, las ráfagas de Gastón González y la conducción de un Santiago Dilascio que aportó habilidad y gol, siendo importante pese a sus altibajos.
La falta de otro interno con injerencia terminó costándole el título a Tandil. Quedó claro que Juan Pablo Trapote sintió la inactividad con la que llegó al certamen, que el cuerpo técnico no terminó de confiar en Jonathan Carabajal y que la ausencia de Alejandro Arca terminó siendo gravitante. Dicha carencia fue capitalizada en la final por los necochenses en un juego que no de casualidad tuvo como figura estelar a Leandro Mateo, quien lució sus capacidades técnicas y físicas usufructuando las limitaciones de su rival en esa posición.
También es claro que el diseño del fixture -a cargo de los locales- tuvo su implicancia. Los tandilenses afrontaron su segundo partido apenas seis horas después de haber culminado el primero, ante un rival que tuvo casi un día para recuperarse. Ciertamente, la desigualdad se vio potenciada al ser el tandilense un plantel en el que, entre los jugadores que absorbieron más minutos, contó con varios de avanzada edad (Andrizzi 41, y Hartstock, Trapote y Novara, 35).
Sendos factores, combinados con la localía, aditamento que siempre brinda un plus, le permitieron al anfitrión cortar las redes y ser el encargado de representar a la zona IV en el Provincial del mes próximo, muy probablemente con alguno/s de los integrante/s del plantel tandilense como refuerzo/s.
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