La Comedia Universitaria realizó un espectáculo para concientizar en una empresa de Olavarría
Por segundo año consecutivo la Comedia Universitaria, dirigida por Carlos Catalano, fue convocada para poner en escena una pieza teatral que permita sensibilizar al respecto de las normas y procedimientos de seguridad que se deben cumplir en empresas de alto riesgo como lo es Cemento Avellaneda.
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La obra se denominó “El riesgo es que te olvides” y tuvo su presentación el pasado jueves 27 de abril en el marco de la Semana de la Seguridad. La producción y asistencia de dirección estuvo a cargo de Anabela Tvihaug quien trabaja en la Secretaría de Extensión de la Universidad. La dramaturgia en las dos oportunidades fue de Fernando Lazarte y Norberto Lanfranqui fue el protagonista del unipersonal que se desarrolló en esta edición.
Carlos Catalano, Fernando Lazarte y Norberto Lanfranqui dialogaron con El Eco de Tandil sobre este proyecto en el que participaron con la obra a más de 270 operarios.
-¿Cómo se inició este proyecto?
Carlos Catalano: -Tenemos una relación que comenzó el año pasado cuando hicimos una reunión de todos los estables de la Universidad para proyectar el año y Daniel Herrero, secretario de extensión, me comentó que tenía un llamado de una cementera de Olavarría con la intención de planear alguna actividad teatral en relación a la seguridad industrial.
Así fue que nos reunimos con autoridades de Cemento Avellaneda y nos comentó la posibilidad de hacer una obra de teatro con esta temática ya que son experiencias que se están viviendo en distintas partes del país y del mundo.
Como nos plantearon que sería para dentro de 20 días, en ese mismo momento dialogamos sobre la estructura del espectáculo, la forma de tocar los temas, etc., porque de ahí tuve que salir a buscar un autor y hacer un casting.
De esa forma tomé contacto con Fernando, con quien no había tenido relación anterior pero fue una sorpresa sumamente agradable a quien le comenté el espectáculo y le mostré cuatro escenas que ya había organizado. La idea era mostrar la familia, en un ámbito muy cotidiano dentro del naturalismo realista como para poder mostrar los accidentes y los problemas que le trae a la familia.
Fernando escribió la obra en tres días, hicimos un trabajo con ocho actores, el casting y nos pusimos a trabajar. Fue algo muy mágico porque en 10 horas de ensayo logramos un espectáculo de 45 minutos y funcionó.
El año pasado fuimos dos días e hicimos cinco funciones en la fábrica para los operarios. Funcionó muy bien ya que todos estos hombres rudos realmente se emocionaron.
Como funcionó tan bien, la empresa nos convocó para que vayamos a hacerla a la otra sede que tiene en San Luis.
-¿Y este año cómo fue?
CC: -Empezamos con las tratativas en el verano pero finalmente tuvimos que resolverlo también en 20 días. Esta vez nos solicitaron un unipersonal del estilo stand up y que en el monólogo se hable sobre los accidentes. Nos juntamos, hicimos una tormenta de ideas y pensamos dónde podía haber depresión y humor juntos, así que se nos ocurrió un velorio.
Nuevamente Fernando escribió 16 hojas en un rato, el actor se la aprendió prácticamente en cinco días y no ensayamos más que cinco o seis veces.
Luego presentamos cuatro funciones y nos comentaron que fue más impactante de la del año pasado, a pesar de no ser tan costumbrista ya que hicimos un desarrollo más subjetivo, medio absurdo, donde hay humor pero se nota que está sucediendo en un velorio.
Lo impresionante fue cómo lo percibieron estas personas que no están acostumbradas al teatro.
-¿Cómo fue escribir estas obras y justamente para este público?
Fernando Lazarte: -En cuanto me llamaron, dije que sí de inmediato. En la primera experiencia del año pasado tenía el temor de no saber sobre lo que estaba hablando porque había algunas pautas específicas de la construcción de la historia que tenían que ver con lenguajes del ámbito de trabajo y yo no lo manejaba.
Sin embargo, de a poco fue saliendo y me basé más que nada en el tratamiento de los personajes alrededor de la historia que era más cercana a cualquiera de nosotros. Esa historia se fue desarrollando hasta llegar al final con un mensaje que tuviera que ver con las necesidades que ellos tenían.
La obra salió en dos semanas, muy rápido para lo que estamos acostumbrados en un texto teatral. Eso sumado a que ese fue el primer trabajo por encargo porque generalmente uno escribe por placer o porque tiene muchas ideas en la cabeza y las quiere desarrollar. Así fue que creamos ocho personajes y cada uno tenía un rol distinto dentro de la empresa.
-¿Y la segunda experiencia?
FL: -Lo complejo en esta oportunidad era hacer un unipersonal porque hacer hablar gente no es muy difícil, pero cuando uno solo tiene que contar algo que sea interesante para el público y sobre la temática en cuestión, no era simple.
Esta vez ya tenía la experiencia anterior así que de a poco lo fui armando; además que me puse como objetivo no hacer algo tan cercano a ellos con los que se pudieran identificar. Por lo tanto me jugué a hacer algo más subjetivo, onírico, donde no hay que darles todo regalado sino que vayan por el lado más emocional y contar la historia desde un lugar interno.
Finalmente, en menos de dos semanas lo entregué y salió muy bien. El actor ya estaba y yo lo conocía así que sabía con quién iba a tratar, por lo tanto eso me facilitó el trabajo. Una vez que entregué mi trabajo, todo pasó a rigor de Carlos y al actor que tiene la particularidad de aprender texto muy rápido.
-Norberto, ¿cómo fue tu experiencia en todo esto?
Norberto Lanfranqui: -Fue una muy buena experiencia. A Fernando ya lo conocía pero con Carlos nunca había trabajado, así que era toda una cuestión poder cumplir con lo que esperaban de mí, en tan poco tiempo y con un texto que originalmente era largo. Respecto a las funciones, la gente no está predispuesta a ir al teatro sino que está trabajando y en el break van a vernos. Sin embargo, la reacción de los operarios fue buenísima ya que le veíamos las caras cómo se iban transformando.
CC: -Además para nosotros también fue muy emocionante porque siempre nos trataron con mucho respeto. Fueron cuatro funciones en un día así que para el actor fue todo un trabajo.
NL: -Originalmente eran tres funciones pero agregaron la de los contratistas y fue un record para mí, pero fue una muy linda experiencia.
-¿Cómo sigue este proyecto?
CC: -En la Facultad de Ingeniería de la Unicén se habían enterado de esta actividad que generamos con la empresa de Olavarría y están solicitando la función para ellos. Creo que es interesante porque tomar la temática desde este ángulo teatral, vamos a la emoción, porque desde ahí es donde se hace una reflexión real sobre lo que pasa.
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