Alejandro Saurel: ?Se hicieron muchas cosas mal?
Alejandro Saurel regresó a Santamarina a principios de año como uno de los refuerzos a los que apeló el aurinegro para encarar el segundo tramo de la temporada 2010/11 del Argentino A.
De esa forma, el defensor o volante nacido en Las Flores hace 37 años inició su segundo club en el aurinegro, lejos de imaginar que el cierre del primer semestre lo encontraría peleando por eludir el descenso por primera vez en su carrera.
Luego de que Santamarina, pese a su caída en Pergamino, se aferre a la permanencia, Saurel dialogó con El Eco de Tandil estableciendo un balance individual y colectivo:
“Es la primera vez que me toca jugar para no descender, porque cuando Grupo vivió una situación similar en el Argentino A yo ya me había ido del club”, comenzó explicando.
-¿Y qué sensaciones experimentaste?
-Es algo complicado, con mucha presión. Por supuesto es más lindo jugar peleando algo arriba, en la zona del descenso jugás tensionado, tratando de equivocarte lo menos posible.
-¿En Pergamino jugaron con cierto grado de nerviosismo que les impidió asumir con naturalidad el partido?
-No sé si nerviosismo es la palabra. Pero uno está condicionado por el resultado, sabiendo que las cosas no se han venido haciendo bien, que no se ha jugado de la mejor manera. En la temporada se cometieron errores y eso se termina volcando a la cancha.
-¿Por qué debió Santamarina atravesar esta situación apremiante?
-Por un cúmulo de cosas. Como se dice cuando un equipo desciende, no lo hace por lo que pasa a último momento. Acá se hicieron un montón de cosas de manera equivocada, con buena o mala intención, eso lo sabrá cada uno. Todos los errores que se cometen terminan repercutiendo en lo deportivo, ésta no fue la excepción, gracias a Dios pudimos zafar.
-¿Pensaste algunas fechas atrás que podían descender?
-Encaramos la Reválida con la intención de pelear la clasificación. Sufrimos una derrota lógica en Cipolletti y después, acá con Villa Mitre, fue un partido que marcó muchas cosas, porque perdimos 2-0 de locales. Ahí nos mentalizamos en que teníamos que pelear por un objetivo distinto.
-También esa caída fue clave para la posterior salida de Gambini.
-Claro, veníamos mal y Mario se dio cuenta de un montón de cosas. Como él dice, es más fácil que se vaya un cuerpo técnico y no todo el plantel, algo que nunca se dio. Se inició un proceso nuevo y por suerte pudimos esquivar la Promoción, que es algo difícil, porque tenés que esperar un largo tiempo entrenando, sin jugar, y después jugar un play off en el que puede pasar cualquier cosa.
-Independientemente de que terminó saliendo bien, ¿aquel cambio de aire era aconsejable en ese momento?
-Y… viste, nunca se sabe. Terminó funcionando porque se dieron los resultados, no perdimos, salvo el último partido. Pero también era algo riesgoso, se sabe que también te puede salir mal.
-¿Cuál fue tu balance en lo personal?
-Mario (Gambini) fue claro cuando me llamó para que me sume, diciéndome que la dirigencia no estaba en condiciones de traerle cinco refuerzos de jerarquía. Yo vivo en la ciudad, no tenía problemas con el pase, entonces incorporarme era sencillo. El quería que dé una mano en el grupo, que aporte mi experiencia en una situación comprometida. Yo me embalé y me metí en este proceso, le estoy agradecido a Mario por haberme dado la posibilidad de volver a insertarme en esta categoría y de regresar al club. Me tocó jugar el primer partido, en el que me expulsaron y exageradamente me dieron tres fechas de suspensión. Perdí el puesto con un compañero, pero seguí sumando para el grupo hasta que me tocó entrar desde el banco en algunos partidos y en los últimos ser titular.
-¿Ocupaste un lugar de referente en el grupo dada tu experiencia y pasado en el club?
-Sí, yo había estado en Santamarina desde 2002 hasta mediados de 2006, cuando nos tocó ascender. Uno inconscientemente se transforma en referente, como tantos otros compañeros, tales los casos de Marcos (Dragojevich), (Diego) Fernández o Diego Bucci.
-Te tocó regresar a la posición de lateral.
-Sí, ni bien llegó Duilio (Botella) me dijo que me iba a probar de marcador de punta, pero después a través de charlas y prácticas vimos que en ese sector daba muchas ventajas, entonces en el primer partido del proceso jugó un compañero en ese puesto. Pero contra Rivadavia jugué de lateral porque se habían dado lesiones y suspensiones y por la instancia que se estaba jugando Duilio, creo que con toda la razón, no quería poner a un pibe allí.
-Pasaste en medio de la temporada del Argentino B al A. ¿Son ostensibles las diferencias entre sendas categorías?
-Sí, la exigencia es otra. El Argentino A es profesional, todos se dedican exclusivamente al fútbol, se entrena distinto y el juego tiene más ritmo. La exigencia es para todos, dirigentes, cuerpo técnico y jugadores.
-¿Pensás continuar en Santamarina?
-Tengo el pase en mi poder y ahora puesto en el club, sin ningún tipo de expectativas. Hablaré, si me toca seguir jugaré el local y llegado el próximo Argentino será cuestión de analizar si me siento cómodo y puedo ser útil. Si no, le pondré fin a mi carrera.
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