“Con los chicos yo siento que somos cómplices”
“Aquí y ahora” arrancó con todo. El espectáculo que tiene como protagonista a Berto Volkete y que forma parte del ciclo de teatro independiente para chicos La Bufanda llenó varias funciones. Se trata de una historia simple, donde Volkete, quien convive con sus miedos, pasa por distintos momentos a través de los cuales se reconoce a sí mismo y transforma esos miedos en amor. Se trata de un espectáculo para toda la familia que el mismo mentor de esa adorable criatura de pelo rojo y nariz negra, Emanuel Lombardi, creó y dirige. Con la operación técnica de Julieta Zubiri, el show, que dura 50 minutos, se podrá disfrutar -o volver a ver- el próximo miércoles a las 17 en el Club del Teatro y el viernes 29 en La Fábrica. En medio de función y función, Emanuel charló con El Eco de Tandil.
Recibí las noticias en tu email
-¿De qué se trata el espectáculo?
-Berto Volkete es un clown, un payaso, y el espectáculo habla de los miedos. Berto Volkete comienza a cuestionarse, mientras alguien le cuestiona sobre sus miedos y le dice que tiene miedo a esto o a lo otro. El lo niega y después, cuando se encuentra con el público, se asusta y ahí va mostrando algunos miedos. Mientras tanto, la obra muestra cómo él, si se aferra más al amor, esos miedos que parecen grandes se hacen chiquitos y desparecen.
-¿Por qué elegiste trabajar el tema del miedo?
-Fue una etapa de mi vida en la que estaba transitando por muchas de esas cosas, o siendo consciente de muchas de esas cosas que me pasaban a mí. Y yo, por lo menos con mi personaje, busco ir transformando cositas. Es mi herramienta para transformar. Ese año, que fue a principios del año pasado, yo estaba en una escuela trabajando con niños. Trabajaba mucho desde la observación en el lugar. Fueron ellos, ahí, enseñándome muchas cosas a mí, y yo llevé todo lo que me pasaba a su juego, digamos, a su juego con los miedos: un miedo a un perro, un miedo a cosas simples…
-¿De esa experiencia sacaste material?
-Sí. Y después le agregué lo que yo entreno de malabar y todo eso. Voy armando y contando.
-Además de ser una obra tuya la dirigís y le ponés el cuerpo. ¿Cómo es la experiencia?
-Lo que tiene el hecho de que sea tan personal es que yo lo vivo. Cada función para mí es distinta y cada acción tiene un sentido para mí, que por ahí la gente no ve porque está llevado al humor o a algo más simple. Estoy muy presente en el espectáculo. Y eso es hermoso.
-¿Cómo reaccionan los chicos a la obra?
-Los chicos me entienden mucho. Cómo es su juego… yo llevo lo que observo de ellos jugando a mi espectáculo, y entonces con los chicos siento que somos cómplices. Y que todo lo que estamos haciendo se lo estamos diciendo a los grandes de alguna manera. Ellos a veces hasta parece que saben el espectáculo antes. Dicen cosas antes, o me dicen cosas y es como que me dieran una idea para resolver. Yo siento mucho entendimiento con ellos.
-Para hacer un espectáculo para chicos, ¿hay que conocerlos?
-Yo siento que hay que conocernos para hacer un espectáculo para ellos. Yo veo en los chicos que nos enseñan mucho, los veo como grandes maestros. Ellos te enseñan mucho. Si vos los escuchás te conocés vos y los conocés a ellos. Ellos no tienen muchas cosas que tenemos nosotros de conceptos… ellos están viviendo todo el tiempo, y de una forma más sincera.
-Has llevado la obra por otros lugares.
-Sí. Antes de este festival estuve en un festival para niños en Mina Clavero, en una sala de teatro que se llama “La llamada escénica” y que trabaja a la gorra. Es autogestiva. Y todos los años hacen festival para niños. Estuve ahí y me fue muy bien. Siempre estoy trabajando con la función en distintos lugares. Ahora en septiembre tengo el Festival del Circo en Escena, también el Córdoba capital. Así que nos vamos para allá.
-¿Cómo es formar parte del ciclo La Bufanda?
-Esta buenísimo lo que pasa con La Bufanda. Empezó al juntarse todos los artistas independientes de Tandil a partir de una incomodidad: había Festival de la Payasada, de Títeres y faltaba más el teatro, una oferta más variada. Entonces se juntaron y empezaron a esto. Y está bueno porque el que actúa a la vez es organizador y colabora con los demás. Otra cosa que tiene de bueno es que el año que viene capaz yo no esté, y esté otro, y eso hace que cambie todo el tiempo la forma de organizarse, la forma en la que se lleva a cabo. Así se generan muchas cosas. Es un proceso en el que pasan muchas cosas.
-Además de ofrecer muchos espectáculos para los chicos, ¿es positivo para ustedes?
-Sí, para nosotros es enriquecedor de todas maneras: como forma laboral, como personas, como trabajo en grupo. Y nos permite también conocer gente.
-La oferta se renueva y hay gente y espectáculos nuevos todos los años.
¡Y esta buenísimo! Hay muchas funciones. Este año son más de 70 en 15 días. Es un montón. Y lo lindo es la hermandad con la que se están haciendo las cosas.
Este contenido no está abierto a comentarios