Condenado por un robo domiciliario tras hallarse sus huellas en la ventana
Según consta en la sentencia, el juez Guillermo Arecha dio por suficientemente acreditado que entre las 19 y las 21 del 12 de agosto de 2006, al menos una persona de sexo masculino con el propósito de apoderarse ilegítimamente de bienes, ingresó en la vivienda de la calle Ezeiza 1084, previo levantar la cortina de plástico que protegía la ventana del dormitorio que da al frente de la propiedad. Ejerció fuerza sobre el paño movible de la misma logrando así violentar el sistema de cerramiento, para apoderarse de un televisor y un equipo de música, una filmadora, dos acolchados, un medallón de oro, un cintillo de oro con cinco diamantes, un anillo de plata, cadenas de plata gruesas, un anillo de plata, un anillo de plata trenzada y dos relojes pulsera propiedad de la moradora.
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La participación del nombrado en el hecho surgió acreditada por la circunstancia de que los rastros de origen papilar–palmar levantados del vidrio fijo de la ventana violentada arrojaron correspondencia papiloscópica con la zona de la mano derecha del acusado.
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