Delincuentes ingresaron a un comercio y se alzaron con más de 15 mil pesos en mercadería
Por segunda vez en menos de un año, el local de venta de indumentaria femenina Zinnia Elegans, ubicado en San Martín y Chacabuco, fue blanco de un robo en la madrugada de ayer. Un grupo de delincuentes rompió el vidrio de la puerta principal con una piedra y si bien la alarma se accionó, logró alzarse con alrededor de 15 mil pesos en mercadería y unos 400 pesos en efectivo de la caja registradora.
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El hecho se registró alrededor de las 3 y fue advertido por el encargado del monitoreo del sistema de seguridad, quien asistió al lugar junto a efectivos policiales.
Una vez más, la propietaria del comercio, Claudia Fernández, volvió a hacer su descargo a través de la red social Facebook, publicando las fotos de la puerta destrozada y del faltante de mercadería, expresando su bronca e indignación.
Ya cerca de las 10, la empleada del local, Miriam Tafernaberry, brindó detalles y lamentó lo sucedido.
En diálogo con El Eco de Tandil, recordó en principio que el anterior robo ocurrió el 24 de junio de 2016. En aquella oportunidad, los malvivientes rompieron una vidriera y se robaron más de 45 mil pesos en mercadería.
Esta vez relató que tomaron conocimiento de lo sucedido alrededor de las 3.20 de la madrugada. “Nos avisaron que había saltado la alarma de nuevo y cuando llegó el patrullero policial y el móvil de la alarma nos confirmaron que habían ingresado a robar”, contó.
El botín
Precisó que los malvivientes rompieron el vidrio de la puerta principal del comercio y, una vez en el interior se alzaron con el dinero que había en cambio de la caja registradora, que aclaró que “no era mucho”, y varios jeans y camperas de jeans, pérdida que valuó en más de 15 mil pesos.
“Falta la pila de los jeans talle 38 completa, se habrán llevado unos 12 y después otras 10 o 12 camperas. Bien de pasada, cuando iban saliendo, se llevaron mercadería. Es muy parecido al primer robo, salvo que en el anterior se llevaron solo lo de la vidriera, no llegaron hasta el interior del local”, señaló la comerciante.
Las huellas
Describió que en la vereda hallaron una piedra tirada, elemento con el cual rompieron el vidrio de la puerta, haciendo un agujero por el cual ingresaron.
Contó que en el lugar se hallaron rastros de sangre, muestra que ya fue tomada por personal policial, al igual que las huellas dactilares. “Esperemos que sirvan para algo”, expresó.
El centro, una
zona insegura
Tafernaberry lamentó que “es el segundo hecho que sufrimos en los últimos seis meses. Da bronca porque uno pone mucho esfuerzo todos los días para sacar el negocio adelante y que suceda una cosa así es un bajón. Si bien Claudia, la dueña, tiene seguro, no deja de ser un bajón”.
Según afirmó, ninguno de los vecinos oyó ruidos ni vio algo irregular durante la noche. “Nosotros estuvimos anoche y a esa hora no pasa nadie. Es una hora pico de soledad. Cámaras de seguridad no sabemos que haya por la zona, si hay, son privadas”, señaló.
La empleada del comercio advirtió que “el centro se ha vuelto una zona insegura, sobre todo a esas horas de la madrugada”. Por último, confirmó que ya había sido radicada la correspondiente denuncia policial.
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