Distintas voces se sumaron al debate sobre la expropiación de las cavas de Cerro Leones
Con el cumplimiento de lo resuelto por la Justicia, se aguardan avances en la restricción del público al predio privado donde se encuentran las cavas de Cerro Leones. Sin embargo, la idea de la expropiación volvió a ganar escena. Si bien desde el Gobierno la limitaron a una “versión”, distintas voces se hicieron eco y evaluaron las alternativas para aprovechar un predio que es utilizado como balneario por muchas personas durante el verano.
Con matices, el exconcejal y referente del massismo, Carlos Mansilla, y los ediles del Frente para la Victoria, Rogelio Iparraguirre, y del PRO, Claudio Ersinger, compartieron su mirada en torno al debate.
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En diálogo con El Eco de Tandil Mansilla calificó como “una excelente oportunidad” darle impulso a la expropiación “si el resultado es un paseo público, natural y de acceso libre”.
No eludió la cuestión monetaria que debería afrontar la comuna si se concreta el proceso y las mejoras para acondicionar el predio, e incluso especuló que “podría no expropiarse y llegar a un buen acuerdo con el dueño donde ese espacio pase a ser de utilidad para todos los tandilenses”, sobre la base de que “tenerlo así no le sirve a nadie”.
Resaltó que la excantera no requiere de una “inversión multimillonaria” y subrayó que “lo que hay ahí es una posibilidad para el dueño de hacer un negocio, pero para el bien común de los tandilenses tener un segundo polo de atracción sería una excelente oportunidad”.
Así, el dirigente del Frente Renovador valoró que sería estratégico para el desarrollo de esa zona de la ciudad al indicar que “en un plan de desarrollo de la zona rural de Tandil tener un atractivo como ese sería muy bueno”.
“Es un lugar que ya está desarrollado porque la gente va a ese lugar. Y en lugar de una política de exclusión que es prohibir el ingreso, me parece que hay un margen para que el Estado proponga poner esto en funcionamiento”, insistió.
“Qué hacer
con el espacio”
En otro párrafo sostuvo que el proyecto “se hace muy fácil. Lo que se necesita es la voluntad” y evaluó que “hoy la cuestión pasa por cumplir con esa sentencia que dice que hay que hacer algo en materia de seguridad”, pero hacerlo es “prácticamente imposible porque tampoco la Municipalidad se va a dedicar a rodear un lugar para que nadie entre”.
“Me parece que hay que hay que sobrepasar la cuestión de la Justicia y definir qué podemos hacer con este espacio. Y me parece que el Municipio puede hacer un excelente parque temático”, propuso.
Para finalizar citó “viejos proyectos” que apuntan a enfocar el crecimiento de Tandil hacia el lado de Gardey, por el viejo camino. “Todo esto podría ir enmarcado en un programa general para propiciar que la ciudad se expanda para ese lado”, sugirió, y agregó como otra alterativa que en viajas propuestas de reconversión de canteras “había ideas de hacer paseos turísticos dentro de los predios cerrados, y esta entraría dentro de ese concepto”.
Y agregó que el debate implica “pensar Tandil a diez o veinte años y me parece una muy buena iniciativa para integrar esa zona”.
Social y turístico
Otro de los consultados fue el concejal del Frente para la Victoria – PJ, Rogelio Iparraguirre, que definió que la expropiación sería una iniciativa viable en términos sociales y turísticos, adelantando el acompañamiento en caso de que se defina avanzar con firmeza en esa línea.
“Tenemos ese espejo de agua natural, que es bellísimo, y es muy fácil decir que está prohibido su ingreso y poner policía en la puerta, y lo cierto es que cuando hace calor la gente necesita bañarse en algún lado”, dijo.
Y para respaldar su postura graficó que “no hay un control en el precio de la entrada del balneario municipal (del Sol)”, y aludió a un proyecto de ordenanza que presentó hace un tiempo para declararlo servicio público, y citó los pedidos de la Secretaría de Obras Públicas para que los vecinos “no derrochen agua para llenar sus piletas de lona”.
Si bien consideró que resulta “lógico y esperable que se acuda a ese espejo de agua”, también reconoció que existe “un riesgo para la seguridad de las personas, pero hasta ahora lo que vimos del Estado municipal fue absoluta pasividad”.
Repasó la intervención de la Justicia y luego cuestionó el rol del Ejecutivo en torno al tema. “Son muchos años de una problemática que los tandilenses hemos conversado a la par de un Estado municipal impávido. Es propiedad privada pero cualquiera hubiese esperado en estos años algún tipo de iniciativa pública”, reclamó.
De todos modos celebró el hecho “de haber tomado parte de algo que en la calle es del más común de los sentidos. Tanto en términos turísticos como sociales debería haber hecho algo en algún momento”.
Un largo proceso
Por su parte, el concejal del PRO, Claudio Ersinger, puso reparos en cuanto al plazo que demandaría comprometerse en un proyecto de expropiación y valoró la intervención de la Justicia para dotar de medidas de seguridad el predio.
“La expropiación es un mecanismo válido y está absolutamente legislado y reglamentado. Pero es muy lento el proceso”, marcó, más aún si se pretende impulsar como solución al riesgo que representa el uso del espacio privado en la época estival.
De todos modos, se manifestó a favor en caso de pretender iniciar un trámite en ese sentido, siempre que exista acuerdo con los propietarios y el monto necesario, aunque insistió con el tiempo que demanda el proceso.
Desde su perspectiva, el edil macrista valoró la demanda para que se adopten medidas de seguridad para limitar el ingreso no autorizado de personas a una propiedad privada, mientras se resuelve el futuro del espacio utilizado por bañistas en cada temporada de verano. “Hay que ver cómo se puede lograr que el acceso esté vedado”, resaltó.
“Si hay un lugar que está siendo un peligro para la sociedad, la Justicia tiene que intervenir y que una autoridad competente diga lo que hay que hacer para no poner en riesgo vidas humanas”, enfatizó.
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