El estudio de costos contempla un subsidio de 5,2 pesos por pasajero para 2016
El estudio de costos que presentó la Cámara de Transporte Automotor Filial Tandil, que desencadenó en el pedido para llevar el boleto plano de 7,21 a 9,4 pesos, contempla una incidencia de los subsidios de 5,2511 pesos por cada pasajero que abona. Además, estableció que sin ese millonario aporte del Gobierno nacional, la tarifa debería ascender a 13,26 pesos.
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El informe, que forma parte del expediente para el tratamiento legislativo de un pedido de incremento en las tarifas del 31 por ciento, estableció que en 2015 hubo 10.551.324 pasajeros que abonaron su viaje. En tanto, entre las 88 unidades de las seis Líneas del Transporte Urbano recorrieron 5.532.390 kilómetros y de ese total el 2 por ciento fueron improductivos. A partir de esos números, se estableció en 1,9 el índice de pasajeros por kilómetro.
De acuerdo con los empresarios, el costo de la tarifa plana es de 13,26 pesos por pasajero, sin tener en cuenta los subsidios estimados para este año y que debería desembolsar el gobierno de Mauricio Macri.
Por otro lado, en la información de tráfico de pasajeros del año pasado indicaron que 7.321.712 usuarios pagaron boleto plano y 3.229.612 viajaron con tarifas especiales, lo que representó el 30,6 por ciento del total.
Los aportes del Estado
Los transportistas calcularon que en 2016 recibirán del Ministerio de Transporte de la Nación unos 53.377.056 pesos en subsidios, de acuerdo a un promedio mensual sobre el monto que percibieron entre octubre y diciembre del año pasado. A ello le sumaron 2.028.483,99 pesos del ITC (Impuesto a la Transferencia de Combustible).
En total, estimaron 53.377.539,99 pesos y concluyeron que la incidencia de los subsidios sobre la tarifa es de 5,25 pesos por boleto.
En el estudio resultó llamativo que reservaron una línea para el concepto “subsidio anual de Sapem (estimación preliminar)”, que no contempló una cifra pero que por primera vez apareció entre los números a considerar.
En el momento más álgido del debate legislativo por la constitución de la Sapem, el ex secretario de Gobierno Matías Civale había manifestado que las ganancias surgidas de la empresa de capitales públicos y privados podrían destinarse a abaratar el costo del boleto con beneficios, por ejemplo, al “pasajero frecuente”. Aún no hay novedades sobre la creación de esa figura, ni de los números que arrojó el nuevo boleto electrónico.
El pedido
Teniendo en cuenta estos datos, los transportistas solicitaron un boleto plano de 9,4 pesos. Para llegar a ese número, consignaron que la tarifa media neta sin subsidios es de 8,03 pesos, pero con el 10,5 por ciento de IVA alcanza 8,97 pesos. En tanto, indicaron que la tarifa media para los pasajeros que no utilizan el boleto plano arroja un valor de 7,2 pesos.
Por otra parte, en la nota formal que ingresó por Mesa de Entradas del Municipio para solicitar formalmente al Municipio el incremento de la tarifa del Sistema de Transporte Público de Pasajeros de Tandil, la entidad argumentó la “necesidad urgente de actualizar los ingresos económicos de las empresas integrantes de esta cámara, con el objetivo de compensar el desequilibrio de la ecuación ingreso-costo empresario, que provoca un déficit de explotación creciente, consecuencia del importante y permanente aumento, durante el año 2015, del precio de los insumos que integran la estructura de costos empresarios”.
En la nota firmada por el presidente de la Cámara de Transporte, Daniel Albanese, se anexó como otra incidencia “el fuerte impacto que han tenido en la economía en su conjunto las medidas económicas adoptadas, a partir del 10 de diciembre pasado, por el Gobierno nacional”.
En este sentido, describieron que “la devaluación del peso ha implicado un incremento en el valor de la moneda extranjera del orden del 60 por ciento. Consecuentemente, todos los rubros del costo de explotación que tienen relación directa con dicha moneda han sufrido un importante incremento”. Como ejemplos, enumeraron el gasoil subsidiado y en surtidor, el aceite para motor, el aceite para diferencial, la grasa para la caja, los neumáticos y el recapado, y el precio de las unidades o vehículos.
En esa ocasión, los empresarios aclaraban que los costos de personal -que representan aproximadamente el 50 por ciento del total de la explotación- no se habían actualizado debido a que aún no estaba resuelta la mesa paritaria que comparten con la UTA. Sin embargo, ya se había acordado un 10 por ciento de incremento salarial desde enero pasado, como anticipo a cuenta de futuros aumentos.
Discusión
abierta
La cámara reconoció que esos fundamentos “desde el punto de vista político y del interés social son negativos por la grave situación de crisis que afecta a la sociedad”, sin embargo, destacó que “desde el punto de vista empresario son valederos y exigen una respuesta positiva, pues de no resolverse en tiempo y forma se pone en riesgo la estabilidad económica empresaria y con ello la continuidad y eficiencia de un servicio público esencial”.
Por otra parte, en la nota de la solicitud de aumento de la tarifa señalaron como “hecho positivo” el crecimiento de la demanda del transporte medida en pasajeros por año, que superó un 4 por ciento a la de 2014. Los transportistas infirieron que “si bien es pequeño, lo consideramos positivo por cuanto demuestra que la calidad de los servicios induce a una mayor utilización” de los colectivos.
Sumado a esto, transmitieron su preocupación por la incertidumbre respecto a “la política de subsidios a futuro” y aclararon que “por la difícil situación que atraviesa la economía del Gobierno nacional, no podemos dejar de destacar que en el análisis realizado respecto de los subsidios en el último trimestre de 2015, frente a igual período de 2014, se ha producido un aumento que amortigua, en cierta medida, la necesidad de incrementos de tarifa actual. No obstante es de hacer notar que en sus últimas declaraciones, el ministro de Transporte ha señalado que si bien la política de subsidios para el sector continuará, tendrá una clara tendencia a la baja de los mismos”.
Tras pedir un ajuste en las tarifas del 31 por ciento, desde la cámara manifestaron que el porcentaje estaba “condicionado a que, concretada la paritaria entre la UTA y el sector empresario y definida la política de subsidios por parte de la autoridad nacional, se reabra eventualmente la discusión de un nuevo reajuste, si es necesario”.
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