El Luminol, el reactivo que echó luz en en el asesinato de “Tchami” Bazán
Ayer se concretó una nueva audiencia protagonizada en el TOC 1, donde se resolverá la suerte procesal de Gabriela Maldonado y su hermano Alejandro Lastra, señalados como los responsables del asesinato y posterior traslado del cadáver de Walter “Tchami” Bazán, entre las 18 del 9 de septiembre de 2011 y horas previas a las 14 del 12 de septiembre de 2011, según la precisión acusatoria.
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Como se vino detallando, para el fiscal Maldonado asesinó a su esposo Bazán con un elemento punzo cortante en la casa del barrio La Movediza. Un par de días más tarde, junto a su hermano Lastra, trasladaron el cadáver al arroyo Las Calaveras, cuerpo que fue hallado por circunstanciales pescadores.
Precisamente ayer se transitó por aquel traslado en auto en el que -al decir del fiscal- llevaron el cuerpo de Bazán, Maldonado y Lastra, quienes una vez en el arroyo maniataron el cuerpo a una viga y lo lanzaron a las profundidades del arroyo. Con el detalle de que en su regreso por razones no establecidas, volcaron en el auto en el trayecto de la ruta entre Vela y Cuatro Esquinas. Aquel accidente, en cierto modo, sirvió a la pesquisa para lograr hilvanar la macabra historia de cómo, cuándo y dónde mataron y se deshicieron luego de “Tchami”.
Atrás habían quedado los cuestionamientos de la defensa encarnada por el estoico Carlos Kolbl, quien en la jornada anterior intentó hacer trastabillar a un policía que atestiguó. El efectivo fue quien recogió el dato primigenio sobre la responsabilidad del crimen en Maldonado.
El defensor insistió con vehemencia a lo largo del interrogatorio al uniformado para que ventilara quién había sido su fuente que posibilitó la apertura de la investigación direccionada a Maldonado, interrogatorio que resultó infructuoso porque el policía decidió proteger a su informante, lo que mereció un planteo de falso testimonio por parte de Kolbl que deberá resolver el Tribunal.
El aporte científico
Ahora -ayer- desfilaron por la sala otros policías. Aquellos que intervinieron en el procedimiento que logró recabar pruebas que alimentaron la hipótesis del ministerio público para endilgarle el crimen a la mujer.
Más precisamente los uniformados de la DDI que intervinieron en el allanamiento a la vivienda de La Movediza como el procedimiento sobre el auto volcado. En senadas escenas, el aporte científico fue fundamental para cosechar más elementos a la hipótesis fiscal.
Es que los policías ratificaron lo ya plasmado en el expediente, en el que consta que peritos lograron recabar huellas de lo que resultaron manchas de sangre, tanto en un par de hojas de papel blancas y en la pared de la casa donde vivía Bazán y Maldonado, como en un pedazo de lona (de las dimensiones de un toallón) hallada enterrada a metros donde había volcado el auto que Lastra utilizó sin el consentimiento del dueño.
Cabe consignar que a Lastra sólo se le imputa el delito de “Hurto” por el auto citado, ya que el Código Penal no penaliza por ayudar a un familiar directo en la comisión de un delito.
En definitiva, la aplicación de la técnica Luminol (ver aparte) permitió esclarecer que en las paredes recién pintadas de la casa había manchas de sangre, al lado de la cama, que llamativamente desaparecieron casi al compás de la desaparición de Bazán.
Asimismo, un par de hojas de papel en blanco halladas arriba de las hornallas de la cocina, en las que se detectaron bajo el mismo sistema reactivo más manchas de sangre. En el pedazo de lona encontrada luego a la vera de la ruta, lo mismo.
Las pruebas, tomadas como indicios vehementes, quedaron ventiladas ayer en el debate. Aporte que no hace más que ratificar el rumbo que oportunamente llevó al fiscal Marcos Eguzquiza a imputar a los que hoy están al aguardo de un imponderable, una sorpresa que evite una eventual sentencia condenatoria.
El Luminol
Es una herramienta bastante útil para las investigaciones, que se aplica en completa oscuridad, en superficies en donde se presume que existen rastros de sangre.
La sustancia se utiliza para establecer cómo ocurrieron realmente hechos criminales, en especial en escenas alteradas, lavadas y en hechos ocurridos mucho tiempo atrás.
El Luminol se puede aplicar en cualquier superficie, sea madera, cemento, tela, cartón o vidrios.
El Luminol sirve de guía en la investigación de un caso de homicidio, porque establece si en un determinado lugar, a pesar de haber sido lavado, existen residuos de sangre, lo que permite al investigador ir formando un cuerpo más fidedigno de la investigación, al partir de un punto de sospecha, dicen los especialistas.
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