El Taller Protegido de Tandil concretó su primera venta de PET
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Gracias a la colaboración de todos los vecinos de la ciudad, el equipo que conforma el Taller Protegido de Tandil logró concretar este jueves su primera venta a Buenos Aires del programa de reciclado PET. Con gran satisfacción, la coordinadora de esa iniciativa, Elisa Gutiérrez, contó los detalles y, como representante de la institución que trabaja en la integración de jóvenes con capacidades diferentes, agradeció a los actores que colaboraron para hacer posible la acción.
En diálogo con este Diario, festejó la concreción de la primera venta a Buenos Aires, tras una jornada de mucho trabajo, este jueves en la tarde. Contó que en otras oportunidades han terciarizado la venta, es decir, iba alguien al Taller Protegido y se llevaba el material a un costo menor al que consiguieron ahora.
Agradeció a “mucha gente” que colaboró en ello, sobre todo a la empresa Ferrosur y sus dos representantes que les consiguieron el vagón y el traslado desde Tandil a Capital Federal, desde donde la institución contrató otro flete para trasladar todo el material a la fábrica compradora.
“También obviamente el Municipio ha aportado el transporte desde nuestra planta en Villa Aguirre hacia la estación y eso también se lo debo agradecer a la directora de Medioambiente, Verónica Fernández”, expresó Gutiérrez, como así también a la gente que se sumó para colaborar espontáneamente porque admitió que no daban abasto. “Si bien el trayecto no es tanto desde Villa Aguirre a la estación, entraban pocos fardos de plástico, por lo tanto eran varios viajes”, detalló.
Por lo tanto contó que “un vecino del barrio fue a ayudarnos en su camión, pero estuvimos todo el día, desde las 8 hasta las 16.30 acarreando plástico, pero ya salió el jueves el vagón hacia Buenos Aires”.
Detalló que en la oportunidad se vendieron alrededor de 7 mil kilos, dispuestos en 300 fardos, y explicó que el proceso de compactado de este material se realiza en la sede de Villa Aguirre, donde tienen una máquina compactadora.
Para las personas que se acercan y llevan sus botellas, aclaró que lo ideal es que lo hagan con el material ya aplastado o compactado, así achican volumen. “Nosotros recibimos el material en 25 de Mayo 339 y es trasladado hasta Villa Aguirre, donde tenemos la compactadora. El vehículo que tenemos es muy chiquito, por lo tanto es un problema, por eso si la gente lo trajera compactado o aplastado el volumen se achica bastante”, aclaró la coordinadora.
Las actividades
Gutiérrez contó que el dinero que recauden de la venta del plástico será destinado a poner en marcha una casita que tienen en el predio de Villa Aguirre, levantada y terminada, pero que le falta poner algunas cuestiones. “La queremos terminar para que los chicos tengan un comedor y habilitar otro baño”, especificó.
Más allá de esta última venta, contó que en el Taller Protegido continúan llevando adelante distintas actividades con los chicos. “Seguimos con el reciclado y ahora se sumó el tema del vidrio, que estamos un poco complicados con la comercialización porque el vidrio no tiene la salida que tiene el PET o cualquier otro material que se recicle”, detalló.
También confirmó que siguen con “el convenio de Punto Limpio y la recolección de aceite. Sobre eso, quiero decirle a la gente que tiene los restaurantes que la firma RBA, por cada litro de aceite que se recolecta, nos paga. Eso sumado a que la gente también puede traer a 25 de Mayo su aceite vegetal usado, y después seguimos con lo de siempre, las plantas, las velas, la miel, los dulces, y los pickles”.
“Tenemos cactus, macetas que las chicas pintan, así que para regalar tenemos todo tipo de regalos”, destacó.
Por último, Gutiérrez contó que actualmente el Taller Protegido tiene un plantel de 66 personas con discapacidad, que trabajan todos los días en las actividades.
El proyecto
El proyecto de reciclado incluye la recolección de PET y luego los chicos del Taller Protegido trabajan en la máquina compactadora. Las tareas que llevan adelante demandan tres pasos: el preparado de material; separación de etiqueta, precinto y tapa; y prensado.
El fardo de PET lleva aproximadamente 500 botellas, lo que representa un bolsón lleno, equivalente a 18 kilos. Las medidas de la máquina que confecciona los fardos son 60 por 40 por 80 centímetros.
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