En el corazón de Las Tunitas se inauguró el paseo religioso turístico Ceferino Namuncurá
En el corazón de Las Tunitas se inauguró ayer el nuevo paseo turístico religioso Ceferino Namuncurá, ubicado en el predio de Del Libertador y Dhers, frente a la mirada de un importante público que presenció la sencilla ceremonia bajo el sol de una calurosa tarde.
Pensado como un espacio para la oración pero también para la visita de turistas que deseen conocer el bello paisaje natural del lugar, el monumento realizado por los escultores del Taller de Picapedreros de la ciudad representa la tradicional figura del joven.
Al cumplirse un nuevo aniversario de su nacimiento, el monumento a Ceferino, cuya vida se presenta como un ejemplo para los más jóvenes, quedó enclavado en lo alto de la geografía del lugar, de cara a la ciudad y enmarcado en un paisaje único.
Con la presencia de autoridades municipales, eclesiásticas, militares, concejales, referentes de organizaciones sociales y una buena cantidad de vecinos que se acercó al predio para formar parte del acto de presentación del nuevo paseo.
La iniciativa de conformación del circuito religioso y turístico fue de la mesa de gestión zona 5 del Centro Integrador Comunitario de Las Tunitas, que ideó el proyecto en 2007, en honor al recientemente declarado beato Ceferino Namuncurá.
También participaron las agrupaciones tradicionalistas Fortín Independencia, Los Criollos de Tandil, El Ombú y la Escuela Agrotécnica 1 (Ex Granja).
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La presentación
Para dar inicio a la inauguración del paseo, la Banda Militar entonó las estrofas del Himno Nacional. Minutos más tarde, luego de los correspondientes agradecimientos, el padre Marcos cantó el ?Himno a Ceferino? acompañado de su guitarra, para dar paso después a las palabras del párroco Raúl Troncoso.
?Es un día de alegría y de gozo ver cómo todo el esfuerzo de muchos que han participado en la elaboración y en el proyecto?, se vio reflejado en la ?concreción de la imagen de Ceferino?, manifestó el padre Troncoso.
Además remarcó el trabajo conjunto para lograr ?cosas que son importantes? y procedió a realizar la bendición del monumento a Ceferino Namuncurá, ?para que siempre nos aliente, nos ayude, nos dé fuerza, esperanza, para seguir?.
Para finalizar, las agrupaciones tradicionalistas que participaron de la ceremonia se retiraron del lugar.
El beato
Ceferino Namuncurá nació en la reducción mapuche de Chimpay, en Río Negro, el 26 de agosto de 1886. A los 11 años le pidió a su padre que lo llevara a Buenos Aires a estudiar. Por cuestiones de salud se trasladó a Viedma, donde continuó sus estudios y deslumbró con sus virtudes.
En los colegios de Italia, el alumno Ceferino fue la sorpresa de estudiantes y profesores, por su admirable conducta. En su larga enfermedad se palpó su santidad. El 11 de mayo de 1905 murió a la edad de 19 años.
La Iglesia lo declaró beato a Ceferino Namuncurá, al reconocer que practicó todas las virtudes cristianas en grado heroico. El 11 de noviembre de 2007 fue beatificado por el papa Benedicto XVI gracias a la oración de sus devotos.
Los inicios
del proyecto
A partir de la idea de las instituciones que forman parte de la mesa de gestión, la propuesta del monumento se comenzó a trabajar en noviembre de 2007.
Después de varias ideas, se decidió colocar la imagen del recientemente declarado beato Ceferino Namuncurá, al considerarlo un referente para todos los jóvenes.
Con el transcurso del tiempo se consiguió la piedra donada y los escultores del Taller de los Picapedreros aceptaron la realización de la escultura. El Concejo Deliberante aprobó la utilización del predio para el emplazamiento de la imagen, lugar donde se encontraba un viejo manantial que aún existe y proveyó de agua a los primeros pobladores de la zona.
Al mismo tiempo, la devoción manifiesta de la mayoría de los vecinos cercanos al paseo y la colaboración espontánea que surgió de cada uno de ellos, confirmó que el lugar elegido y la imagen de Ceferino eran los apropiados.*
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