?En Tandil las personas con discapacidad no pueden disfrutar libremente su propia ciudad?
El encuentro tuvo como eje principal interiorizarse sobre la situación de las personas con movilidad reducida, las dificultades por las que atraviesan los no videntes, los hipoacúsicos y las personas con síndrome de down y poder dar cuenta sobre las perspectivas que la organización, que representa y defiende los derechos de las personas con discapacitados en nuestra ciudad, tiene acerca de esta problemática y el apoyo que reciben desde el estado municipal.
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La ONGArediscumple con tareas de asesoramiento a aquellas personas que necesitan sacar un certificado de discapacidad, que necesitan información sobre sus derechos en materia de accesibilidad y transporte. También prestan sillas de ruedas, bastones, andadores y muletas; se brinda apoyo psicológico en terapias grupales y se dictan cursos de computación, arte e historia.
“Para nosotros es muy importante venir a escuchar y aprender de quienes diariamente sufren la exclusión de una ciudad que no los contempla y que no aborda, desde una política pública integradora, la eliminación de las barreras arquitectónicas que hay en la ciudad”, sostuvo Pablo Bossio al finalizar el encuentro.
Agregó que “hoy existen en Tandil más de 15.000 discapacitados que encuentran dificultades para movilizarse y desplazarse con libertad por su propia ciudad. El trasporte público no está adaptado a sus necesidades, las esquinas no tienen accesos para personas con movilidad reducida, la señalización urbana no contempla sus dificultades, las paradas de micros no cuentas con senderos para los no videntes. Un ejemplo es que el palacio municipal, la casa de todos los tandilenses, no está adaptado para que personas con movilidad reducida puedan acceder, si lo desean, a presenciar una sesión del Concejo Deliberante”.
En relación a la falta de inversiones en materia de accesibilidad que posee Tandil, Bossio destacó que “son aspectos que no requieren grandes inversiones sino, fundamentalmente, vocación por la gestión pública pero con una mirada integradora desde lo social”. Y añadió: “Creemos que debemos trabajar en conjunto con todas las organizaciones intermedias para poder canalizar sus preocupaciones y reclamos. Necesitamos que todos los tandilenses tengan voz en el recinto del Concejo Deliberante para que construyamos el Tandil de todos”.
Por su parte, Enrique Vistalli, presidente de la ONG, destacó que “es histórico que vengan a visitarnos jóvenes como Pablo (Bossio) que vienen a escuchar la realidad de la discapacidad en Tandil y la experiencia que uno tiene en 30 años de dirigente para trasmitirla a las nuevas generaciones. Fundamentalmente. destacamos que nos escuchen, que interpreten las necesidades que tenemos y que vengan, no a hacer promesas, sino a proponernos trabajar en conjunto”.
En relación a la gestión municipal, Vistalli fue muy crítico al sostener que “sin lugar a dudas encontramos en Tandil una gestión que nos da la espalda. No se abren las puertas a las personas con discapacidad para ser escuchadas. Sin embargo, en este gobierno que tanto pregona el Tandil Soñado, nosotros no nos podemos dar el lujo de salir a la calle sino es con un pariente o amigo colgado del brazo. No podemos ir a tomar un café al bar que nos gusta, no podemos caminar por nuestro centro, no podemos ir a visitar a un amigo cuando tenemos ganas y no tenemos la libertad de movernos por nuestro barrio porque, entre otras cosas, las veredas están rotas y corremos el riesgo constante de lastimarnos. Creemos que hay mucha indiferencia de parte de quienes están hoy en la Comisión de Salud del Municipio”.
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