“Es una obra con mucho suspenso que tendrá al público atrapado”
Un inspector de Scotland Yard es convocado para dar respuesta a un por demás misterioso hecho. Quien lo introducirá en los detalles del crimen será el mayordomo de la casa donde se cometió el acto. A partir de ese momento, una cadena de hechos torpes, escenas desopilantes, suspenso y muchas risas. Con la dirección de Gustavo Lazarte y las actuaciones de Adrián Pendás y Juan Martín Ponce, vuelve a escena, por cuatro funciones, “75 puñaladas”. Lazarte charló con El Eco de Tandil sobre la obra y la situación actual del teatro.
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-¡Cómo llegaron al libro de “75 puñaladas”?
-Con Adrián Pendás y Juan Ponce habíamos trabajado en “El Amateur” y estábamos buscando un nuevo libro. Generalmente queda un enganche después de hacer una obra, y queríamos darle continuidad. Entonces empezamos a buscar este texto. Yo había leído solamente el título y había visto pedacitos de algunas puestas que habían hecho en España, así que fue bastante difícil de encontrar porque el autor no la tenía publicada. Nos pusimos en contacto con él y nos mandó la obra completa. Cuando la leímos nos pareció un texto muy atractivo y diferente a lo que se viene haciendo acá.
-¿Qué te llamó la atención?
-Esta cuestión de que se habían hecho muchas puestas en España y acá por ahí no era tan conocida. Entonces quise saber qué pasaba, por qué era así. Martín Giner, el autor, amablemente nos cedió la pieza, nos mandó la obra completa y después nos cedió los derechos. En base a eso empezamos a trabajar.
-¿Tuvieron que adaptarla?
-No. Es un texto redondo, perfecto. Funciona. Me gusta descubrir en el texto, y este es el caso, que este escrito desde la acción. Por ahí pasa mucho con el teatro moderno que tenés un texto muy poético y después para llevarlo a escena es bastante complicado en el sentido de que tenes que inventar acciones. En esta obra no sucede eso, este texto tiene una línea argumental que te va llevando a la acción. Vos empezás a leer y empezás a hacer. Me pasó también con otro texto, “Morirás con las piernas bien cerradas” de Gastón Quiroga, que también está escrita de esa manera. Entonces esta bueno para hacerlo.
-¿Qué importancia tiene el rol de los actores al momento de llevar adelante una obra de dos personajes?
-Es muy importante desde el momento de generar y crear situaciones. Después se va corrigiendo. Yo trabajo mucho así también, a partir de lo que va surgiendo a través del actor. Adrián y Juan, con quienes ya nos conocíamos, sabían por dónde iba a venir la historia. Pero ya te digo, del texto no hubo que retocar casi nada. Otra cosa que llama la atención es que es un texto que no tiene una sola mala palabra. Eso también es bastante extraño.
-Es para toda la familia.
-Sí, esta bueno. No es común que suceda.
-¿Cómo ingresa Pablo Mourrut de Beauverger, actor invitado, a la trama?
-El de Pablo es un personaje que esta sugerido pero no aparece en escena. La primera puesta que hice de “75 puñaladas” fue en Fuente de la Alegría, en una casona. Como la historia sucede en una casa de campo entonces adaptamos la puesta al lugar, que estaba muy bueno. Entonces, en la recepción aparece este personaje que es un mayordomo que recibe a la gente y la ubica, pero dentro de todo está dentro de la historia. Luego le buscamos una vuelta de tuerca y en el final aparece nuevamente como un personaje que es clave en la historia.
-Además del texto y los actores, la obra tiene mucha producción y una buena puesta en escena.
-Sí. La obra está hecha desde la compañía “Murallón Teatro”, que es un grupo de gente que trabaja para hacer la puesta. Además, a mí me gusta trabajar en todos los detalles, desde el vestuario hasta la escenografía. En todo. Y eso la gente lo va a ver al momento de ver la obra: el vestuario teatral, la escenografía… también la fotografía, el diseño de imagen, el sonido. Todo.
-¿Por qué ir a ver 75 puñaladas?
-¡Porque está muy buena! (risas) Antes que nada porque es una obra que tiene mucho suspenso y que va tener a la gente atrapada. También por el tema del humor, que es un humor distinto a lo que se ve en general. El hecho de que no haya malas palabras, del humor de situación, de las cuestiones que van pasando y de la torpeza del investigador para llegar a aclarar el crimen. La idea es esa, tener al público entretenido, porque eso es lo fundamental en el teatro: puede ser un drama o comedia, pero la obra tiene que entretener. Y creo que esta obra tiene mucho de eso.
Apostar por el teatro.
Gustavo Lazarte no se queda quieto: luego de realizar las cuatro funciones programadas de “75 puñaladas” en Tandil, la obra se realizará en un festival en Benito Juárez. Además, “El Amateur” participará del Festival Efímero de Teatro Independiente (FETI) en la Ciudad de Buenos Aires y “Maté a un tipo” fue convocada para una gira de la Universidad. “Estamos con actividad en casi todas las obras”, explicó el director, quien no le esquivó a la pregunta por el difícil momento que atraviesa el país.
-¿Cómo repercute la crisis en el teatro?
-En el teatro la crisis se ve. Sin embargo, lo que está bueno para nosotros, para salvar un poco la cabeza, es poder hacer funciones y expresarte de alguna manera en otro sentido. Salir un poquito de la vida cotidiana, digamos. El teatro te permite volar. Ya el hecho de tener ensayos, de reunirte, de trabajar con la fantasía y la creatividad te pone en otro lugar más sano, saludable. El teatro cura. Pero la situación que se vive sí se nota. Se ve en las salidas, se nota que hay menos gente. Y también hay que amoldar las entradas, porque tampoco podés regalar tu laburo, pero no podés cobrar un disparate porque la gente no va. Ahora, dentro de todo, estuvimos trabajando en el Mayo Teatral, que es un fenómeno aparte en la ciudad. Vamos a ver ahora qué pasa con las funciones que vienen todos los fines de semana, cómo se predispone la gente y cómo predispone su bolsillo para la salida.
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