Escasas opciones gastronómicas o de alojamiento si se tiene alguna discapacidad
Vivimos en una de las ciudades de la provincia que mantiene una tasa estables de visitantes, que aumenta con la presencia de fines de semana largos, y excepcionalmente durante periodos de vacaciones. A pesar de recibir a los públicos más heterogéneos, de todas las edades, en contingentes o durante un paseo familiar, las personas que cuentan con una movilidad limitada el recorrido turístico resultará un poco acotado.
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Se estima que en Argentina en una de cada cinco familias hay una persona con discapacidad, y de ellas, el 39,5% son personas con discapacidad motora. Además, el 90% de los edificios públicos tienen barreras arquitectónicas en su acceso y/o interior.
Desde la Dirección de Turismo local señalan que quien cuente con esta condición y desee pasear por la ciudad, podrá hacerlo sin inconvenientes mientras cuente con un vehículo que lo traslade. El recorrido del casco histórico, que incluye el Teatro del Fuerte, el Palacio Municipal, el Museo Municipal de Bellas Artes y la Iglesia central, cuenta con estacionamiento destinado a vehículos que trasladen a personas con movilidad limitada, al mismo tiempo que cada uno de los edificios cuenta con acceso y rampas. El estacionamiento del Parque Independencia, junto con el dique, la senda aeróbica y el playón disponen de todas las condiciones para que se pueda circular sin inconvenientes.
Al hablar de cifras, son muy pocos los establecimientos que cuentan con los requisitos para recibir y permitir una estadía agradable a personas que se trasladan en silla de ruedas, ya sea con acompañante o tienen la capacidad de hacerlo por sí mismos. Entre los alojamientos registrados en la Dirección de Turismo de la ciudad, sólo 5 de 79, en cada una de sus subcategorías, cuentan con las disposiciones necesarias y están señalados con el logo correspondiente que los identifica. Asimismo, según la ley n° 24.314 que regula la accesibilidad de las personas con movilidad reducida, sólo los alojamientos que cuenten con más de quince habitaciones convencionales deberán acondicionar una que sea especial para sus necesidades. Por su lado, 5 de 147 establecimientos gastronómicos, entre restaurants, parrillas y pizzerías, cuentan con accesibilidad
Para que cada uno de estos lugares pueda ser considerado apto, debe contar con rampas de acceso, dimensiones adecuadas para la circulación, mostradores a una altura determinada y sanitarios adaptados, todo para que una silla de ruedas pueda circular con comodidad y obtenga una experiencia similar a la de cualquier otra persona.
Lo que falta es la posibilidad de elegir como cualquier otro visitante o ciudadano, y que las medidas estén más generalizadas. Aunque la limitación de movilidad no es el único tipo de discapacidad, quienes cuenten con una comunicación reducida, tampoco están contemplados dentro de la oferta de alojamiento y gastronómica, adaptada a sus necesidades y requerimientos.
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