?Este Festival Cine Tandil, brilla con luz propia?, dijo Lunghi en la apertura de la nueva edición
En la apertura se recordó los inicios de este festival, allá por el 2001, fruto del sueño de un grupo de cinéfilos que lo llevó a la práctica estableciéndolo como un sello que se consolidó ininterrumpidamente en el tiempo.
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Los discursos protocolares -que dieron luego paso a la nómina de películas en competencia y la presentación de los jurados- estuvieron a cargo de el decano de la Facultad de Arte Mario Valiente y del intendente Miguel Lunghi.
El primero de los oradores puso el acento en la importancia “de ayudar y colaborar a ampliar la mirada de un público que está ávido de acercarse a aquellas producciones que difícilmente se pueda tener acceso si no fuera por la posibilidad de este Tandil Cine”.
Valiente hizo referencia al trabajo sostenido a través del tiempo y en conjunto de la Unicén, Facultad de Arte, Municipio y Biblioteca “durante doce de años, que no es poca cosa. No es un hecho que hay que pasar por alto que estas cuatro instituciones se mantengan unidas y trabajen en el desarrollo de uno de los aspectos puntuales de la cultura. Es un hecho que nos tiene que llenar de orgullo y hacernos sentir felices año a año cuando nuevamente nos damos cita para estas ocasiones”.
El decano se mostró emocionado al recordar que este año “la Facultad está cumpliendo los 25 años desde que comenzó la actividad y formación artística desde nuestra universidad”. Agradeció a todo el equipo de trabajo que, desde todos los sectores de su organización trabajaron mancomunadamente, para despedirse citando a Albert Camus: ´Si el mundo fuera obvio el arte no existiría; el arte, nos ayuda a penetrar en la opacidad del mundo¨. Ojalá, es mi deseo este Tandil Cine nos ayude a ampliar la mirada”.
Palabras del Intendente
Por su parte el intendente Lunghi agregó: “Venimos a compartir entre todos la renovada convicción de un emprendimiento cultural que llegó para quedarse. También con la misma ilusión con que cualquiera de nosotros en cualquier edad de la vida se sentaba sobre una butaca de cine de barrio. Venimos a creer de verdad con toda nuestra pasión en la historia que estamos a punto de ver. Esa historia y todas esas grandes y pequeñas historias que aquí se contarán son la sustancia de este festival que se ha convertido en la saludable tradición artística fundada de Tandil para el país”.
“Creemos en el cine –agregó- pero sobre todo en quienes lo hacen, en sus guionistas, directores, actores, industria en ese mundo propio que nos sorprende e iguala en la emoción de poder ver lo que nos permite este evento. Un cine que no suele verse en los circuitos comerciales del llamado séptimo arte, entonces más que nunca creemos en el Festival como metáfora de una ventana que se abre a los ojos ávidos de sus espectadores. Tal como las buenas películas, aquellas inolvidables, el Tandil Cine se proyecta en continuado más allá de los cinéfilos pioneros que lo hicieron posible hace doce años, de las instituciones que trabajan codo a codo y sin vedetismo en su organizaciones y hacia el futuro con las nuevas generaciones que lo irán perfeccionando”
Finalmente, el jefe comunal agradeció a todos los que trabajan detrás de la pantalla anónimamente para que el Festival brille con luz propia. u
APARTE
Programación para hoy
Teatro Del Fuerte
10: “Rodencia y el diente de la princesa”
16: Documental “La Escuelita”
17.30: “Pendejos”
21: “Viola”
22.30: “El árbol de la muralla”
Facultad de Arte
10: “Can can Club”: Cine de Animación
17 : Video Arte/ Pablo Usunof
Unidad 37
14: Cine tras los muros
Barrios Palermo
10: Programación Paka Paka 1
“Pendejos”, de Raúl Perrone
(Por Diego Batlle) En su trigésima película, este patriarca insoslayable del cine independiente local se pone más experimental y ambicioso que nunca. En blanco y negro, con una pantalla casi cuadrada (4:3), sin diálogos (apela a intertítulos) muestra durante 157 minutos los "actos cotidianos" de diversos skaters del Oeste. Una tragedia con espíritu de ópera-rock en la que la música (sobre todo la excelente cumbia electrónica del grupo Nomenombres Wey) y los efectos de sonido concebidos por El Perro marcan la tónica del relato. Un film no narrativo, sensorial,
Es que Pendejos nos muestra a un Perrone siempre en mutación, probando, experimentando, intentando no encasillarse, buscando cambiar. Algo sano para cualquier artista, pero sobre todo viniendo de un director que ya ha pasado los 60 años y tiene muchas condecoraciones ganadas.
Creador -en general- de películas cortas (suelen durar poco más de una hora), aquí opta por 157 minutos para concebir una narración en varios actos (episodios), con múltiples personajes (los pendejos/adolescentes del título) que apuesta como nunca a la experimentación visual y sonora, a la sensorialidad, a un cine no-narrativo. P3ND3JO5 es un musical sin diálogos (con intertítulos), una tragedia suburbana y, sobre todo, un trip dominado por las imágenes de skate y la permanente banda sonora (excelente combinación entre mucha cumbia electrónica con algo de ópera y hasta algún tema de Los Violadores) concebida por el colectivo Nomenombres Wey encabezado por el productor DJ Negro Dub. Lo popular y lo “culto” conviviendo con absoluta armonía y desparpajo.
En principio, debo admitir que la experiencia se me hizo un poco tortuosa y creo que no hacían faltan los 157 minutos, pero ahora que escribo (varias horas después de la proyección matinal) siento que la película va creciendo. En primera instancia, Perrone parece regresar al cine “juvenil” de Gus Van Sant, pero luego el film muta hacia un homenaje a La ley de la calle, de Francis Ford Coppola (las nubes, los personajes fantasmales que se elevan y luego regresan, los policías que persiguen a los pendejos). Sobre la segunda mitad, aparecen las referencias directas a Pasolini, a Dreyer (Juana de Arco), y la cosa se pone un poco (sólo un poco) más convencional (léase algo más narrativa).
La película está llena de ideas (algunas muy originales, otras “prestadas”), de hallazgos y también de caprichos. A esta altura de su carrera, Perrone no tiene que pedirle permiso a nadie. Puede ser “larguero”, ambicioso, desmesurado, ampuloso. Algo de eso se percibe en P3ND3JO5, pero también hay un director que se permite “jugar” a y con el cine, que se siente sin ataduras de ningún tipo. Bienvenida sea, entonces, esa libertad creativa.
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