Explicando lo inexplicable
Señor Director:
Con cierta pena y rabia he leído a mi regreso a esta maravillosa ciudad, una noticia en la que se informaba la suspensión de la Feria del Libro y del Festival de Cine.
Es lamentable la puesta en escena por tres personajes fellinescos o kafkianos, con el perdón de Federico Fellini y de Franz Kafka, tratando de explicar lo inexplicable.
Algo que tengo presente eran las anécdotas que me contaba mi madre referente a las ciudades de Gran Bretaña, Alemania y otros países cuando eran bombardeadas, y cómo trataban de llevar sus vidas de la forma más cotidiana posible. Concurrían a sus obligaciones: trabajar, estudiar e incluso la vida cultural continuó con las exposiciones, teatros, festivales, tomando las precauciones necesarias en caso de bombardeos, demostrando un espíritu inquebrantable e idóneo, donde prevalece la valentía, amor y respeto hacia sus conciudadanos.
Rescatemos la testimonial escena del Titanic, mientras se hundía la orquesta de Mr. Hartley interpretaba ?Nearear, my God, to thee? (Más cerca, mi Dios de ti), donde queda demostrado que ante la adversidad prevalece el coraje y la responsabilidad llevándolo más allá de sus deberes. La orquesta de Mr. Hartley no esperó directivas del capitán, sencillamente hizo lo correcto sin especular que pasarían a la historia, como finalmente lo hizo.
No olvidemos a los artistas que actuaron en los frentes de batalla para elevar la moral de las tropas, arriesgando sus vidas, hasta perderlas, como el recordado Glen Miller.
Realmente me parece que son tres personajes carentes de estructura artística y escasas en ideas, prevaleciendo una verborrea que no dice nada. La señora Castro cae en la soberbia de los unidireccionales, cuya pobreza de sus argumentos espanta, afirma en un periódico del 25 de julio: ?Si tanto se habla de la cultura, quiere decir que algo hemos hecho?, uno de los pocos logros que rescato son algunas puestas en escena en el Teatro de la Confraternidad.
A confesión de parte relevo de pruebas, habla de los teatros, dos municipales, sólo conozco uno, ya que el Teatro de la Confraternidad hasta mi buen entender es un comodato, habla nada más que de los logros teatrales, ignorando las otras disciplinas culturales, cosa que es una constante en su gestión.
Con todo esto quiero decir que estos tres lastimosos personajes se mueven cuando hay fondos, demostrando su total falta de capacidad y creatividad, repartiendo las culpas y tratando de cargar las mismas en las respectivas autoridades.
Benjamín Victorica
DNI 4.617.379
Recibí las noticias en tu email
Este contenido no está abierto a comentarios