Fundación Aires de Vida recibió el premio Agua Clara
-¿Cómo tomó primero la nominación y luego el resultado convertido en esta premiación del viernes?
-Todo con mucha emoción, porque lo que hacemos desde la Fundación es sin duda para beneficiar tanto a los pacientes, su entorno familiar y concientizar a la sociedad sobre algo que hasta no hace mucho era un tabú.
-Los fundamentos del porqué premiaron a Aires de Vida señalan que es “por apostar a la salud del cuerpo y del alma”.
-Y es que no podría ser de otra manera, un paciente ya sea oncológico o de otro tipo, si tiene actitud, un entorno cariñoso y proyectos, va a estar mejor en todo, más predispuesto para todo y eso se nota, por ejemplo cuando hacemos los viajes a distintos puntos del país desde hace cuatro años atrás. En esta oportunidad no pudimos viajar a San Martín de los Andes y Bariloche -antes hicimos Salta, Cataratas, Córdoba- con ellos debido a que debíamos recibir este premio, que no es solamente nuestro, es de cada uno de los pacientes que creen que es posible tener una vida mejor si siempre hay un proyecto o una sonrisa, una palabra de aliento, un interés.
-Nos interesaba conocer un poco el comportamiento de estas personas durante los viajes, porque imaginamos que debe haber pacientes en diferentes estadios.
-Durante los viajes se dejan de lado todos los dolores y cuestiones que los pueden llegar a hacer sentir más o menos. Es maravilloso porque lo que reina constantemente es la alegría, el compartir. Es una semana donde se está todo el tiempo con el grupo y eso genera una relación muy intensa desde otro lugar, ya deja de ser el motivo de unión lo que fue la enfermedad sino que pasa a ser la vida, divertirse y disfrutar.
-¿Cómo se superan algunas cuestiones físicas, que las debe haber?
-Le aseguro que sorprenden todo el tiempo, me viene a la memoria cuando fuimos a Salta al Cerro de la Virgen y le aseguro que el 98% hizo el ascenso caminando y hay unos cuantos kilómetros y no es sencillo, pero lo hicieron… en muchos casos en mejores condiciones que yo (risas).
-Fueron varias las instituciones que recibieron este premio en Tres Arroyos.
-Veintiuna en total, a personas, ONGs, instituciones y diferentes organizaciones que trabajan por el bien común de Tres Arroyos y la zona. Y nosotros, reitero, hemos tenido el honor de recibirlo, porque si bien hemos hecho allí dos o tres encuentros con pacientes, no es lo mismo que en otras ciudades donde se hace una actividad más sostenida como Rauch o Benito Juárez, entonces de allí la importancia del reconocimiento.
-Eso significa que las acciones de la Fundación se ven y son observadas por otros municipios.
-Estamos más que agradecidos, porque si bien no podemos ir al ritmo que quisiéramos, ya que la realidad a veces nos frena un poco en la concreción de algunas cuestiones, sentimos que estamos caminando a paso firme y así lo seguiremos haciendo.
El fundamento del premio
“El prestigioso oncólogo tandilense Germán Poiman y su esposa, María Lina Garmendia, encontraron en los enfermos de cáncer la posibilidad de enfocar la enfermedad desde la vida. Así empezaron a organizar encuentros con los propios pacientes, sus familias, amigos y las comunidades en las que se insertaban, y desde ellos trazaron una mirada que excede lo terapéutico para tener en cuenta aquellas razones por las que el ser humano vive -los afectos, la familia- y poder luchar contra la enfermedad desde las trincheras del amor.
Quebrando el tabú de una patología que muchas veces se mantiene oculta y silenciada, esta pareja alumbró con su compromiso propuestas que excedieron el ámbito de la salud para mostrar a la comunidad, sobre todo, que es posible vivir con cáncer y ser feliz. Así surgieron el desfile Modelos de Vida y un calendario del que los propios pacientes son protagonistas, además de charlas y exposiciones que se desarrollan en distintos lugares de la provincia de Buenos Aires. Por apostar a la salud del cuerpo y el alma, es Agua Clara 2013 la Fundación Aires de Vida”. (LU 24 Radio Tres Arroyos)
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