Golpearon y maniataron a una mujer en un violento robo en su propiedad
Luego del resonante caso que protagonizó hace alrededor de dos meses la funcionaria local Helena Berestain este hecho tuvo lugar alrededor de las 8.30 de ayer y resultó víctima Ester Alonso, la dueña del lugar, quien fue abordada por dos personas que salieron del fondo del terreno cuando se acercó al garaje a sacar su vehículo.
Mediante la utilización de un cuchillo, la trasladaron hacia el interior de la casa donde le pidieron efectivo. Si bien no se precisó el monto, lograron llevarse una importante suma de dinero y algunas joyas.
Antes de darse a la fuga, los atacantes dejaron a Ester Alonso atada con fragmentos de una sábana en las escaleras de la propiedad, ubicada en las inmediaciones del circuito turístico del Lago del Fuerte.
Mientras se investiga el hecho, se iniciaron actuaciones por “Robo calificado” según confirmaron a este Diario desde la comisaría Primera.
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Luego de ese momento la llevaron “a la rastra” hacia el interior de la casa. “Me tiraron al suelo, me taparon la boca porque gritaba y después me ataron las manos”, relató.
De inmediato, los asaltantes comenzaron a pedirle que les entregara el dinero. “Les dije dónde estaba el efectivo, pero no lo encontraron”, expresó la mujer.
Allí “me llevan hacia el escritorio”, y después “me hicieron subir al dormitorio para entregarles el dinero que tenía. Pero querían más. Revolvieron todo y además se llevaron alhajas”, detalló.
En medio de esta compleja situación, Ester Alonso reseñó que los delincuentes “me amenazaban con la vida de mi hija para que les diera más”.
“Me dieron una cachetada, me amordazaron y ataron en la escalera donde me dejaron antes de irse”, acotó la propietaria de cabañas para alquilar en la zona.
Esperó algunos minutos y después comenzó a aflojar las ataduras hasta que finalmente logró liberarse.
Posteriormente, aportó otro dato al señalar que “a la madrugada la perra toreaba, bajé y miré todas las ventanas, pero no me quedé tranquila”.
Además, Ester Alonso consideró que posiblemente haya estado vigilada puesto que “tenían una inteligencia perfecta. A esa hora por ejemplo queda poca gente en el barrio”.
Lo cierto es que este caso se dio luego de un fin de semana largo, por lo que se presume que los perpetradores del hecho podrían tener conocimiento sobre la actividad de la mujer.
A su vez, aseguró que “me sentí ultrajada en todo, y eso que me trataron bien y sólo me golpearon la boca”.
“Es lamentable porque somos gente de trabajo y no es que estemos ostentando riquezas”, afirmó.
Por otro lado, la dueña de la vivienda de Guido al 400 aseguró que es la “décima vez” que es víctima de un hecho de inseguridad en los últimos años.
“Pero nunca como sucedió esta vez, que fue alevoso. Me privaron de mi libertad, de todo”, remarcó.
De aquí en más, sólo quedará “salir adelante y encomendarme a Dios como lo he hecho siempre, no queda otra”, concluyó.
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