La casa de abrigo dio asistencia a más de 60 mujeres y 130 niños
Luego de poco más de un año de funcionamiento, la casa de abrigo municipal destinada a víctimas de violencia de género “Martha Pelloni” brindó asistencia de 60 mujeres y 130 niños. La directora de Integración Comunitaria, Luján Brito, resaltó que ha sido “un gran aporte en la lucha contra la violencia de género”.
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Cabe recordar que con el objeto de generar un espacio seguro de albergue temporal para mujeres víctimas de violencia doméstica crítica, y en concordancia con lo dispuesto en la Ley Nacional 26.485, en diciembre de 2014 el Municipio abrió oficialmente la casa de abrigo “Martha Pelloni”.
En trece meses que lleva funcionando el espacio, ya se le ha proporcionado asistencia a más de 60 mujeres y 130 niños, ofreciendo servicios estructurados con un enfoque sistémico integral y con perspectiva de género, a través de los cuales se facilita el inicio de procesos de mayor autonomía y la interrupción del ciclo de la violencia en la cual se encontraban inmersas las mujeres junto a sus hijos.
La institución recibe a mujeres víctimas de violencia doméstica crítica, en aquellos casos en los que la permanencia en su domicilio implica una amenaza a su integridad física, psicológica y/o sexual.
Durante su estadía en el espacio, que coordina la Secretaría de Desarrollo Social, se busca ofrecer un espacio digno y seguro, donde se trabaja la autoafirmación y autodeterminación, la recuperación de la palabra, la construcción de un nuevo lugar para si en la relación con los demás y fortalecer el vínculo entre la madre y los menores a su cargo.
Al egreso, se trabaja en la coordinación interinstitucional y de redes para monitorear y abordar otros aspectos relacionados a favorecer un proceso de toma de decisiones y dotar de los instrumentos necesarios para construir una vida libre de violencia. Para ello, se desarrollan acciones coordinadas con otros espacios y áreas con el fin de ofrecer una respuesta interinstitucional e interdisciplinaria en los distintos espacios comunitarios y de salud.
La intervención conjunta de casos pretende ser una herramienta útil de trabajo y consulta para las y los profesionales que tengan que intervenir frente a situaciones de violencia de género, a la vez que es un instrumento de apoyo que ayuda a sistematizar la información, los recursos y las respuestas profesionales.
Para lograr estos objetivos, la Secretaría de Desarrollo Social, pone a disposición recursos humanos con profesionales altamente capacitados comprometidos en el abordaje y recursos económicos sostenidos en el tiempo.
Garantizar la seguridad
En diálogo con El Eco de Tandil, Brito explicó que en el lugar hay dos trabajadoras sociales, una psicóloga, las dos auxiliares, una persona de seguridad por la noche, y una coordinadora.
Si bien originalmente habían ideado que las mujeres no permanecieran en el hogar por más de una semana, “nos han tocado en general grupos muy numerosos, lo que se hace difícil para conseguir espacios para alquilarles, así que por ahí tardan un tiempo más. Pero generalmente logramos terminar bien lo que tiene que ver con el inicio de su autonomía en un nuevo espacio, y eso ya después lo trabajamos más a nivel comunitario, y con el área de la mujer”.
“Ellas ingresan por distintos espacios. No consideramos que la denuncia sea un requisito fundamental. Sí tiene que ver con las medidas de restricción y protección para ella y sus hijos. A veces cuando ingresan hay todo un proceso hasta que realizan la denuncia”, sostuvo.
Y añadió que “nosotros lo trabajamos con el equipo de las trabajadoras sociales, la psicóloga, la coordinadora que hace 20 años que trabaja en cuestiones de género entonces de alguna manera logran convencer a esta mujer que lo ideal es poder hacer la denuncia para llevar adelante las medidas para resguardo de ella y sus hijos”.
Y consideró que se trata de una parte más del proceso e indicó que intentan “resguardar a la persona y generarle las condiciones para cuando se vaya a vivir sola con sus hijos esté segura”.
A su vez, cuentan con una guardia pasiva las 24 horas para que cuando se presenta un caso, se solicite inmediata asistencia y se le da ingreso a la casa de abrigo.
“Se la sigue monitoreando con las trabajadoras sociales de los centros comunitarios. Se las presentamos para que se les de conocimiento que están en el barrio, y una vez finalizada esa primera etapa empezamos a trabajar con el área de la mujer para que empiecen a buscar trabajo. Seguimos trabajando con ellas”, indicó.
No obstante, aclaró que “a veces nos pasa que aun generando todas las condiciones por distintas razones han vuelto con su ex pareja. Nosotros avisamos al juzgado. Intentamos a través de espacios comunitarios ver dónde está nuevamente para dialogar y que tome conciencia”.
Más denuncias
En cuanto a los 61 casos que tuvieron durante el año, sostuvo que “no está muy lejos del promedio que veníamos manejando. En años anteriores el alojamiento lo brindábamos igual en otros espacios, pero estábamos alrededor de 50 o 45 casos por año”.
Sin embargo, resaltó que hubo un incremento de las denuncias de violencia de género y a que las mujeres verbalicen lo que están atravesando.
Por otro lado, manifestó que “las cuestiones que se pueden seguir trabajando en otros espacios las seguimos trabajando. Para nosotros significó una herramienta fundamental, yo trabajé mucho en el armado del proyecto desde hace 4 años aproximadamente”.
“No era fácil conseguir un espacio que estuviera ubicado cerca del casco urbano. Llevó tiempo armar los equipos, establecer los protocolos de intervención y la verdad es que fue para nosotros una gran satisfacción, porque muchas mujeres sabiendo que tienen un espacio donde ir se animan a denunciar más”, afirmó.
Y destacó que “nosotros recogemos un poco lo que nos cuentan, cómo tomaron la determinación. La verdad es que la casa de abrigo ha sido un gran aporte en la lucha contra la violencia de género, en el tratamiento y por sobre todas las cosas que esa mujer sepa que puede cortar inmediatamente el ciclo de violencia”.
“La casa de abrigo ha sumado para todos un paso fundamental en la lucha contra la violencia de género”, manifestó.
La única municipal que hay en la provincia
Brito detalló que disponen de un total de 16 plazas más dos de bebés. “Hasta ahora nunca hemos tenido inconvenientes, nunca ha estado desbordado. Las plazas han respondido bien. No hemos tenido nunca superpoblación”, manifestó y destacó que “los equipos trabajan muy bien en el abordaje, en el egreso, y en la contención”.
Y puntualizó que de las 61 mujeres, alrededor de 10 vinieron de ciudades aledañas y subrayó que “para nosotros fue un paso adelante muy grande, y para las víctimas saber que cuentan con este espacio y que pueden cortar en cualquier momento con la violencia es fundamental”.
En tanto, sostuvo que Tandil es una de las pocas ciudades que tiene una casa de abrigo, ya que en la provincia hay ocho en total pero la de Tandil es la única municipal.
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