Las obras de ATAD necesitan otro impulso para las aberturas
En dos semanas comenzarán a techar el edificio de ATAD, ubicado en Brandsen y Brown, en la obra que comenzó hace cuatro meses. La construcción presenta un avance del 50 por ciento y el principal objetivo es cerrar el perímetro para diciembre, lo que implicaría colocar las aberturas cotizadas en unos 400 mil pesos. El sueño máximo sería cortar las cintas durante el próximo aniversario, el 24 de septiembre de 2016, e iniciar el ciclo lectivo 2017 en la nueva casa.
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El proyecto es espectacular, con un gran SUM sostenido por columnas y altas ventanas que le brindarán luz natural. Además, está rodeado por aulas y espacios para terapias físicas, cuenta con un patio de luz, la dirección, cocina y batería de baños, y un patio con rampas para que puedan salir los alumnos. Todo fue diseñado especialmente para las necesidades de la institución por el arquitecto Daniel Rego.
En una recorrida por la obra, la primera directora de la Asociación Tandilense de Ayuda al Discapacitado e integrante de la Subcomisión Pro Edificio de ATAD, Nelba Pérez, explicó que “sobre todo tenemos urgencia con las aberturas del exterior, porque una vez que se va a techar hay que cerrar la obra. Hasta ahora, por suerte, viene todo muy bien, pero por seguridad hay que tener la obra cerrada”.
Para este tramo, el constructor Hugo Ríos también les solicitó conseguir el material para el revoque exterior: cal, cemento, arena, polvo de piedra y manta plástica, lo que permitirá la colocación de ventanas y puertas.
En tanto, una vez que la obra esté cerrada podrán continuar con la instalación de los servicios, aunque aún no han logrado adquirir ni recibieron donaciones de materiales de cloacas, gas, electricidad y calefacción, además de los pisos, revestimientos y artefactos sanitarios.
“Es un acto de responsabilidad ciudadana”
“La obra va muy bien. El proyecto es hermoso y está hecho por el arquitecto Daniel Rego y lo sigue el constructor Hugo Ríos. Estamos realmente contentos con esto. Empezamos el año pasado, tuvimos un período de pausa y este año, por suerte, arrancamos con todo”, contó Nelba Pérez.
Y valoró que “la comunidad ha respondido muy bien, tanto deportistas como vecinos, nos han ayudado muchísimo, siempre han estado presentes en esto. Creo que es un acto de responsabilidad ciudadana. ATAD ha sido creada hace 33 años, hoy está instalada ya en la comunidad y todos la quieren, evidentemente Tandil la quiere tener”.
Si bien en unos quince días están listos para techar, comenzaron con una onerosa fundación por el desnivel del terreno y continuaron con los materiales donados por el tenista Juan Martín Del Potro, quien les dio el impulso inicial, junto a mucha otra gente que colaboró de acuerdo a sus posibilidades ya que todo suma.
“Todo el mundo trabajó en lo que fue terraplenar todo, excavar. Esa primera etapa fue terrible. En ese momento tuvimos que parar porque nos habíamos quedado sin fondos. Luego, con esta subcomisión que hemos armado, que está motivada y trabajando mucho, la gente nos está respondiendo”, agregó la ex directora.
Con gran alegría, la semana pasada les confirmaron que David Dalavia, un techista de esta ciudad, les donó la mano de obra y junto al constructor van a iniciar la cubierta. El objetivo es terminar esta etapa en el corto plazo.
“Lo que se viene después es la parte de revocar el exterior para poder poner las aberturas. Pensábamos hacer una colecta para conseguir los recursos para el material. Para las aberturas estamos pidiendo presupuestos en distintos lugares porque son muy costosas, para ver cómo las podemos adquirir”, adelantó Claudia González, integrante de la subcomisión.
Las aberturas, otro gran paso
Hasta el momento consiguieron tres cotizaciones y deben juntar unos 400 mil pesos para colocar puertas y ventanas, lo que les permitirá seguir con las instalaciones de los servicios. Es que ATAD se construye de acuerdo a las exigencias de las obras sociales y prepagas, para que una vez que esté en marcha se pueda financiar con los aportes que reciben los alumnos.
En cuanto a los recursos, mencionaron que el diputado provincial Mauricio D’Alessandro les entregó 31 mil pesos que representa su sueldo de octubre, pero además las invitó a asistir con alcancías en el espectáculo por el Día de la Madre donde recaudaron 11.075 pesos.
Sumado a esto, están aguardando “otro aporte que no se efectivizó que es de Pablo Bossio, de 50 mil pesos. Está comprometido”, enumeraron.
La actual directora Fernanda Lumelli expresó que “además de la sociedad que nos acompaña permanentemente en este proyecto y que pone todo el tiempo su granito de arena, quiero agradecer al personal y a toda la gente de ATAD porque la organización de eventos y el tiempo extra que le pone a cada actividad durante todo este tiempo es invalorable”.
Además de la colaboración de la comunidad, destacó la predisposición del personal docente de ATAD que “está todo el tiempo poniéndole el hombro y a la asociación civil de ATAD, a la subcomisión y a los papás que también ponen su esfuerzo y están todo el tiempo acompañándonos”.
Teatro y subasta de alta costura
Por otro lado, Claudia González anunció que el próximo evento está programado para el 18 de noviembre. Esperan a Nazarena Vélez, quien representó a ATAD en “Bailando por un sueño”, y el director Atilio Veronelli, a presentar una obra de teatro en el Centro Vasco. Toda la recaudación del espectáculo va a ser a beneficio de la entidad.
En esa oportunidad también se realizará una subasta de vestidos del diseñador Roberto Piazza, con la colaboración del Centro de Martilleros de Tandil. “Vamos a tener que hacer una convocatoria importante porque esos vestidos son muy costosos”, anticipó Nelba Pérez y recordó que aún tienen en custodia obras de arte para vender como la obra que les donó Milo Lockett y una escultura de Carlos Regazzoni, pero las utilizarán en momentos oportunos de la obra.
Con buenos resultados en la organización por tramos, “si pudiéramos cerrar para fin de año, sería una etapa importante cumplida y no por eso vamos a dejar de hacer eventos y de seguir golpeando puertas porque es mucho lo que falta todavía”, destacó Claudia González.
Unos 120 estudiantes y sus docentes merecen estar mejor
ATAD lleva varios años funcionando en una casa, cuyo alquiler paga el Municipio. Alcanzar la meta del espacio propio “implica fundamentalmente la calidad edilicia que se merecen los docentes y los chicos desde lo que es una escuela. Ya desde el simple hecho, por ejemplo, de tener un patio que hace 8 años no tenemos”, describió la directora Fernanda Lumelli.
Y evaluó que “son cosas indispensables para la calidad educativa y de vida en una escuela para los alumnos y los docentes. Estoy convencida de que lo que estamos pidiendo nos lo merecemos por un trabajo en serio, comprometido, desde hace años. No estamos pidiendo nada que no nos corresponda”.
En este momento, la institución recibe a 118 alumnos y 90 están integrados, es decir que concurren a servicios educativos comunes a contraturno de ATAD.
El nuevo edificio fue previsto para la misma cantidad de chicos. “No tenemos posibilidad de aumentar los alumnos porque no nos subvencionan más cargos. También estamos pidiendo eso. Estamos excedidos, con 87 alumnos tenemos cubierta la cantidad de docentes de planta. Tenemos siete docentes nombrados, no es nada. Hace 4 años que venimos pidiendo la subvención de más cargos y Dipregep no nos los otorga”, explicó.
Si bien tienen lista de espera para las inscripciones, la directora sostuvo que filosóficamente tampoco quieren una escuela de 200 alumnos. “Este edificio está pensado para una matrícula como la que tenemos. Lo que pasa es que hoy estamos en condiciones infrahumanas, en un lugar súper apretados, en una casa que tiene un circuito en redondo. Las condiciones edilicias son horribles para trabajar”, describió.
Por su parte, la primera directora Nelba Pérez recordó que la institución, que tiene 33 años, fue creada por un grupo de docentes y padres frente a una necesidad real de la ciudad. “No hay duda de que ATAD se necesita en la sociedad. Responden porque es querida y cuidada”, dijo y repasó que cuando se quemó el edificio “todo el mundo salió a ayudarnos. Estuvimos cobijados y consolados por la comunidad, por las otras escuelas. Hay un aspecto de mucho reconocimiento y eso es muy valioso para una institución”.
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