La situación del doctor Rossi
Señor Director:
Hemos leído en las últimas publicaciones manifestadas en los medios locales el problema referente a la posible mala praxis del doctor Rossi.
En realidad la mala praxis habrá que demostrarla y para eso actuará la Justicia, como ya lo hizo recientemente. Lo que nos incomoda y preocupa es la falta de consideración del informe apresurado en el que se habla frente a un profesional con más de treinta y pico de años de ejercicio profesional en la ciudad.
El doctor Eduardo Rossi llegó a Tandil con sólidos conocimientos y práctica para trabajar al servicio de la salud perfeccionándose y capacitándose día a día con verdadera vocación, acompañando y preocupándose cuando está cerca o lejos de sus pacientes, tratando de hacer lo que debe y sabe para curarlo o mejorarlo según el caso, y luchando fieramente contra su peor enemigo, la muerte, que siempre está codo a codo, desde la afección más sencilla hasta la más laboriosa, alternando distintos lugares de trabajo porque el requerimiento así lo exige.
No es para ganar más como creen algunos, es el ritmo que le imprime la profesión. El profesional médico tiene que vivir, comer, descansar, educar a sus hijos como cualquier ciudadano. La profesión le exige estar fuera de su casa reiteradamente.
Creemos que en algunos momentos el juicio que se emitió fue una pincelada que salpica maliciosamente al profesional en cuestión y a su familia sin medir las consecuencias.
Esperamos que sean interpretadas sanas y correctamente nuestras palabras. Lo sucedido al doctor Rossi en esta etapa de su profesión no le van a suprimir la estela de profesionalismo eficiente que desde tantos años vino desarrollando.
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Norma Delia Chenlo
Rafael Caricato
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