Las organizaciones sociales presionan para que se implemente la Ley de Emergencia
Los movimientos sociales y organizaciones piqueteras prevén meses calientes y de conflicto. Al incesante incremento de la canasta básica, sumado a los constantes tarifazos, se le agrega los despidos y un contexto social duro que golpea a los más marginados.
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Es por esto que el triunvirato piquetero, conformado por la Confederación de Trabajadores de la Economìa Popular (CTEP), la CCC y Barrios de Pie anunciaron que pedirán “el 25% de las obras públicas de la provincia de Buenos Aires y el 25% de las compras que hace el Estado estén en manos de cooperativas”.
“De esa manera se van a fortalecer la economía y la producción popular”, dijo el líder de Barrios de Pie, Daniel Menéndez.
Desde el conjunto de organizaciones consideran que el gobierno de María Eugenia Vidal “tendrá que responder” a la demanda de los cooperativistas, debido a que el nuevo fondo de la provincia obtendrá 40 mil millones de pesos, una cifra que tiene prevista utilizarse en parte para programas que “beneficien a los sectores populares”.
Para esto, las organizaciones sociales y piqueteras no descartan la movilización y los cortes como método eficaz para presionar al gobierno nacional y provincial de Cambiemos. Más sabiendo que se anunció un recorte a planes sociales por parte del Ejecutivo, la materia prima con la cual las mismas realizan su armado social y político.
En este sentido, puntualizaron la urgente necesidad de la aplicación de la ley de Emergencia Social, votada y aprobada en 2016 y reglamentada en 2017, pero todavía sin un funcionamiento pleno.
La ley busca que las organizaciones formen parte de la discusión sobre los fondos de la ley y además, la participación en el Consejo del Salario Mínimo y Vital que actualmente integran el gobierno nacional, empresarios y la CGT.
Todas las organizaciones sociales que conforman el “triunvirato piquetero” tienen una real llegada a los barrios de distintas localidades de la provincia, así como también una conexión con sectores eclesiásticos, como es el caso de uno de los líderes de la CTEP, Juan Grabois, quien ha sido señalado como “amigo del Papa”, aunque él no lo describa así.
Sin embargo, más allá de las especulaciones, lo cierto es que este conjunto de organizaciones de base representa un poder al que todavía el gobierno de Cambiemos no alcanza a penetrar. Por lo cual, la negociación con estas deberá ser una respuesta lógica para prevenir que los piquetes ganen las calles.
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