Las trabajadoras sociales pararon ayer y amenazan con otra medida de fuerza
Tras una semana de conflicto y sin acuerdo con el Departamento Ejecutivo, en la víspera mostraron su malestar en el edificio de Arana y 4 de Abril, donde con bombos y palmas llamaron la atención de los vecinos. Además, colgaron banderas que decían “Abuso laboral no” y “Trabajadoras sociales en lucha por el 40 por ciento”.
En apoyo al reclamo, choferes y empleados de depósito de Desarrollo Social se plegaron a la medida de fuerza de las trabajadoras que prestan servicios en los centros comunitarios, en las distintas áreas de la secretaría, en el Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos de Niños/as y Adolescentes y en los hogares Fantasía, Encuentro y Convivencia.
La protesta de las profesionales se desató la semana pasada y el último viernes el Departamento Ejecutivo, a través del secretario Oscar Teruggi, les entregó una oferta en la que accedía a pagar la bonificación del 40 por ciento, aunque imponía una serie de condiciones.
Ayer, las trabajadoras sociales explicaron que rechazan dos de las cláusulas de la oferta. En primer lugar, no están de acuerdo con que las profesionales que cumplen tareas en el Servicio Local deban estar disponibles para intervenir, en caso de que el coordinador o las autoridades lo consideren conveniente, fuera del horario normal y habitual de trabajo.
Tampoco aceptan que las profesionales de los hogares convivenciales municipales deban estar disponibles para asistir fuera de horario cuando sus responsables entiendan que las necesitan.
En asamblea, decidieron presentarle hoy al Ejecutivo una nota en la que rechazan estos dos puntos y esperar una respuesta hasta el próximo viernes. De no obtener un principio de solución, podrían optar por un paro de 48 horas para el martes y miércoles venideros.
Con respecto al salario, las trabajadoras afirmaron que sin el plus las incluidas en la categoría 8 cobran 2.200 pesos por 35 horas semanales. Cabe destacar que son las encargadas y tienen la responsabilidad de asignar recursos sociales, de tomar intervención ante problemáticas familiares graves y de visitar a las familias de los sectores más vulnerables, entre otras tareas. Además, algunas están a cargo de áreas o de centros comunitarios.
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Con un muy alto índice de rotación entre el personal debido a los bajos salarios y las condiciones laborales, estimó que de 23 profesionales hay 11 que no perciben el plus.
La trabajadora social aclaró que no rechazaron toda la contrapropuesta del Ejecutivo, sino que objetaron el ítem que obliga a las integrantes del Servicio Local a cumplir con una suerte de guardias pasivas. “Son tres solamente las profesionales y van a estar agotadas. Es imposible cumplir con la guardia”, sostuvo.
Y manifestó que “es una discusión que se tenía que hacer al interior del Servicio Local, porque no solamente trabajan trabajadoras sociales sino que hay un psicólogo y un abogado. El equipo las puede hacer en su totalidad a las guardias”.
Reforzando esta postura, Nancy Enríquez expresó que “es un tema lo suficientemente complejo como para dar una discusión aparte. En otros municipios el equipo técnico que forma parte de este servicio no hace las guardias, sino la gente tiene que atender una guardia a la noche y a las 7 estar trabajando en el mismo servicio”.
Silvina Pereyra precisó que “nosotros reclamamos que tres profesionales no pueden hacer las guardias pasivas. Habrá que buscar otra medida para que se solucione. El conflicto de fondo es que falta personal en el Servicio Local y eso no se está arreglando”. u
La situación del Servicio Local,
eje central de las negociaciones
“En el equipo de trabajo somos hoy tres trabajadoras sociales mensualizadas, ninguna está en planta permanente. Ya hace más de un año que estamos todas formando parte del equipo, también integrado por un psicólogo y un abogado”, explicó Alfonsina Vales, una de las afectadas.
También indicó que la licenciada Silvina Chervero dejó su cargo y “hoy no tenemos coordinadora porque renunció ya hace quince días. En el tiempo que yo estoy ya renunciaron otras dos, Julia Méndez y Luciana Ruiz, que son profesionales que están perfeccionándose en niñez, y renuncian por una cuestión salarial y de condiciones laborales”.
El recambio de profesionales impide aceitar las tareas y que se profundicen los lineamientos de trabajo, como así también el conocimiento y seguimiento de los casos a través del tiempo.
“Hoy estamos en reclamo de este 40 por ciento que lo otorgan para todas las compañeras, con la salvedad de que para las que trabajamos en el Servicio Local, que somos tres, tendríamos que cubrir unas guardias pasivas”, sostuvo.
El horario del Servicio Local es de 7 a 15, pero el Ejecutivo pretende que estas tres profesionales estén pendientes durante el resto de la jornada y los fines de semana por si las necesitan para intervenir en algún caso. Lo mismo les exige a las integrantes de los centros convivenciales,
Este condicionamiento les impide tomar otros trabajos, alejarse del centro o estar junto a sus familias sin preocupaciones. “No nos pueden exigir estar disponibles porque trabajamos 35 horas semanales. Fuera del horario laboral, no”, dijo Alfonsina Vales.
Por último, remarcó que “estuvimos averiguando cómo funcionan los servicios locales en otros municipios y en Olavarría, por ejemplo, son quince los empleados o sea que no hay forma de discutir la guardia pasiva, que además se hace y se paga”.
Aclaró que no se niegan a realizar las guardias, porque deben cumplirse y están comprendidas en la ley, pero demandan más cantidad de profesionales para poder abarcarlas.
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