Lisandro Aristimuño dará un concierto especial
Desde el lanzamiento de “Mundo Anfibio” ya llenó cuatro teatros Gran Rex y con entradas agotadas visitó Cipolletti, Bahía Blanca, Luis Beltrán, Rosario, Mendoza, Capital Federal, Santa Fe, Haedo, La Plata, Mar del Plata, Córdoba, Paraná, La Pampa, Neuquén, Bariloche, Viedma y San Luis. Llevó también sus canciones a San Juan, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Tandil, Tigre, Río Cuarto, San Nicolás, Chaco, Corrientes y El Calafate. Además de Uruguay, Chile, Brasil, Colombia, Perú, Bolivia y México.
Durante agosto se presentó en Neuquén, Bahía Blanca, La Plata y Mar del Plata. En todos los casos con entradas agotadas.
En septiembre lo hizo en San Pablo, Brasil y el 10 de octubre dio un concierto en Montevideo en formato acústico. El 12 y 13 de diciembre despedirá el año cerrando la Gira 2014 en el teatro Gran Rex.
Su gira y su paso por Tandil
Hará su paso por Tandil en pocos días y, en pleno diseño su show, se hizo una pausa y dialogó con este Diario sobre lo que será su espectáculo, su carrera, su ciudad de origen y más.
-Se encuentra girando por Argentina y el exterior.
Lisandro Aristimuño: -Sí, bastante. Esta gira fue muy grande, por suerte. Me ha ido muy bien, estoy asombrado de lo que ha pasado, sobre todo, en los países hermanos, por el recibimiento que tuve. Fue estar en los conciertos y darme cuenta que cantaban las canciones. Eso es lo que logra Internet, porque mi disco no está editado en esos países, y la gente escucha mi música por otra vía.
-Cada uno de sus discos es diferente, pasa por distintos estilos. Sin embargo, tienen su sello.
-A mí me encanta ir variando, creciendo y seguir investigando la música. Primero, en algún punto, me tiene que gustar, emocionar, sorprender. Después intento hacer el disco. Pero cuando estoy componiendo, primero tiene que pasar algo conmigo.
Ahora, por ejemplo, hace dos años que no saco un disco y tampoco me voy a poner la presión para hacerlo. Como lo disfruto mucho, si las canciones no salen, no me sorprenden o no me hacen bien, prefiero no sacar un disco.
En cada producción intento que me guste mucho lo que estoy haciendo y poder sorprenderme con cosas nuevas, porque uno también conoce sus fuertes y sus bajos en cuanto a la composición y, en algún punto, ya puede hacer un disco y sacarlo, pero si no te sorprende a vos, no sé si tiene sentido.
-Hoy tiene la posibilidad de esperar y hacer algo que realmente le guste.
-Sí, por suerte hoy puedo elegir cuándo sacar un disco y cuándo no, y darme el lujo de que me guste, me sorprenda. Entonces, trato de tomar herramientas de otros músicos que voy conociendo como productor. Hay una canción mía que dice “Mutar para ser mejor” y yo estoy todo el tiempo tratando de modificarme para sorprenderme y seguir siendo feliz y ser genuino.
La fusión en su trabajo
-¿Cómo se dio la posibilidad de reunir lo acústico y lo electrónico en su música?
-El lado acústico se lo atribuyo a la Patagonia, de donde soy. Mi papá es músico también y en casa había muchos instrumentos de madera antigua, criollos, que son de él, muy hermosos. Yo crecí con esos instrumentos del folclore. Creo que esa parte acústica se la atribuyo mucho a eso, a la música y los instrumentos que tenía en casa.
Cuando me vine a vivir a Buenos Aires, ya hace más de diez años, la parte electrónica entró por la ciudad, su modernidad y todas las casas de música que hay, y por todas las posibilidades. Empecé a trabajar con la computadora porque mi primo, que está en la banda, me enseñó todo lo que se puede hacer con ella y ahí puse en juego ese sonido.
-Se le dio la posibilidad de fusionar ambos sonidos, lugares, experiencias.
-Lo bueno de ser músico es que uno es como un pintor. Uno va caminando y absorbiendo lo que lo rodea. Ahí empieza o a escribir una letra o una melodía. Creo que lo exterior, sea al paisaje o lo que sucede en la calle, es como que me influencia mucho y lo tengo muy presente en las canciones.
Si yo me fuera a vivir a un lugar frío, con nieve y estuviera mucho adentro, seguro el disco sería más frío. Depende de donde estés, es cómo va saliendo la música.
-De Viedma a Buenos Aires hay una distancia muy grande en cuanto las vivencias, paisajes, ¿cómo lo modifica eso desde la composición?
-Al principio fue muy extremo el cambio. Yo había ido a Buenos Aires porque mi mujer venía a estudiar. Siempre digo que el amor me llevó a Buenos Aires, gracias al amor llegué, porque quizá nunca me hubiese animado, no estaba dentro de mis planes.
Cuando salió mi primer disco, no sabía cómo me iba a ir. Yo estaba estudiando como maestro jardinero, para dar música en los jardines. No me hubiese imaginado jamás lo que está pasando y eso me lo dio Buenos Aires.
De repente, escribir canciones y vivir de eso, es muy grande y yo me siento muy feliz por eso, porque en Viedma es mucho más difícil poder hacer tus canciones.
Poder vivir de tu música es algo que a cualquier músico le gustaría que le suceda. Eso es algo que le agradezco mucho a Buenos Aires.
-También estuvo grabando en España.
-Sí, varias veces. Tenía un muy buen productor allá con el que podía trabajar muy bien. Toqué mucho por toda España. Allá grabé “Las crónicas del viento” que es un disco doble. Uno de los discos lo grabé en vivo, en Galicia. Fue una experiencia magnífica.
Tuve la suerte de poder recorrer y hacer giras con mi guitarra, conocer muchas ciudades y pueblos, tocar en los barcitos y promover mis canciones. Es una experiencia que atesoro mucho.
La invitación
-Llegá a Tandil para dar un concierto el 25, ¿cuál será la propuesta?
-En la gira de este año estoy presentando canciones de los discos que ya tengo editados. Voy variando el repertorio, porque tengo una banda que hace mucho tiempo que está junto a mí haciendo las canciones y las conocen, así que tengo el gusto de elegir dependiendo del lugar y de lo que tenga ganas de hacer. Me fijo mucho en la energía que hay en el lugar y, a partir de eso, armo un repertorio exclusivo para la ciudad que voy, entonces va variando.
-A quienes lo están esperando y a quienes nunca lo han podido ver, ¿qué más les puede decir de su espectáculo?
-Que vengan a disfrutar la música, que se dejen llevar, que es un concierto que pasa por muchos climas, desde algo muy tranquilo a un rock and roll muy furioso y fuerte. Habrá canciones de todos los discos, y cada uno tiene su personalidad.
Es un show muy activo, tiene mucha energía. Estaré con mi equipo, que somos como trece personas en total, con los que tengo la suerte de estar trabajando hace tiempo y es como una familia.
A la gente le digo que se anime, que no tenga ningún tipo de prejuicio, va a estar buenísimo.
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