Los titulares de joyería Alca reclamaron al Intendente mayor seguridad y por el deficiente funcionamiento de las cámaras
Como se informara, María Elena Casalini y Alberto Jesús Castrillo, propietarios de Joyería y Relojería Alca, sufrieron el 27 de agosto pasado el cuarto robo en el céntrico local, ocasión en la que les apuntaron y amenazaron.
En la misiva explicaron que el comercio cuenta con alarma de seguridad, rejas de hierros y cámaras de seguridad, en tanto que “somos socios de la Cámara Empresaria de Tandil desde hace muchos años y abonamos la cuota requerida para obtener el personal de vigilancia durante los días de peatonal, por lo que nos esforzamos cotidianamente en mantener al día toda la documentación reglamentaria”.
Añadieron que ninguna de las dos cámaras de seguridad aportadas por la Cámara al Municipio enfocan el citado local comercial y que no funcionaban al momento del hecho. “Tampoco existe personal idóneo que esté monitoreando las mismas las 24 horas”.
Recalcaron que “sólo por contar con cámaras de seguridad propias y botones anti-pánico en el local, junto al excelente accionar de la Policía de Tandil, en especial de la Comisaría Primera y DDI, nos permitió recuperar lo sustraído”.
Por ello plantean la “enorme preocupación e indignación por el suceso acontecido” y reclaman medidas para un eficiente monitoreo.
Se preguntan “cuál es la seguridad que ofrece el Municipio hacia los ciudadanos trabajadores, ya que si no hubiésemos tenido un sistema de cámaras propio, que filmarán y documentarán todo lo acontecido, no se podría haber solucionado lo ocurrido”.
Finalmente mostraron la indignación porque a pocos días de lo acontecido, “uno de los delincuentes se encuentra en libertad por no poseer ´sentencia firme´ y haber pagado una gran fianza; y el otro va por el mismo camino”.
Por eso se preguntan si las leyes “amparan los ciudadanos trabajadores o a los delincuentes” y “si los jueces y fiscales hacen un trabajo correcto”.
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