Necrológicas
Semblanza de vecinos fallecidos recientemente.
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JUAN EDUARDO CARCIOCHI
“El domingo 8 de noviembre, a la edad de 81 años, te nos fuiste papá: Juan Eduardo Carciochi.
Te recordamos con gran dolor. Fuiste un buen padre, con defectos y virtudes. Perdiste a mamá joven de una cruda enfermedad (Blanquita, una gran mujer).
Te resistías a atenciones médicas a pesar de nuestras insistencias, pero eras de un gran corazón…
Cuenta la tía Marta que cuando eras niño regalaste tus zapatillas nuevas a un nene que pedía y volviste a tu casa con las suyas viejitas y con los dedos afuera: ¡un corazón de oro, viejo!
Cuando vivían en el campo a toda persona que andaba pidiendo le dabas lo que fuera sin esperar nada a cambio.
Gracias papá por habernos criado tan unidos y ser hoy las personas que somos.
Aunque a veces nos hacías renegar, te vamos a extrañar y todas las rutas argentinas también, ya que tu vida era el camión.
Agradecernos por este medio la atención del Hospital Ramón Santamarina y al doctor Diego Marino de terapia intensiva, que contuvo a nuestro hermano con la desafortunada noticia.
Tus hijos, hermana, nietos, familiares, ex cuñado y sobrinos te recordaremos siempre con gran amor y agradecemos a todos de corazón por habernos acompañado y también disculparnos con las personas que no les avisamos, porque fue todo muy rápido y tan inesperado”.
Sus restos, previo velatorio, fueron inhumados en el cementerio Parque Pradera de Paz.
OLGA CRISTINA RODRIGUEZ DE SIMONOT
El 21 de octubre se produjo el deceso de Olga Cristina Rodríguez de Simonot, quien había nacido el 31 de octubre de 1951.
Su familia la despide de la siguiente manera:
“Es muy difícil para nosotros describir lo que se siente en este momento, un golpe duro e inesperado.
Ya no estás más físicamente y al recordarte se nos escapa una lágrima que se mezcla con una sonrisa; así querías que te recordáramos: sonriendo.
Gracias mami por amar tanto a tus hijos: Laura y Diego.
Una irreparable pérdida para su mamá Olga (Chiquita); tus nietos Valentino, Tobías, Santiago y Felipe siempre recordarán a la abuela maravillosa que fuiste.
Te extrañarán por siempre tu esposo Héctor Jorge Simonot; tu hermana Silvia; tus sobrinos e hijos políticos.
JUAN CARLOS ALES
El 1 de noviembre, a los 69 años, falleció en Tandil el vecino Juan Carlos Ales.
Había nacido el 10 de febrero de 1946, cursando sus estudios primarios en la Escuela Normal y los secundarios en la vieja Escuela Industrial.
Luego inició sus estudios en la Universidad Nacional del Centro y se matriculó con el título de Profesional en Ciencias Informáticas ante el CPCI.
Trabajó en diversas instituciones, como Metalúrgica Tandil, el Centro de Cómputos de Tandil y -los últimos años- en el Círculo Médico de esta ciudad.
Formó una hermosa familia con tres hijos y dos nietos, que eran su orgullo.
Integró la comisión de la Biblioteca Rivadavia y de su Cine Club, además de participar en la asamblea por los Derechos Humanos y en Defensa de las Sierras.
Su desaparición deja un vacío muy importante en familiares, amigos y en todos quienes lo conocieron.
CARMEN MARIA CICOPIELLO (NEGRITA)
El pasado 5 de noviembre, a los 88 años, partió en paz a los brazos de Jesús Misericordioso y reconfortada por los santos sacramentos Carmen María Cicopiello, conocida por todos como Negrita.
“De gran corazón, quiso siempre a todos los niños, a su familia y muy especialmente a su hermano y su familia.
Fue generosa, buena compañera de trabajo, compañera y amiga de sus vecinas y relaciones, de las chicas de la parroquia y de Julia.
A tí, tía nuestra, siempre con tanto cariño para dar, te guardaremos siempre con amor y nos será difícil saber que no estás para contarnos cómo disfrutaste de mi niñez y la de mis hijos, escuchar tus anécdotas del hotel y del amor y respeto que sentías por tu trabajo.
Siempre estarás en nuestros corazones con tu gran sonrisa y tu piel de porcelana”.
Mónica, Matilde, Damián y Facundo
MARIO EDUARDO SANCHEZ
El pasado 7 de noviembre, a los 54 años, dejó de existir Mario Eduardo Sánchez, un querido hombre que se dedicaba a la albañilería.
Casado con María de los Angeles Villa, era padre de Mario, Araceli y Egle.
Su esposa escribió:
“No quiero una vida sin vos. Todos me piden que lo asuma que ya voy a ir con vos, pero no puedo amor mío.
Vos fuiste siempre mi príncipe azul. No todo fue perfecto, pero me diste un amor que nadie me va a dar y por eso estoy eternamente agradecida. Pero aún no logro entender por qué te fuiste, amado mío: teníamos tantas cosas por hacer juntos, tantos proyectos y te fuiste.
Sé que como consuelo me queda que no sufrís más, pero yo no quiero una vida sin vos, porque eso no es vida.
Vos me diste una familia, unos hijos hermosos que voy a cuidar, como te lo prometí, en especial a nuestra bebota porque tiene mucho camino que recorrer aún.
Yo una vez te juré eterno amor y vos me juraste que ibas a estar conmigo para siempre, pero no me lo cumpliste Papi, pero yo a vos sí te lo voy a cumplir: siempre serás el amor de mi vida, mi único amor, mi único príncipe.
El destino nos separó Papi, pero yo te voy a amar siempre, amor mío.
Les enseñaste a nuestros hijos lo que es ser una persona buena, trabajadora, honesta y -en especial- amorosa, porque vos eras así y entonces eras un ejemplo para ellos. Les diste el carácter que yo jamas les voy a poder dar, les enseñaste a asumir las cosas, a ser fuertes, a luchar y a jamás rendirse.
Vos eras el todo para mí. Me acuerdo cuando íbamos a los bailes de nuestra bebé o los egresos de nuestros gorditos. ¡Qué momentos, amado mío!
Aunque te hayas ido y yo no lo puedo asumir, no lo quiero asumir, te agradezco todos los momentos y el amor que me diste, la familia que me diste, todo…. Gracias, amado mio”.
ROBERTO OSVALDO FRACCIA
El 9 de noviembre falleció Roberto Osvaldo Fraccia, un respetado vecino tandilense.
Nacido el 9 de julio de 1943, contaba con 72 años y se desempeñó laboralmente en el rubro metalúrgico, hasta lograr la jubilación.
Su familia lo despide con amor de la siguiente manera:
“Querido papá:
Estás al lado del Señor por ser un gran esposo, padre, abuelo y amigo.
La verdad que tu presencia se extraña mucho, a pesar de que todos los días estás entre nosotros, porque así lo sentimos en nuestros corazones.
Papá: no te imaginas cuánto te extrañamos, pero vos nos enseñaste a ser fuerte y a salir adelante. Sé que desde allá arriba nos vas a ayudar porque tu amor hacia nosotros es inmenso y eso nos hace sentir que nunca nos vas a abandonar.
Eternamente te vamos a amar papá. Siempre te llevaremos en nuestros corazones”.
Mamá, Osvaldo, Rosalía, Lourdes y Catalina
JUAN ALBERTO PALAVECINO (TOTO)
El pasado 8 de noviembre se produjo el deceso de Juan Alberto Palavecino, conocido como “Toto”.
Había nacido en Nogoyá, Entre Ríos, el 7 de enero de 1958, en tanto que a los 30 años llegó a Tandil con su familia.
Amante de los caballos, a los cuales se dedicó toda su vida.
“Su esposa, hijos, nietos, nueras, yernos y sus hermanos lo recordamos por su voluntad, su buena persona, ayudando siempre a los demás, atento por todo y a todos.
Agradecemos el tiempo compartido para la familia y amigos.
Nos queda, por supuesto, la fortaleza de su espíritu para seguir adelante juntos, con todo lo que nos ha regalo con su ejemplo, luchando hasta el final”.
Dedicatoria
“Abuelo, hace tan poco que te fuiste y ya te extrañamos tanto.
Por eso te escribo en nombre de todos los que te queremos. Te recordamos con una hermosa sonrisa de la mejor manera, a pesar de que te extrañamos y nos dejaste con un enorme vacío.
Estabas sufriendo tanto por esa maldita enfermedad y -aunque se nos haga difícil- estamos todos juntos como a vos te gustaba, tratando de seguir adelante y de no caer, porque sabemos que desde el cielo, nos acompañas como siempre lo hiciste, sin pedir nada a cambio.
Aunque ya no estés físicamente, estás en cada pensamiento siempre presente.
Nos quedaron tantas cosas por vivir, tantos momentos pendientes, millones de abrazos…
Pero -como dicen siempre- ya nos encontraremos algún día y te abrazaremos tan fuerte que no te soltaremos jamás.
Llevamos con nosotros cada uno de esos momentos vividos con vos. Sos un abuelo intachable.
No podemos creer que una persona tan buena haya sufrido tanto, no te lo merecías. No te decimos adiós, te decimos hasta luego abuelo Toto”.
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