Robaron en un polirrubro de Lunghi al 1100 y el dueño ya perdió la cuenta del número de asaltos
El polirrubro “Lautaro”, ubicado en avenida Lunghi al 1100, fue blanco de un robo el viernes cerca de las 21. El hecho fue difundido por la policía, a partir de la denuncia que se radicó en la Seccional Segunda.
La víctima del atraco fue María Paz Abrahan, de 19 años, una de las empleadas del comercio. La mujer se encontraba atendiendo a un niño, cuando ingresó una persona de sexo masculino, que accedió detrás del mostrador y le sustrajo 2 mil pesos de la caja registradora. Inmediatamente, el delincuente se fugó.
En el lugar actuó personal de la comisaría Segunda, de la Sub DDI y de Policía Científica, que realizó los correspondientes peritajes.
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Amenazó a
un pequeño
un pequeño
En diálogo con El Eco de Tandil, el dueño del comercio Juan Gómez relató que “estaba una de las chicas de la tarde, María Paz Abrahan, y entró un muchacho de una contextura bastante grande, la agarró del cuello, la dobló, le hizo abrir la caja. Mientras él la tenía casi doblada atrás del mostrador, le sacó la plata y amenazó a un nenito que estaba comprando”.
Sobre las características del asaltante, Gómez dijo que ingresó “a cara descubierta, estaba con una gorra negra, auriculares, campera de esas tipo inflable”.
Si bien la víctima no alcanzó a ver si el delincuente estaba armado, cuando la redujo sintió “un fierro” en la zona de la espalda. “No parecía un revólver porque él le decía ‘te corto el cogote’. Y lo que me contaba María Paz es que tenía muchísimo olor a alcohol y estaba bastante sacado de los cabales normales que puede llegar a tener una persona”, agregó el propietario de cuatro comercios sobre avenida Lunghi y que ha padecido numerosos hechos de estas características.
Juan Gómez también explicó que la empleada no conocía al asaltante y que cuando entró estaba el niño: “Justo lo atendió al nenito y él agarró; pegó la vuelta al mostrador y ella se sorprendió cuando lo tenía al lado ya”.
Al describir la situación, el comerciante se mostró sorprendido porque él se encontraba atendiendo el local ubicado enfrente. “Nos llamó la atención porque nosotros salimos enseguida y había unos chicos en la esquina, hablando, que lo vieron salir normalmente. Salió en contramano por la calle De Roxas. Los chicos también se sorprendieron por la forma en que salió. Justo está la parada del colectivo Azul ahí y estaban esperando el colectivo”, precisó.
Sobre las características del asaltante, Gómez dijo que ingresó “a cara descubierta, estaba con una gorra negra, auriculares, campera de esas tipo inflable”.
Si bien la víctima no alcanzó a ver si el delincuente estaba armado, cuando la redujo sintió “un fierro” en la zona de la espalda. “No parecía un revólver porque él le decía ‘te corto el cogote’. Y lo que me contaba María Paz es que tenía muchísimo olor a alcohol y estaba bastante sacado de los cabales normales que puede llegar a tener una persona”, agregó el propietario de cuatro comercios sobre avenida Lunghi y que ha padecido numerosos hechos de estas características.
Juan Gómez también explicó que la empleada no conocía al asaltante y que cuando entró estaba el niño: “Justo lo atendió al nenito y él agarró; pegó la vuelta al mostrador y ella se sorprendió cuando lo tenía al lado ya”.
Al describir la situación, el comerciante se mostró sorprendido porque él se encontraba atendiendo el local ubicado enfrente. “Nos llamó la atención porque nosotros salimos enseguida y había unos chicos en la esquina, hablando, que lo vieron salir normalmente. Salió en contramano por la calle De Roxas. Los chicos también se sorprendieron por la forma en que salió. Justo está la parada del colectivo Azul ahí y estaban esperando el colectivo”, precisó.
Perdió
la cuenta
la cuenta
Si bien fue la primera vez que robaron en el polirrubro “Lautaro”, Juan Gómez tiene cuatro comercios sobre la avenida Lunghi en una extensión de poco más de una cuadra. Ya ha perdido la cuenta de la cantidad de asaltos que ha padecido.
Para dar un ejemplo, el local de la intersección con Jujuy, denominado autoservicio “Limache”, es uno de los más castigados por el delito en esa zona.
“No me quiero amargar en ese sentido”, dijo en referencia al número de atracos sufridos y agregó que “casi tengo que terminar agradeciéndoles que no les hacen nada a los chicos que trabajan conmigo”.
Preocupado por la situación, contó que “tengo casi todos familiares y prefiero que le hagan algo a un familiar mío y no a una de las chicas que trabajan conmigo, porque con qué le devolvés si le pasa algo.
Con respecto a la sensación de los empleados, manifestó que el temor “por unos días te queda, ya nos pasó antes”.
Para dar un ejemplo, el local de la intersección con Jujuy, denominado autoservicio “Limache”, es uno de los más castigados por el delito en esa zona.
“No me quiero amargar en ese sentido”, dijo en referencia al número de atracos sufridos y agregó que “casi tengo que terminar agradeciéndoles que no les hacen nada a los chicos que trabajan conmigo”.
Preocupado por la situación, contó que “tengo casi todos familiares y prefiero que le hagan algo a un familiar mío y no a una de las chicas que trabajan conmigo, porque con qué le devolvés si le pasa algo.
Con respecto a la sensación de los empleados, manifestó que el temor “por unos días te queda, ya nos pasó antes”.
“Le importan más los
paseos que la seguridad”
paseos que la seguridad”
Juan Gómez valoró que “la policía respondió enseguida que llamamos”, aunque aseguró que “en la prevención estamos igual que siempre. Yo hoy hago la denuncia de que me asaltaron, como la vez pasada, como la anterior, y ahora por dos o tres días mandan el patrullero y después no mandan más patrullero”.
Con cierta resignación, analizó que “por ahí al Intendente le importan más los paseos que la seguridad. Ayer tuve que ir a hacer la denuncia a la comisaría y llamaban a los patrulleros, y el muchacho que tenía que salir porque lo estaban llamando por un hombre que tenía de rehén a la hija, no tenían patrullero”.
También consideró que “gastamos fortuna en plata para hacer una peatonal, para decorar el Dique, para hacer todo ese tipo de cosas. ¿Sabe qué pasa? Yo entiendo: decorar el Dique o la peatonal le da votos; la seguridad, no. Porque, ¿quién habla de la seguridad? Al que le pasa algo únicamente”.
Y agregó que “el que le pasa algo sale hablar de la seguridad, de que no nos importa la seguridad, de que no nos ayudamos entre nosotros, pero al Intendente no le importa la seguridad, porque si no tendría que poner la mitad de la campaña para comprar diez camionetas más”.
El comerciante aclaró que “no le hecho la culpa a los policías porque acá llegaron enseguida, pero a su vez había otro caso y no tenían una camioneta para mandar un policía. Estamos todos locos”.
En cuanto a la seguridad en la zona, afirmó que “el barrio sigue igual que siempre” y describió que todos sus pares “están acobardados de que los asalten”.
Consultado sobre la posibilidad de reunirse y organizar un plan vecinal, Juan Gómez argumentó que “se han hecho muchas cosas y medio como que no tenés respuesta del otro lado. Te hace bajar los brazos. Por eso digo que le agradezco al que me robó que no le hizo nada a la chica”.
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