Robaron y privaron de la libertad a un matrimonio a plena luz del día
En la tarde de ayer se registró un nuevo asalto en la ciudad, en esta ocasión quienes lo sufrieron fueron una pareja de adultos mayores, cuando dos delincuentes tras ingresar por los fondos de la propiedad, ubicada en avenida Santamarina 169, perpetraron el atraco, maniataron y encapucharon a las personas, para luego sumar a un familiar que concurrió al domicilio. Una vez culminado el asalto, los malhechores se retiraron por la puerta principal con una suma de dinero que no fue precisada.
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Tras realizar la correspondiente denuncia en la comisaría Primera, el matrimonio conformado por Ida Rivera (90) y José Petrelli (84) al regresar a su hogar le contaron lo vivido a El Eco de Tandil.
La mujer expresó que “se nos metieron por el fondo, estaba dispuesta a salir a la calle porque esperaba un familiar y en el momento que me levanto de la silla me taparon la boca. Eran dos personas corpulentas que actuaron a cara descubierta”.
Continuó narrando que “con mis 90 años estuve muy tranquila, de todas formas me llevaron a la habitación, me pusieron una tela en la cabeza para que no los mire y tras cortar en tiras una sábana me ataron. Luego llegó mi sobrina y también fue atada”.
Por su parte Petrelli indicó que “en el momento que comenzó el robo, estaba en el fondo trabajando y me fueron a buscar con la excusa que Olga, una empleada que tenemos, se había descompuesto y esta persona era el hermano al que habían llamado para auxiliarla”. Manifestó que “le alcancé a ver la cara, pero la verdad que no la recuerdo. Fuimos para la casa y ahí terminé atado en una silla”.
Robo
Los ladrones tras tener controlada a la pareja mayor y a la sobrina, que llegó en medio del atraco, se dedicaron a recorrer la casa en busca de dinero y elementos de valor. Al respecto señalaron que “pedían plata, que le diéramos mucho dinero y fue en definitiva lo único que se llevaron, aunque no sé bien la suma”.
Recordaron que “nos ataron a los tres los pies y los brazos y tuvimos la cabeza tapada. Por suerte no nos golpearon, nosotros estamos bien, al que casi le dio un ataque fue a un sobrino cuando se enteró lo que había pasado”.
Liberarse
Tras cumplir con su cometido el dúo de delincuentes decidió emprender la huida. Al respecto expresaron que “a mi marido lo habían atado en una silla liviana, cuando sentimos el ruido de la puerta de la calle, por donde se fueron estas dos personas, él comenzó a moverse desde la habitación hasta la cocina. Tomó un cuchillo y pudo cortarse la atadura que tenía y nos liberó a nosotras porque sino hubiéramos estado atados por mucho tiempo”.
Detallaron que “mi sobrina salió y pidió auxilio a la frutería que está al lado de la casa, porque a ella le habían sacado el celular. Llegó la policía e hizo el trabajo que tiene hacer y luego fuimos a realizar la denuncia, porque hay que hacerla para que queden antecedentes de lo que pasa”.
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