Roberto Guadagna arranca su gestión con intención de modificar el PDT
El 10 de diciembre, el intendente Miguel Lunghi le tomó juramento y puso en funciones al arquitecto Roberto Guadagna al frente de la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas, cargo que ocupó durante los últimos 12 años el ingeniero Mario Civalleri. Con grandes desafíos por delante, el flamante secretario adelantó que planea estudiar modificaciones al Plan de Desarrollo Territorial (PDT) para frenar la expansión del ejido urbano hacia sus límites y “democratizar” el presupuesto en el acceso a los servicios.
Antes de asumir y durante los primeros días de trabajo, el arquitecto visitó las distintas áreas comprendidas en la Secretaría de Planeamiento y Obras Públicas del Municipio, como Servicios, Espacios Verdes Públicos, Vialidad, Obras Sanitarias, Obras Privadas, Gestión Territorial, Desarrollo Urbano.
“Vamos a trabajar a dúo con el ingeniero Pablo Ceriani, que es el subsecretario (asumirá el 4 de enero por la jubilación de Omar Groh), y vamos a hacer una asignación de roles y de las actividades de cada uno para poder manejar en tiempo y forma todos los temas”, dijo Guadagna en una entrevista con este Diario.
Además, el área recibe buena parte de los reclamos, por lo cual adelantó que “el plan es atender la demanda cotidiana, prestando atención a que no se convierta en una telaraña que tapa los temas de fondo que son los de la planificación, que llevan tiempo, no se ven y se van a ver a 20 años. Por eso, en el camino también estarán las obras públicas que además consoliden ese desarrollo”.
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La llegada
Roberto Guadagna fue tentado por Mario Civalleri para sumarse al Gabinete. En sus retornos a Tandil tras dar clases en las facultades de Arquitectura de Mar del Plata y La Plata, tuvo algunos encuentros con el ingeniero, a quien le sugirió que debían revisar algunos aspectos del PDT.
“Un día me llamó y en función de cómo venía una eventual organización política del Gabinete, en caso de ganar las elecciones el Intendente, varios meses atrás, me preguntó si tenía interés”, contó. Lo pensó en soledad, lo charló con los decanos de las facultades donde trabaja y con su familia, porque implicaba “pegar la vuelta” a la ciudad y, finalmente, aceptó.
En cuanto a la política, se definió como “un fuerte adherente” al radicalismo y si bien militó en Franja Morada en la universidad, “he sido más bien siempre un consultor”, confió.
El diagnóstico
de la ciudad
Desde su mirada de urbanista, analizó que Tandil “es fantástica por el tamaño, la escala que tiene, por esa condición de ciudad intermedia. Es interesante también y de algún modo ha sido buena parte de su boom turístico, el escenario natural serrano. Todo el mundo ubica a Tandil por su cordón serrano y las posibilidades desde el punto de vista turístico que brinda”.
Sin embargo, consideró que “hay que empezar a pensar la ciudad al 2050, porque si en 20 años hubo una explosión impresionante, no está exenta de que en los 20 siguientes sea lo mismo. Poner una prefiguración de la ciudad hacia 2050 de tornar previsibles los espacios o ámbitos de desarrollo. No es que las cosas son textuales después; la realidad, por la propia dinámica de la ciudad, va llevando al plano exacto las cosas por encima de lo que se planifica, pero no planificarlo es peor”.
Suelo urbano
y el PDT
En su discurso de asunción, el intendente Miguel Lunghi puso en palabras por primera vez la necesidad de generar suelo urbano y ahora Roberto Guadagna retomó la necesidad de trabajar en este aspecto.
Explicó que desde la planificación “la idea es pensar cómo son los desarrollos, cómo es la gestión del suelo urbano que en este momento la ciudad es muy sensible a la condición del suelo. El suelo urbano escasea en todo el mundo y las tensiones entre lo público y la sociedad se generan en todo el mundo. Esa es la cuestión que hay que empezar a dirimir desde dos lugares”.
En principio, buscará determinar “cuál es el suelo urbano susceptible de tornarlo público, porque son fiscales de otras jurisdicciones y en esos lugares, cómo se piensa el desarrollo armónico de la ciudad, los usos, la singularidad de las viviendas, la densificación de la vivienda”.
Analizó como uno de los problemas actuales que “la vivienda por lote es de muy baja ocupación y de alta dispersión en el territorio. Eso conlleva múltiples problemas desde la propia infraestructura de servicios, el transporte público y la calidad medida en frecuencia, en el recorrido, etc. Fundamentalmente, la dispersión es tiempo y el tiempo es dinero, eso es inexorable y el mundo lo entiende así. Entonces esa lógica hay que revisarla a la luz del proceso de densificación”.
Aclaró que el sector del centro tiene una densidad máxima de acuerdo a la Ley Provincial 8912 y el PDT fue “una adecuación a la ley a partir de una mirada de la ciudad, que entró en vigencia en 2006 y tiene unos años previos de desarrollo”, dijo.
En este aspecto, sostuvo que necesita “una actualización que permita no sólo el PDT visto en el plano, en dos dimensiones, sino en tres dimensiones, y pensar prefiguraciones que incluyan códigos morfológicos, que uno sepa cómo van a ser las volumetrías de determinados lugares, englobando parcelas con los anchos que establece el Plan de Desarrollo. Es decir, problematizarlo para sacar algunas conclusiones y ver qué es lo modificable”.
El arquitecto pretende encarar esta tarea, ya lo habló con el Intendente y está al tanto la Dirección de Desarrollo Urbano, las áreas de Ordenamiento Territorial, Obras Privadas y Catastro. “Se requiere inicialmente un compilado de información, sistematizarla, tener información georreferenciada para poder trabajar en un modelo de territorio virtual y establecer ahí los parámetros”, anticipó.
Los equilibrios
Al evaluar el impacto económico que pueden generar ciertas modificaciones del PDT, sostuvo que es “delicado” generar equilibrios al establecer las dimensiones de las parcelas y explicó que “la historia tiene que ver con desalentar el loteo indiscriminado en áreas alejadas del centro, fuertemente situadas en el periurbano, porque entonces ahí la discusión es dónde termina el ejido y dónde empieza el campo. En esa interfase, entre el ejido y el campo, no podemos seguir con un loteo indiscriminado. Por eso se trata de un proceso de densificación. Lo demás es el equilibro entre actores del sector público y del sector privado”.
Como ejemplo, mencionó “la irrupción de las 628 viviendas (urbanización Procrear) de Pujol y Quintana era impensable hace 15 ó 20 años atrás, hizo una irrupción en el territorio que impacta, que existe y también en lo nuevo. Es de altísima calidad la casa, que es la aspiración social, pero genera la duda, o en todo caso la revisión, sobre la escasez de suelo urbano la baja ocupación territorial, la densidad es muy baja y el suelo urbano no se repone”.
Y en esa línea, señaló que “si la reposición del suelo urbano es en el borde del periurbano, en la interfase con el campo, el problema es más agudo todavía. Entonces, densificar la ciudad, establecer volumetría tanto para la iniciativa privada, que está muy bien porque en realidad la sociedad se nutre de la iniciativa privada y de la pública, y el Estado local está para la regulación del equilibrio de eso”.
Reconoció que la tarea es difícil pero absolutamente necesaria e insistió en buscar equilibrios a través de ofrecer incentivos sin perder de vista un perfil de ciudad ponderado a 20 años. Es que en un proceso de planificación del desarrollo urbano “altamente flexible para incorporar a la dinámica de la ciudad, no hay valores absolutos”.
Ver en tres
dimensiones
Guadagna insistió en poder ver la ciudad en tres dimensiones, ya que Tandil tiene como espalda el borde serrano del arco noreste sudoeste y ahí se estaciona la ciudad del pedemonte, pero hay otro sector de la llanura. Entonces, si se imagina excesivamente tapizado de construcciones el cordón serrano, la ciudad estaría amenazada por el agua porque perdería permeabilidad el suelo.
“Hay una ciudad que tiene topografías distintas. Hay que trabajar ahora en la llanura, hacia el norte, donde el desarrollo de la ciudad es previsible, la instalación de infraestructura es viable, de hecho todas las plantas de tratamiento de efluentes de Villa Aguirre tienen una capacidad potencial que admiten la redensificación, y esos son los escenarios en los que hay que trabajar”, manifestó.
En principio, marcó que no se puede densificar el área central porque la norma provincial no lo permite. “Además lo soporta muy bien. El tercer plano límite de 6 ó 7 niveles en la ciudad, en el área central con los indicadores, está bien. No se podría seguir recargando”, consideró.
Desde esa óptica, se inclinó por “atenuar la pendiente entre los distintos anillos alejados y el área central. Esa pendiente de altura se podría atenuar, levantando en el límite más extremo y en los siguientes, con un desarrollo armónico. Lo que se llama el skyline de la ciudad tenerlo más amesetado y menos piramidal. Eso permitiría tener mayor densidad al correrse paulatinamente del centro”. u
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LAS OBRAS Y PROYECTOS
“El desafío futuro es la ruta”
El nuevo responsable de Obras Públicas ingresó ya con las ideas preliminares del presupuesto delineadas. Roberto Guadagna estimó que su secretaría contará con unos 70 millones de pesos en 2016, aunque aún no hay definiciones porque el proyecto de la ordenanza madre aún no fue elevado al Concejo Deliberante, a la espera de que se aclare el porcentaje de la coparticipación provincial.
A priori, adelantó que la postura es “seguir el plan de obras del proyecto Bicentenario que ha planteado el Intendente, ésa es la centralidad de la cuestión, y después hay obras que trascienden al presupuesto y que son de gestión a nivel de Provincia y Nación, como el ensanche y repavimentación de la avenida Don Bosco, con establecimiento de bicisenda y cordón central”. Para esta obra buscarán financiación en otros niveles del Estado porque se calcula un presupuesto de 80 millones de pesos, es decir que supera el de todas las propuestas planteadas para el próximo ejercicio.
También mencionó el proyecto del centro legislativo y administrativo en el ex predio de Servicios, en Santamarina al 400, una necesidad por la falta de espacio que atraviesa la gestión y la modernización. El proyecto surgió a partir de un concurso de ideas que se desarrolló hace algunos años y demanda recursos por unos 150 millones de pesos que podrían requerir financiación internacional.
Viento a favor
En cuanto al sello de los gobiernos provincial y nacional, ahora más afines al radicalismo enrolado en Cambiemos, Guadagna manifestó que “se supone que habrá sinergias a favor de Tandil” y remarcó que el centro cívico “es inabordable para la ciudad”.
En cambio, sostuvo que los hospitales de oftalmología y odontología que planteó el Intendente, con un presupuesto de 8 millones de pesos, se podrán incluir, al igual que otra etapa de los consultorios externos.
“También está en carpeta el proyecto del aliviador cloacal del centro, en función de las densidades”, dijo y desmintió un colapso del servicio. Argumentó que un informe de Obras Sanitarias no advierte una crisis, pero “es prever futuros” ampliar la capacidad de la red.
-¿Hay algún proyecto que le gustaría presentarle al Intendente? ¿Llega con alguna idea por fuera de la mirada del Gabinete?
-La idea de las obras son las que están planteadas, las habíamos hablado antes también. Creo que el desafío futuro es la ruta, qué hacemos con la ruta en tanto barrera, cómo se resuelve sin perder de vista que la ciudad está en el corredor productivo que arranca en el centro de la provincia, en General Villegas, y termina en el mar. Es decir, la relación Tandil-Olavarría es un tramo de una cosa más amplia. Es decir que, seguramente, en una lógica de economías regionales, servirá como el corredor que saca la producción al puerto.
Correr ese corredor tendría algunas cuestiones que habría que estudiar, o si en el mismo lugar de la traza se repiensa cuál es la situación en el plano. Ese es un gran desafío porque tiene que ver con el desarrollo territorial y urbano de toda la idea del desarrollo hacia el norte. u
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El asfalto y la densificación
El secretario Roberto Guadagna resaltó que el Intendente ha planteado el objetivo de alcanzar el ciento por ciento de cloacas y agua, y la mayor cantidad posible de calles pavimentadas. Resaltó que el asfalto también se asocia “al desenfreno de pedidos de apertura de calles que deviene del desenfreno del loteo, entonces tenemos que establecer un parámetro de equilibrio. Por eso hablamos de densificar, que tiene que ver con utilizar los vacíos que tiene la planta urbana y el propio ejido todavía, y no volar por el borde, por el resto que después conlleva a eso. El presupuesto siempre es menor a la cantidad de pavimento que tenés que desarrollar”.
En este sentido, destacó que la mudanza de la Dirección de Vialidad permitirá poner en valor esa zona de paisaje donde se inician las sierras a partir del programa singular del hotel y centro de convenciones. La venta de ese inmueble servirá para instalar una planta de pavimento que le permita al Municipio desarrollar pavimento con una frecuencia distinta en cuanto a las licitaciones, presupuestos y trámites administrativos, y en más cantidad de cuadras. u
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