Robaron en una vivienda de calle Cabral al 2100 y fueron capturados en menos de una hora
Un vecino del barrio El Tropezón sufrió ayer, en horas de la mañana, un robo en su vivienda ubicada en la calle Cabral 2108. Delincuentes descendieron de un taxi y, tras romper una ventana de esa propiedad, se alzaron con un televisor y una soldadora para darse a la fuga en el mismo vehículo. La policía logró capturarlos y dar con los elementos sustraídos a los pocos minutos.
La víctima, Efrain Kessler, agradeció su accionar y destacó la rápida respuesta que obtuvo. Minutos antes de conocer el desenlace del lamentable episodio que le tocó vivir, por segunda vez en su domicilio, contó los detalles a El Eco de Tandil.
Relató que sucedió alrededor de las 10, cuando recibió el llamado de un vecino del barrio advirtiéndole que habían ingresado a su casa a robar. El se encontraba ya en su trabajo, como todos los días, y volvió rápidamente a su hogar para verificar qué había pasado.
“Estaba trabajando y me avisó un vecino del almacén, que otro vecino había visto que habían entrado a casa y se llevaron un televisor. Así que me vine rápido y me encontré con dos ventanas rotas, una de ellas forzada, que fue por la cual entraron y salieron”, precisó.
Calculó que, por el tamaño del espacio del vidrio roto, tuvo que haber sido alguien joven o con una contextura física pequeña.
Ya una vez en el interior de su vivienda, Kessler observó que le faltaba el televisor y una máquina soldadora, que utiliza para trabajar. “Eso tiene un valor económico, que en un determinado plazo de tiempo lo repondré”, admitió, pero confesó que lo que más le preocupaba era “la amargura” que sentía.
“Me siento
desamparado”
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“En este momento me siento abatido, desamparado. Me fui a trabajar. Hace una semana me tomé unos días para llevar a mi hijo al campo y tuve que molestar a mi amigo, que también es mi contador, para que viniera a prender las luces todos los días. En esa oportunidad, por suerte, no pasó nada. Y ahora, yo estando en Tandil, pasa. ¿Qué tengo que hacer?”, se preguntó.
Aclaró que lamentablemente no es la primera vez que le ocurre. Recordó que “hace un par de años me fui a pasar el Año Nuevo con mi familia en otro lugar y cuando llegué me encontré con la misma metodología”.
El dato clave: la patente
Esta vez, el dato aportado por uno de los vecinos fue clave para esclarecer el caso.
Los delincuentes se movilizaron en un taxi, que los esperó en la esquina de Cabral y Azucena, y la persona que los vio logró captar la patente.
La información, una vez que se hizo presente la policía, fue aportada a los efectivos y sirvió para dar con los malvivientes y poder recuperar los elementos sustraídos, en menos de una hora.
“Mi vecino por suerte le tomó la patente, parece ser que estaba esperándolos o lo llamaron, o no sé cómo fue la metodología. Acá en la esquina había un taxi parado, color blanco. Con ese medio se escaparon de mi casa y me imagino que si es un taxi real, al menos tendrán que encontrar al conductor y saber adónde los dejó”, lanzó Kessler.
“Tandil está
difícil para vivir”
Kessler también se refirió a la vigilancia policial en el barrio y si bien reconoció que observa pasar a los patrulleros, admitió que no sabe si esa es la solución porque los hechos de inseguridad siguen ocurriendo.
Insistió en la sensación de “desprotección” que sentía y dijo desconocer de quién es la responsabilidad de brindar seguridad a la ciudadanía. “Si de la Policía, el poder político o judicial, no soy quién para culpar a nadie”, admitió.
Lamentó, por su parte, que hoy vivir en Tandil se haya convertido en algo difícil y procuró poder tener una respuesta de los responsables.
El accionar
policial
Minutos más tarde, dos efectivos de la Policía Local -los mismos que habían estado con él a raíz del robo- volvieron a su casa para informarle que habían aprehendido a los malvivientes y recuperado algunas pertenencias que el damnificado reconoció como de su propiedad. Según el parte policial, los aprehendidos resultaron Julio César Arocha (22) y Sergio Emiliano Maz.
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