Siete familias reclaman por el calamitoso estado del camino que va a la Escuela 60
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En ese sector de la ciudad, en las casas que pertenecían al ferrocarril, habitan varias familias con mujeres embarazadas, hijos pequeños y ancianos que padecen por el estado de la entrada de acceso a las colonias.
Los inconvenientes más graves se producen cuando llueve, donde los vehículos en general y la combi escolar se ven impedidos de entrar hasta las viviendas. Ante esta situación, los vecinos piden que arreglen el camino con materiales que lo vuelvan más firme.
En diálogo con El Eco Multimedios, Gabriela Fuentes explicó que el estado de la arteria “es impresionante. Cuando llueve no se puede salir de acá por varios días. Nosotros lo que queremos y solicitamos es si alguna persona encargada del tema nos podría hacer un buen arreglo en el camino, porque ni la combi escolar quiere pasar”.
La mujer explicó que si bien el transporte debe esperar en el camino principal, “los chiquitos no pueden llegar a la combi porque hay más de 500 metros de barro y agua. Es impresionante el camino cómo está”.
La situación de la calle se agrava en invierno, cuando la calzada demora más horas en secar, mientras que en primavera y verano los problemas se extienden por dos o tres días.
En cuanto a las consecuencias que les acarrea el estado del camino, Gabriela Fuentes manifestó que “se pierden los chicos la escuela, nosotros que somos gente de trabajo perdemos días y ponemos en peligro el puesto de trabajo por faltar”.
Vivir
aislados
En cuanto a las gestiones, la vecina indicó que otro de los habitantes de la zona se dirigió al Area de Servicios del Municipio para realizar el reclamo, “pero no se nos prestó mucha atención”.
Al desconocer otros espacios para dirigirse a reclamar, decidieron enviar las fotos y hacer pública la problemática a través de El Eco Multimedios.
Gabriela Fuentes destacó que “pasa mucha gente por acá. Además, estamos cerca de la Escuela 60 del paraje Santa Ana y es muy transitado”.
Para dar más precisiones, la calle afectada es la continuación de Palacios, que se desprende del camino a Iraola y que conduce a la Escuela 60 para luego empalmar con la Ruta Provincial 30.
Por ese motivo, reclamó a los encargados de mantener estos caminos que tomen medidas. “Nosotros pensamos en un arenado o entoscado porque la calle es de tierra negra, entonces donde hay un vehículo que entra cuando está húmedo, eso se hunde. Necesitamos algo firme, para que quede firme el camino”.
Entre los trastornos que padecen, contó que han tenido que recurrir al auxilio de las distintas familias tras quedar encajados sus vehículos. “Inclusive, el día que llovió quiso salir un vecino y no pudo, se quedó a mitad de camino”, describió.
Las personas más afectadas por este camino intransitable son las siete familias que habitan la colonia, donde viven unos nueve niños y bebés, mujeres embarazadas y una abuela que demanda atención médica y la tienen que trasladar en remís, pero a veces los autos no pueden llegar hasta la casa.
“Se pone difícil, y la emergencia es lo que más nos preocupa a nosotros” -resaltó Gabriela Fuentes- ya que es impensado que una ambulancia o los bomberos puedan acceder hasta las casas en caso de un accidente o incendio. u
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