Sobrevivientes señalaron los deficientes servicios de emergencia
César Oscar, de 21 años, y Martín, de 26, ayudaron a socorrer a las víctimas y mientras el primero ?quien debió lamentar la muerte de dos de los amigos que habían ido con él? reingresó para “ayudar a sacar a los chicos” en seis o siete oportunidades, el segundo destacó el rol de los vecinos, que aportaban baldes con agua y mangueras para socorrer a los heridos.
Es más, Martín dijo haber escuchado el diálogo entre dos médicos o enfermeros del SAME en el que uno le decía al otro “\’nos quedamos sin oxígeno\’, como si no estuviesen preparados para tamaña tragedia”.
También recordó que las vallas de contención “blancas” eran utilizadas por los “chicos que auxiliaban” como camillas improvisadas, y que así las subían en camionetas que dijo eran del Gobierno de la Ciudad. César Oscar, en tanto, aseguró que tras salir del local “la primera ambulancia la vi en la esquina” y que a los bomberos los observó parados en la esquina, mientras que los grupos de chicos que ingresaban a rescatar gente no tenían elementos de iluminación y otros habían armado “el único cordón que hicieron para que los chicos que salían llevando a otros pasen libremente”.
Asimismo, mientras el primero dijo que en que la noche del 30 de diciembre de 2004 fue un artefacto de pirotecnia “tres tiros” el que originó el fuego en el local, Martin sostuvo que fueron candelas.
El testigo indicó que era la primera vez que concurría a Cromañón y que reingresó “seis o siete veces” para “ayudar a sacar a los chicos”, quienes estaban “todos negros” por la combustión de elementos tóxicos y también por el humo, que “impedía respirar”.
Ambos reconocieron que Omar Chaban advirtió al público que no utilizasen bengalas, al igual que Patricio Fontanet.
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