Tapia, campeón repetido y con desafíos por delante
Mauricio Tapia hace historia en el fútbol de Guatemala. Al frente de Antigua, festejó hace dos semanas el título del torneo Apertura de ese país, con la victoria por penales frente a Municipal. Fue la segunda conquista para el entrenador tandilense, que tuvo un logro similar un año antes.
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Lejos de su cuna, a la que vuelve cada vez que puede, Tapia se ganó un nombre importante en el fútbol de Centroamérica.
La de fin de año fue una de sus visitas a Tandil. Y este Diario dialogó con él para conocer más de su ascendente trayectoria.
-¿Qué cambió de un título al otro?
-La verdad es que cambió todo. La continuidad del proceso se dio conmigo y con el resto del cuerpo técnico. Pero en determinado momento nos tocó empezar de cero con la integración del plantel.
-¿Lo tomás como un mérito mayor para tu trabajo?
-Más que un mérito, lo tomo como saber sobreponerse a las situaciones y tener que reinventar el equipo. A las cuestiones problemáticas, más que ponerlas como excusas las ponemos como desafíos.
-¿En qué se dio el cambio estratégico?
-En simplificar todo para los jugadores. En el primer torneo que ganamos, trabajábamos sobre tres sistemas de juego. Esta vez, el margen de tiempo no daba para hacer eso y por eso nos manejamos dentro de un sistema.
-¿Cómo toman los futbolistas que haya demasiadas maneras de jugar? ¿El jugador está preparado para eso?
-El jugador está preparado si le das tiempo. Lamentablemente, en el fútbol de hoy, muchas veces el tiempo no está. Si el jugador se da cuenta que lo que uno propone sirve, y después se plasma dentro del campo de juego, es más fácil convencerlo.
En Antigua se está trabajando bien a todo nivel, desde las categorías formativas.
-¿Te definís como un obsesivo de la táctica?
-Sí, pero la automatización táctica debe ser para que el jugador entienda que su movimiento lleva un beneficio para el equipo. Cuando eso sucede, el futbolista lo hace convencido.
-¿El cuerpo técnico es todo de Guatemala?
-El preparador físico es hondureño, el kinesiólogo es costarricense, yo argentino y el resto del cuerpo técnico es guatemalteco. En el plantel hay colombianos, argentinos, hondureños y la gran base de chicos de Guatemala.
-Alguna vez contabas que Guatemala es epicentro para el fútbol de la región.
-Guatemala tiene sus características, es un fútbol muy técnico. Honduras, Jamaica y Trinidad y Tobago se destacan por la cuestión física. El costarricense también sobresale por la técnica, pero con mayor ritmo que el guatemalteco. Dentro de ese círculo, Guatemala seduce porque tiene un soporte económico superior. Y el nivel es bueno, hay jugadores de Argentina o Uruguay que van allá y les cuesta sobresalir.
Después hay una diferencia grande con México y Estados Unidos. Es algo que lo podés disimular en un partido, pero que a la larga se hace evidente.
-¿Te tocó vivirlo este año, al llegar por primera vez con Antigua a una competencia internacional, la Liga de Campeones de la Concacaf?
-Me tocó por primera vez a mi y a la institución. Nos sirvió para analizar todo y vivir otro tipo de experiencia. Conocimos cuestiones de logística y de preparación que luego se reflejan dentro del campo de juego. Estaremos mejor preparados en la próxima edición.
-¿Sucede lo mismo a nivel selección?
-Sí, México y Estados Unidos están por encima. Y debemos reconocer que ha sido muy bueno el desarrollo de fuerzas básicas de Costa Rica, Panamá y Trinidad y Tobago.
“Me encantaría
dirigir en mi país”
-No deben faltar propuestas para salir de Guatemala…
-Propuestas y sondeos hubo de varios países. Llevo dos años y medio en Antigua, con un contrato hasta mediados de 2018.
Seguramente alguna vez voy a salir de Guatemala, pero no creo que eso sea para este momento. Por supuesto que me encantaría dirigir en mi país, pero todo llegará.
-¿El hecho de ser campeón no te llevó a considerar que el trabajo ya estaba hecho y que debías buscar nuevos desafíos?
-Es que el desafío siempre está. Los objetivos que me puse hace ocho o diez años han sido cumplidos. No me quiero poner techo ni magnificarme, porque soy simplemente un entrenador de fútbol.
No quiero que los saltos sean demasiado largos y caernos por la mitad.
-¿Qué papel juega tu representante, el también tandilense Heber Marchioni?
-Heber me aconseja, me orienta, me banca en los malos momentos. Maneja situaciones que yo no puedo manejar. Es muy importante para nuestro trabajo.
-¿Creés ser mejor técnico ahora que hace un par de años, por ejemplo?
-A medida que pasa el tiempo, las personas vamos creciendo. Uno va manejando de manera más correcta las situaciones, tanto buenas como malas.
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