Tras la sanción de la ley, hoy se realizará una jornada debate sobre el cannabis medicinal
Luego de que se sancionara la Ley de Cannabis Medicinal esta semana, hoy se llevará adelante una jornada de debate sobre la temática. El encuentro se concretará en el auditorio del Centro Cultural Universitario, ubicado en Yrigoyen 662, y es organizado por la Secretaría de Extensión de la Unicén, a través del Programa Equidad en Salud, conjuntamente con las facultades de Derecho, Ciencias Humanas, Ingeniería, la Escuela Superior de Ciencias de la Salud y la Asociación Cannabis Medicinal Tandil. El evento fue declarado de interés municipal.
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Ana Fazecas, integrante de la Asociación de Cannabis Medicinal de la ciudad, dialogó con el programa “Tandil Despierta” de El Eco Multimedios, y contó que hace tres años le diagnosticaron fibromialgia, enfermedad que le causó mucho sufrimiento, hasta que descubrió el cannabis medicinal.
“Hace ya tres años que logré ser diagnosticada de esta enfermedad porque realmente, como no tiene una detección a través de análisis clínicos ni con estudios, es por una entrevista con el clínico donde te pulsa los 18 puntos del dolor más otras problemáticas que aparecen con esta enfermedad, como la fatiga crónica, que me diagnosticó la enfermedad un reumatólogo”, rememoró.
El médico le recetó la medicina tradicional que se les da a las personas que padecen fibromialgia.
“Ese combo de drogas legales me hizo terriblemente mal, tuve episodios de confusión, no podía hacer mi trabajo, dos veces casi me atropella un auto, me mareaba, tenía temblores. Como me gusta la farmacología empecé a investigar y en un mes dejé los remedios, y estuve sin medicación durante casi dos años y medio más”, contó.
Durante ese período de tiempo, “toda mi vida era fragmentada. Si me bañaba, después tenía que acostarme un rato para luego secarme el cabello, no podía ni colgar la ropa”.
“El dolor es
indescriptible”
Fazecas explicó que la fibromialgia “se localiza en el sistema nervioso central y en realidad se está investigando qué es lo que la produce, aparentemente hay múltiples factores, son síntomas muy parecidos a los de la artritis reumatoidea, con muchísimo dolor que es indescriptible, solo los que lo padecen saben lo que se sufre, aparte te transforma tu vida y la de tu familia”.
“En mi caso, siempre fui muy activa y mis dos hijos realmente se quebraron al quebrarse mi vida porque no sabían qué hacer, me hacían todo tipo de estudios y daba todo perfecto hasta que logré el diagnostico que fue para empeorar mi condición. Estuve dos años y medio sin medicación, pero en un momento el dolor no lo soporté más, hice terapia, yoga, natación, constelaciones familiares, decodificaciones biológicas, de todo, pero me seguía doliendo”, recordó.
Fue en ese momento cuando charlando con sus hijos surgió la inquietud de la marihuana medicinal.
“Nunca habíamos hablado de marihuana, sabíamos algo del cannabis medicinal por las chicas de Mamá Cultiva, y mi hijo, que es muy lector, empezó a investigar y pensó que tenía que haber alguien en Tandil que estuviera vinculado al cannabis medicinal”, afirmó.
Fue así como se contactaron con Gustavo Ojeda, quien es hoy su compañero de la agrupación. “El estaba armando un taller de cannabis medicinal, yo acudí a esa charla. Ya cuando los chicos empezaron a hablar, sentí que me entendían, hablaban del dolor crónico”, indicó.
Prejuicios que
se caen
Admitió que lo empezó a consumir “con miedo por mi ignorancia” pero “cuando uno se informa los prejuicios van cayendo”.
“Siempre decimos en la agrupación que los prejuicios son hijos de la ignorancia, yo tenía miedo de que me produjera algún efecto en el momento, ver cosas raras, pero no vi nada y durante una semana no sentí mejoría ni nada”, aseguró.
No obstante, los cambios se comenzaron a notar durante la segunda semana. “Lo que sí me di cuenta después de pasar una mañana activa donde pude hacer todas mis tareas de forma consecutiva sin tener que cortarlas para sentarme o acostarme, incluso fui a hacer compras y volví, desayuné, me preparé mi té de cedrón y ahí tomé conciencia de que había hecho todas las actividades sin agotarme”, contó.
Y explicó que eso era “impensable” porque “no podía ni colgar la ropa”.
A la semana “empezó la disminución de la fatiga crónica, y a los 15 o 20 días empecé a sentir que el dolor cedía un poco. Al mes los dolores nocturnos no los tenía, a los 2 meses estaba en 50 por ciento menos de dolor y a los 4 meses en un 90 por ciento”.
“Mi doctor dice que voy a superar la enfermedad, pero por ahora sigo siendo una enferma crónica que tiene que tener sus cuidados. Si estoy muchas horas en actividad tengo que descansar, relajarme si salgo a caminar, tengo que recostarme un rato, precauciones de cualquier persona que está superando una enfermedad, aparte tengo 61 años”, sostuvo.
Finalmente, invitó a todos los interesados a participar de la jornada que comenzará hoy a las 9.30 y que será “algo maravilloso para Tandil, que somos una agrupación absolutamente nueva porque tenemos seis meses de creada, pero ha sido un trabajo tan intenso de campo”.
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