Un grupo de tandilenses, a caballo, peregrina hacia la Basílica de Nuestra Señora de Luján
Este año se sumará más cantidad de gente a caballo y en sulky. Posiblemente acompañe un minibús el 27 de septiembre para participar del desfile de los peregrinos.
La idea surgió casi como un capricho de José Luis Vázquez de buscar la Virgen de Luján. En el primer viaje no llegó a destino, porque se enfermó y quedó internado en Roque Pérez. El segundo año logró traer la Virgen de Luján y finalmente, tomó la decisión de peregrinar cada año.
-¿Cómo se vive la peregrinación?
José Luis Vázquez: -Tratando de pasarla lo mejor posible, porque es duro el viaje, son 400 kilómetros, son muchos días de cabalgata. Estamos tardando siete u ocho días en ir. Allá nos quedamos con una familia.
Siempre y cuando no nos agarre el agua vamos a estar bien. A la vuelta, los caballos vienen más ligero… Tratamos de hacer un viaje tranquilo.
Beto Sandoval: -La experiencia es linda porque la gente en la calle nos para, nos acompaña, nos ayuda, nos da comida, hasta nos ha dado verdura fresca de las quintas. Nosotros nos llevamos la comida desde las casas en conservadoras con hielo y después, vamos cocinando en el camino. Lo que tenemos que conseguir es el pan. Se hace muy lindo. Hay gente que nos espera a comer, a dormir. En el Gualicho ya nos esperan en la estancia Don Ramiro con cordero y lechón. ?Parada obligatoria?, me pusieron en el mensaje y así en todas las ciudades, hasta Luján, donde nos recibe la misma familia con los brazos abiertos.
-¿Dónde descansan?
B.S.: -Muchos nos acomodamos en el camión, otros en carpas. El año pasado nos pasó sólo dos veces que tuvimos que acampar en la calle, porque el resto de la gente nos abrió las puertas para descansar.
-¿Cuántos kilómetros pueden hacer por día?
B.S.: -Entre cincuenta y setenta. Es bastante.
J.L.V.: -Hicimos un promedio de 7 kilómetros por hora. Desde acá vamos a De la Canal, Egaña, Rauch. Ahí no tenemos otra escapatoria que ir por la banquina por la Ruta 30 porque no hay un camino alternativo. De Rauch a las Flores tenemos dos días de viaje, sin señal en el teléfono.
B.S.: -De aquí pasamos por detrás de Las Flores y vamos a Roque Pérez y de ahí salimos a Carboni y de ahí a Navarro y finalmente, a Luján. El último tramo es por ruta.
-¿Los caballos responden bien?
J.L.V.: -Sí. No hay que llevar potros, sino caballos mansos. El caballo a medida que se va alejando de la ciudad se pega a vos, es impresionante lo que cambia el animal. Cuando salís en el viaje se comporta de otra manera y después conoce bien la vuelta.
B.S.: -Yo el año pasado hice el viaje en el camión, pero este año lo voy a hacer en mi sulky, porque a caballo todavía no me animo. De a poco voy agarrando coraje.
-¿Cómo es el regreso?
B.S.: -Se hace más lindo, porque nos espera mucha gente.
J.L.V.: -Tratamos de hacer el viaje lo mejor posible, transmitirle a la gente la experiencia que hicimos el año pasado. No es lo mismo ir acompañado que solo, como yo hice el primer año. La Virgen va arriba del sulky y no la tocamos para nada. Cuando fui yo solo, cada vez que me bajaba del caballo tenía que llevarla conmigo y ahora no. ¡Era un peligro!
B.S.: -Otra cosa que nos ayuda ahora es que llevamos un grupo electrógeno.
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Experiencia de fe
-¿Qué dice la familia de que partan tantos días?
J.L.V.: -A mi señora no le gusta, se preocupa. Igual va a Luján cuando nosotros estamos allá. Pero es algo que yo deseaba, de ir a buscar la Virgen, de llevarla de casa en casa para que la cuiden. Tiene un cuaderno que posiblemente lo dejaré en Luján. Hay un paisano que me hizo una medalla toda trenzada… Es gente que es muy devota, entonces la llevamos todos los años para que la vuelvan a bendecir y la traemos con nuevas fuerzas para Tandil.
B.S.: -Mis hijos y mis nietos me apoyan y me llaman y me preguntan ?abuelo por dónde andás?.
-¿Los espera gente devota de la Virgen?
J.L.V.: -Hay mucha gente devota de la Virgen. Lo que sucede es que son más de veinte días en total y la gente que depende de un patrón no puede hacer un viaje tan largo. Ya estamos llamando a Rauch, porque hay un grupo de mujeres peregrinas, que es posible que se unan a nosotros, a caballo.*
Contacto
Para quien se quiera sumar a la peregrinación a caballo, debe comunicarse a los siguientes teléfonos: 45-0829 o 155-45285.*
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