Un trabajador denunció que estuvo en negro en Defensa Civil y después lo dejaron “a la deriva”
Un trabajador, que se desempeñó durante dos meses en negro en el área de Defensa Civil y Asistencia a la Víctima del Municipio, denunció públicamente que el extitular del sector, Pablo Esquivel, lo dejó “a la deriva” y nunca le pagaron los servicios prestados durante ese tiempo.
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Mariano Daniel Romero contó que conoció a Pablo Esquivel a través de una ONG en la que trabajaba de forma voluntaria. “Yo no soy de Tandil, soy de Buenos Aires, vine a vivir hace casi un año y medio con un proyecto comercial con el que no me fue muy bien y quedé medio en la lona. Por mayo, junio del año pasado, le pregunté si había alguna posibilidad de trabajo en la Municipalidad en cualquier área y me dijo que lo iba a ver”, recordó.
En diciembre, Esquivel le dijo que estaba la posibilidad de que ingresara en el área de Defensa Civil, considerando su perfil profesional de licenciado en seguridad, higiene y medioambiente, además de que fue bombero, socorrista, y su especialidad es toda la parte de gestión de riesgo, y control de emergencias.
“Yo estaba mal económicamente y no tenía problema de trabajar en cualquier área. En diciembre me dijo que iba a entrar en enero a trabajar en su dirección. Yo estaba muy contento. Antes de las fiestas hubo incendios forestales y empecé a colaborar voluntariamente, y el 1 de enero colaboré en el Tandil Brilla”, manifestó.
Indicó que el 2 de enero fue cuando comenzó a trabajar como coordinador del área, cumpliendo horario de 8 a 14. Ese mismo día empezó a trabajar también una psicóloga, a la que le sucedió lo mismo que a él.
“Nunca pensé que
esto podía suceder”
“Las tareas eran coordinar el equipo de trabajo, ir armando el plan de emergencia de la ciudad, porque actualmente no lo tiene. Empecé a trabajar con eso y atendiendo distintas emergencias de Defensa Civil y de Asistencia a la Víctima, reuniones con la Jefatura Departamental de Policía, yo tenía una exposición con otros efectores de la ciudad”, explicó.
Y aseguró que Esquivel le dijo que le iban a hacer un contrato por un año en principio y que después de eso iba a pasar a planta permanente. “Nunca me comentó cuánto iba a ganar específicamente porque eso, según él, se arreglaba con la parte de recursos humanos que me iban a llamar en algún momento para explicarme los detalles de la obra social, pero eso nunca pasó. En el área trabajaban tres administrativos, una asistente social, la psicóloga y yo y Pablo que es abogado”, expuso.
Pero los días pasaban y “cada vez que le preguntaba a Pablo me decía ya me iban a llamar, que me quedara tranquilo y que se iba a pagar el sueldo retroactivo al 2 de enero, el día que iniciamos la actividad laboral”.
“Yo conducía la camioneta que le habían entregado en diciembre al área, una Amarok cero kilómetro. Todo iba bien en la parte práctica, operativa del trabajo, pero no había un blanqueamiento, nada legal”, manifestó.
Así pasaron dos meses y para fines de febrero “Pablo iba a entrar de vacaciones y nos comentó que estaba complicado el ingreso por un tema de presupuesto. Me dijo que no se quería ir de vacaciones sin que eso se cierre en papeles con el nombramiento, la designación. Según él, tenía reuniones con el Intendente o con “el secretario de Protección Ciudadana Atilio Della Maggiora y le decían que estaba complicado el tema”.
“Un día vino y nos dijo que por ahora no se iba a dar porque estaba todo muy trabado, que prefería por un tema ético que mientras él no estuviera no cumpliéramos horario, porque no tenía claro si íbamos a ingresar o no. Ese fue el último día que fui a la oficina. Era una relación de confianza. Yo lo conocía, me parecía un buen tipo, nunca pensé que esto podía suceder”, admitió.
A la deriva
“Se fue de vacaciones y no solo nos dejó a la deriva a nosotros, sino también al área porque desde febrero no va a trabajar, después de las vacaciones tuvo un tema de salud de tipo emocional y sigue con carpeta médica”, sostuvo.
Mariano Romero explicó que dejó pasar un tiempo y luego le mandó mensajes a Esquivel, que le dijo que “por decisión del Intendente a partir de marzo todos los ingresos iban a ser a través de concurso, que no nos prometía nada”.
“En marzo me dijo que había estado internado con estrés. El último mensaje fue el 29 de marzo y me dijo: ‘Sé que estuviste en la Secretaría, espero se resuelva, yo me quedé sin mi laburo’. Ese fue el último mensaje y me bloqueó del Whatsapp y del Facebook”, contó.
Unos días antes de ese último mensaje, Romero tuvo una reunión con Atilio Della Maggiora, el subsecretario de Protección Ciudadana David Tiffner y el director de Protección Ciudadana Martín Romano. “Atilio no conocía mi situación, quedó sorprendido, no estaba al tanto de que estábamos trabajando ahí, estaba bastante enojado con Pablo. Me dijo que iba a ver qué podía hacer. Mi pedido es los dos meses de sueldo y que me den algún tipo de trabajo porque quedé a la deriva”, sostuvo.
Un área
acéfala
Explicó que ahora hay un solo administrativo, otro con licencia y otro con tareas livianas, y una asistente social que volvió de vacaciones, pero “todo febrero estuvo prácticamente acéfala el área y sé que David Tiffner está manejando esas cuestiones. No hay un jefe específico ni nadie con el perfil técnico para evaluar un riesgo o planificar en una emergencia”.
“Lo que más me preocupa, no por mi trabajo sino por la comunidad de la cual yo también soy parte, es que no se trabaja en la parte de la prevención, es todo reactivo. La agenda de trabajo son los medios, que no son el cuarto poder sino el primero, porque es todo en base a lo que sale en los medios y de ahí se trabaja. Pero no hay prevención, eso es lo preocupante”, cuestionó.
Y agregó que “hay un vehículo de casi 500 mil pesos que está arrumbado en el corralón de Santamarina desde febrero, que nadie lo utiliza, una Amarok cero kilómetro con los logos de Defensa Civil, que yo mismo la fui a buscar con Pablo a la concesionaria en diciembre y está juntando tierra porque no se utiliza”, criticó.
“Cuando yo hablaba con Pablo, él me decía que el problema era de arriba, que no se tomaba la decisión, pero al hablar con Atilio me di cuenta que ellos no estaban al tanto de que había gente trabajando ahí. Así que me di cuenta de que Pablo mintió. Y no entiendo con qué necesidad lo hizo”, sostuvo.
Finalmente, expresó que “es una humillación, nunca en mi vida me pasó algo así, no entiendo por qué juegan con la gente así”.
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